Dice que se calla por sus hijos. «Ellos no tienen la culpa de que su padre sea un bocazas». Cada vez concede menos entrevistas y ... cuando habla, hace esfuerzos por no meterse en demasiados charcos. Pero si algo caracteriza a Sergio Peris-Mencheta es la claridad de su discurso, sin circunloquios ni metáforas. No entrará a valorar asuntos políticos, no le «merece la pena», pero en lo que concierne a su profesión no hay medias tintas. Peris-Mencheta es ya uno de los directores teatrales más arriesgados y certeros de su generación. Es su «placer culpable», que no su profesión: «Porque yo no gano dinero haciendo teatro, lo pierdo». Su sustento es la interpretación en EE UU donde, entre otras cosas, es uno de los rostros principales de la serie 'Snowfall'. Y aún así, reincide en la escena: del 3 al 5 de junio dirige en el Teatro del Soho CaixaBank 'Castelvines y Monteses', una versión musical de la comedia de Lope de Vega (desde 20 euros).
Publicidad
–'Castelvines y Monteses' es un clásico, pero su apuesta no es nada clásica: los actores recitan en verso, cantan, bailan, tocan instrumentos, hacen circo…
–Es una apuesta para convertir un clásico en una función para toda la familia. Para que Lope de Vega, para aquellos que estén estudiándolo en los colegios, deje de ser una asignatura y se convierta en un divertimento. Contamos una historia que todo el mundo conoce, la de Romeo y Julieta, a través de la pluma de Lope de Vega, que escribió el texto sin haber leído a Shakespeare basándose en el mismo cuento de Matteo Bandello. Él hizo una comedia y nosotros añadimos la música.
–Para estudiantes, pero también para muchos adultos a los que les cuesta el teatro clásico.
–Yo soy el primero que cuando me meto a ver un clásico voy con todos los prejuicios y tardo media hora en sintonizar, en adaptarme al sonido del verso, en entrar en la historia. La mayor parte de las veces es un teatro un poco rígido, con lo cual me aburro o me salgo. Soy muy mal espectador de teatro clásico y es por eso por lo que me apetecía contarlo como a mí me gustaría que me lo contaran.
–¿El público de hoy, con tantos estímulos, ya no se conforma con una obra de texto sin más?
Publicidad
–Yo creo que se puede hacer una obra de texto sin más. 'Una noche sin luna' lo es, con un actor en escena durante una hora y 40 minutos sin parar de rajar. Se puede. Pero esta es una apuesta por atraer a la gente joven a algo que ellos consideran una asignatura. Con esta versión redescubren a Lope de Vega y también la música que escuchaban sus padres y sus abuelos, la de Renato Carosone, Domenico Modugno, Rita Pavone...
–Dice que hace teatro «a pesar de todo». ¿Por qué?
–Porque yo no gano dinero haciendo teatro, lo pierdo. Pierdo mucho dinero. A pesar de todo porque no estamos en un país donde el precio de las entradas sea acorde a lo que cuesta levantar un espectáculo. La entrada está subvencionada. Es evidente que una obra con trece actores en escena, con la escenografía que hay, no cuesta los 15, 20 o 30 euros como mucho que se está cobrando en un teatro público. Es bastante más caro. El problema es que la entrada está subvencionada solo para el espectador, no lo está ni para la productora ni para el autor, que está cobrando menos derechos. Eso no se ve.
Publicidad
–Nos falta cultura teatral.
–No tenemos una enseñanza teatral, no forma parte de nuestras prioridades. Hacer teatro a pesar de todo también significa que estamos montando obras en 45 días, que estamos haciendo puestas en escena a bolo hecho de un musical que necesitaría varios días para el montaje, que lo que cobran los actores y las actrices no les da para vivir y que yo como director no me podría ganar la vida haciendo teatro. Hay una lista muy larga para dar respuesta a tu pregunta.
–Y con todo, no renuncia al teatro: ha estrenado en los Teatros del Canal 'Ladies Football Club'.
