«Si con Shakespeare haces lo que te da la gana, ¿por qué con Mozart no?»

El director, actor y humorista rompe con el «encorsetamiento» de la lírica con una propuesta que sirve de iniciación en la ópera a «quien tiene miedo a los recintos sagrados». Sobre el escenario, cuando queda poco para la representación de 'Las bodas de Fígaro', la orquesta sufre un accidente que le impide llegar a tiempo. Lo único disponible en ese momento es un trío de jazz. Así las cosas, cantantes líricos interpretarán las arias de Mozart tal y como fueron compuestas por el autor, pero con arreglos de jazz de fondo. «Estamos en una época de mestizaje, todo se mezcla para sumar un espectáculo total y nuevo», defiende. Y, además, esta singular combinación de géneros «funciona de miedo», garantiza.

Visitante del Liceu desde hace 18 años y con experiencia ya en la dirección lírica, Paco Mir se decidió esta vez por 'Las bodas de Fígaro' por dos motivos. Primero, porque es un título conocido y pocos se atreven a programar óperas fuera del gran repertorio. «Cuesta que la gente vaya a descubrirlas», se lamenta. Y segundo, porque es una ópera bufa, una comedia de vodevil, «con todos los ingredientes para sentirme a gusto». Aunque comenta que ha superado la prueba de un proyecto «súper trágico» que prepara para estas Navidades, Paco Mir admite que «de natural» busca la comicidad.

En 'Jazz bodas de Fígaro', el público verá cómo se crea una ópera desde la primera lectura hasta la escena final con todo el decorado y el vestuario propio de una representación lírica. Evoluciona desde un ensayo hasta la obra en el escenario «sin que te des cuenta». Es una manera de «redescubrir» el clásico, de romper con los prejuicios del público. Y algún día también de los teatros: «Lo que aún no he podido es saltar a los grandes escenarios de ópera donde está el presupuesto para hacer todas las locuras».