El aforo estuvo al completo con alrededor de 420 personas en la función de la mañana del sábado. ñito salas

Las sesiones matinales han llegado para quedarse

Más de 400 personas apostaron por el horario de las 12 del mediodía en el Teatro Cervantes para ver el espectáculo del humorista Manu Sánchez

cristina pinto

Domingo, 14 de marzo 2021, 00:08

Una de las primeras cosas que dijo Manu Sánchez en el Teatro Cervantes: «Aquí a las doce de la mañana y con el pitufo en la garganta», bromeaba el humorista al comenzar con su espectáculo 'El gran emigrante'. Una media hora antes, no ... se sabe si Manuel y Carmen habían desayunado un pitufo antes de salir de casa, pero lo que sí es cierto es que estaban sentados en los asientos de la línea circular 1 de la EMT en busca de un buen plan para el día soleado que le regalaba el sábado a Málaga.

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Pasearon desde la Plaza de la Merced -con las terrazas llenas de gente- hasta la Plaza de Jerónimo Cuervo directos a pasar un buen rato de risas. Cuando pararon a las puertas del Cervantes para llegar a su destino, la pareja valoraba la apuesta por las sesiones matinales: «El teatro da igual que sea por la mañana o por la noche, estás dentro y no te das cuenta. Con este horario podemos aprovechar el resto del día».

Seguían los minutos previos al espectáculo de las doce de la mañana y los alrededores del teatro no paraban de recibir a público que, en su mayoría, tenían una media de edad joven. En la cola, Cristina y Miguel Ángel esperaban su turno para realizar el protocolo de seguridad a la entrada y también se mostraban de acuerdo con eso de que la mañana haya llegado para quedarse: «Es incluso mejor. Cuando es a las seis de la tarde, si te estás tomando algo antes, a veces te corta el rollo», comentaban.

Ver el interior del Teatro Cervantes en la mañana del sábado era un chute de energía para la apuesta por la cultura en Málaga. Alrededor de unas 420 personas llenaban la sala -con la distancia adecuada y medidas de seguridad- para llevarse un rato de risas con 'El gran emigrante', de Manu Sánchez. No faltaron las carcajadas a cada intervención del humorista, ni los aplausos, que sonaban más que nunca a alegría y desconexión del mundo en el que la sociedad está inmersa.

El humorista Manu Sánchez, ayer sobre las tablas de Cervantes. ñito salas

Ya era la segunda vez en el fin de semana que Manu Sánchez pisaba las tablas del Cervantes y no sería la última función antes de que acabase el sábado. Si bien arrancó el motor de la risa en la tarde del viernes, lo continuó a media mañana el sábado y lo cerró a las seis de la tarde del mismo día. «Mil veces lo veo y mil veces flipo», decía el artista en un vídeo de su Instagram mientras grababa el interior del Cervantes vacío antes de actuar en el primer pase del viernes.

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Durante las dos horas que duró el 'show', Manu Sánchez hizo un recorrido por las costumbres del mundo humano. Un ciclo completo con un espectáculo en el que el humorista llega del más allá y aterriza en Málaga para, a través del humor, conseguir dar una lección en la que el público se topaba de frente con temas de actualidad como los del rey emérito, con el que al terminar, puntualizaba: «No se enteraba de lo que hacía su yerno, se va a enterar de lo que digo yo en Málaga un sábado a las doce de la mañana», remataba antes de que se escuchasen las risas en el patio de butacas.

Desde que arrancó la función dejó espacio para bromear, «siempre con el cariño», sobre Málaga: «Cuando he llegado aquí ni os reconocía porque estaba terminada la obra de El Corte Inglés»; «Si hay que ponerle la otra manita a la Catedral, se la ponemos. Pero vaya que alguien que esté manco no significa que no esté terminado», añadía comparándola irónicamente con la obra de la Sagrada Familia de Barcelona.

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El humor para reflexionar

Para despedirse, después de tanto 'cachondeo', empezaba a escucharse la emotiva canción 'I was here', de Beyoncé, y las palabras de Manu Sánchez daban un golpe de realidad sobre la forma de vivir que existe en nuestra tierra. «Parece que el primer paso para terminar queriéndonos es empezar conociéndonos, tantos choque culturales es una falta de información tremenda. (…) Esto es Málaga, el 'punto G' del universo, la mezcla perfecta de todos los caminos. Salgan y disfruten, porque puede que el mañana no exista», decía así adiós a la función matinal Manu Sánchez con un aplauso que llenaba al Teatro Cervantes.

Sonriendo con los ojos, como está ahora de moda, salían de su platea Miguel y Marga, que no habían dejado de tener miradas cómplices y risas durante el tiempo del 'show': «Nos adaptamos a este horario. Ahora tenemos tiempo para aprovechar la tardecita», confirmaban así las ventajas que han llegado con las restricciones de horarios a causa del Covid-19.

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