–No renuncio al teatro porque me gano la vida como actor en EE UU. Si no, yo hace rato que no dirigiría o haría un teatro mucho menos arriesgado. Llamaría a Pepito o Fulanito muy conocidos y haríamos una gira muy cerradita con una obrita de dos o de tres actores. El hecho de que me pueda permitir un 'Castelvines o Monteses', un 'Ladies Football Club' o un 'Lehman Trilogy' tiene mucho que ver con que yo tengo la parte de dar de comer a mi familia garantizada. Yo no soy un director profesional porque no me gano la vida dirigiendo. Ni creo que lo haga nunca. Yo me gano la vida actuando y dirijo porque no lo puedo evitar, porque necesito contar las historias que me apetecen contar.
Publicidad
–En nuestra última conversación comentaba que se había sentido rechazado por el hecho de ser polifacético, por ser un actor que dirige. Da la sensación de que eso ha cambiado. Le buscan para dirigir, desde Juan Diego Botto o la Compañía Nacional de Teatro Clásico. ¿Ha logrado ya el respeto y el reconocimiento?
–Sí, me ha costado once años. Incluso más, porque antes de montar Barco Pirata Producciones ya lo había intentado pero no había manera. En España hay que salir del huevo para que uno se pueda reinventar. Uno no se puede reinventar en España. Aquí cuesta, da la sensación de que el pedigrí es más pesado. Si eres una cosa, tienes que ser eso. Ahora parece que soy director y actor. Pero me ha pasado algo curioso y es que los directores de 'castings' y las producciones españolas dan por hecho que me dedico a la dirección y hace rato que no me llaman para trabajar en España como actor.
Publicidad
–También es cierto que quizás ya no acepte ciertos trabajos.
–Pero para poder aceptarlos me los tienen que ofrecer. El caso es que dejan de ofrecérmelos porque dan por hecho que trabajo en EE UU y por lo tanto no trabajo en España, o que dirijo teatro y por tanto no trabajo como actor.
–¿Y le gustaría actuar en España?
–Me encantaría, es mi país. ¿Por qué no tengo el menor interés en contar historias en EE UU? Porque me interesa contar historias aquí y me gustaría vivir aquí. Pero la realidad es que no puedo vivir en España porque los trabajos como actor me los ofrecen allí y no aquí. Allí es donde he tenido que instalarme, donde está mi casa y donde pago mis impuestos. Solo paso tres meses en España. Mi trabajo está allí porque no está aquí. Vengo a dirigir teatro pero no es mi trabajo, es mi placer culpable.
Noticia Patrocinada
–Las condiciones del actor aquí no son a las que tiene en EE UU. Cualquier cosa que le ofrezcan, le va a parecer poco.
–Mira, he hecho aquí una serie que se llama 'Sin límites' que está por estrenarse en Amazon. ¿Estoy ganando el dinero que gano en EE UU? Ni por asomo. Y lo hice encantado de la vida porque me apetecía contar esa historia.
–En una entrevista reciente decía que se callaba para no perder trabajos. ¡Pero usted no se calla!
–Políticamente me callo, ya no abro más la boca. Es perjudicial. Hablo hasta donde sé que puedo hablar. Cuando me preguntan sobre Amancio Ortega, VOX o lo que sea, no respondo, no me merece la pena.
Publicidad
–Es una lástima que tenga tan asumido esa autocensura.
–Si yo no tuviera hijos, ejercería mi libertad de expresión. Pero mis hijos no tienen la culpa de que su padre sea un bocazas, trato de que no les salpique a ellos.
–Actúa en el teatro de Antonio Banderas, otro actor que hace un poco de todo como usted. ¿También aspira a tener su propio teatro?
–Me tengo que sentar con Antonio para ver cómo lo lleva anímicamente. Mi sueño dorado es tener un teatro itinerante, un tipo La Barraca, una carpa y poder llevar el teatro a esos sitios donde no llega. Pero ese es un sueño que en este país está muy lejos de ser posible. Y no será porque no lo he planteado.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.