

Secciones
Servicios
Destacamos
CRISTINA PINTO
Martes, 31 de enero 2023, 00:09
Sergio Bernal siendo todas sus versiones. Así llega el bailarín esta semana al Teatro del Soho CaixaBank donde jueves, viernes y sábado habrá ración de ... danza con 'Ser', el espectáculo que hace un guiño a todo el recorrido que el artista madrileño ha realizado hasta llegar a este momento, en el que se le reconoce como uno de los bailarines más destacados de la escena nacional. Hace unos días que ha recibido el Premio Talento Emergente de la Academia de las Artes Escénicas, reconocimiento que se suma a otros como el Positano Leonide Massine o Premio Forbes como una de las figuras más influyentes de la cultura en España. Pero él asegura que esos galardones son solo un impulso para seguir creando, para continuar emocionando con la danza y hacer nuevas creaciones. Vinculado al baile desde pequeño, uno de sus sueños ya lo cumplió al entrar en la plantilla del Ballet Nacional, cuatro años como solista y tres como primer bailarín. Y lo dejó para seguir creciendo en el mundo de la danza con su propia compañía Sergio Bernal Dance Company junto con Ricardo Cue, con la que llega estos días al Soho. Unos días antes de su visita a la Costa del Sol, el bailarín descolgó el teléfono para tener una conversación con SUR y desveló «tener mucha afinidad con Málaga».
–¿Qué es lo que le une a la ciudad?
–Mi pareja es de Málaga y eso siempre me ha unido muchísimo. También uno de los primeros espectáculos de mi carrera lo estrené allí, entonces eso me marcó. Además, está entre una de las mejores ciudades del mundo y tengo muchas ganas de estrenar allí mi espectáculo con la compañía.
–En 'Ser' hay una gran variedad de estilos...
–Es un espectáculo muy variopinto. Como fue concebido durante la pandemia era un canto a la vida para sacar a la gente de casa y que se ilusionaran, rieran, lloraran... Es un recorrido por la danza española con flamenco, clásico, contemporáneo; es un guiño a todos los palos que yo he trabajado.
–Vivaldi con Beyoncé y Soleá por bulerías, todo en uno.
–Bueno lo que hacemos es un guiño a la música de Beyoncé con temas de bandas americanas de los años 70 y 80. Y luego las 'Four Seasons' de Vivaldi, ¿por qué no? Yo creo que la música trata de llenar el corazón y yo quería conectar a públicos de todas las edades.
–Quería un espectáculo que emocionara, ¿usted se emociona?
–Si te soy sincero por un lado me emociono, pero por otro me agobio porque somos muchísima gente y el trabajo es muy duro. Pero me emociona porque este espectáculo es como una 'playlist' de mi vida, es una manera de contar al público por los lugares que he pasado para llegar hasta aquí. Antes de salir a bailar me dejo para mí 15 minutos y hago una introspección para encontrar ese lugar de niño desde donde partió todo. Lo más importante es que se emocione el público, yo voy a trabajar, no a disfrutar. Pero si uno conecta y se emociona, conseguirá hacerlo con los espectadores.
–Habla de esos inicios, tenía unos cuatro añitos cuando empezó a bailar. Y fueron sevillanas.
–Es curioso porque en mi familia no hay artista. Tengo un hermano gemelo y éramos unos cabroncillos, dos demonios de cuatro años que no parábamos... Mi madre decidió apuntarnos a sevillanas; mi hermano duró dos semanas y yo me di cuenta que era mi lenguaje.
–Empezó con el flamenco y su culmen llegó con el ballet.
–Exacto. Pero luego entendí que al final puedes trabajar y hacer lo que quieras, aunque hay algo fundamental que es la salud. Y el ballet clásico es como la salud de la danza, te enseña a cuidar tu cuerpo, trabajarlo, darte la técnica y te ofrece el pasaporte para ser libre. El flamenco no es un paso, un taconeo o una guitarra; el flamenco es sentimiento, visceralidad; el flamenco somos todos los españoles porque tenemos una forma de ser espontánea, fuerte, con dulzura o rabia pero con nuestra propia personalidad. Los españoles hemos trabajado mucho por el flamenco porque somos gente capaces de expresar algo con una palabra o un gesto. Eso es el flamenco para mí. Cuando voy a Málaga veo gestos y solo con observar cómo lo hacen podría ser un paso de flamenco, al fin y al cabo es una forma de expresión.
–Volviendo a sus inicios, ¿cómo fue formar parte del Ballet Nacional?
–Es un sueño, es como llegar a uno de los cúlmenes de tu carrera. Y es una responsabilidad porque representas a tu país y bailas coreografías que habían hecho grandes como Antonio Canales, Joaquín Cortes, Antonio Márquez, Lola Greco, Aída Gómez...
–Lo dejó para nuevos proyectos, como el de tener tu propia compañía, ¿cómo está siendo?
–Muy bonito porque te encuentras con mucha gente que apuesta por tu proyecto y se unen para sacar lo mejor sobre el escenario. Es difícil porque estamos en un país en el que como nos sobra la cultura, no le damos la misma importancia que en otros lugares. Aunque también es un reto para seguir luchando y creciendo.
–¿Qué cree que debería mejorar España?
–Debería creer en ella, con eso es suficiente. Y disfrutar del arte y de los artistas que tenemos. Mucha gente cuando va al teatro te dice que es que no entiende de danza, pero yo les explico que el arte no se entiende, que aquí solo pasan dos cosas: o te emocionas o no. Vivimos muy deprisa y el arte es la escapada que podemos hacer para salir de nuestros problemas y para dejar que el corazón sienta por ti.
–¿Le dan vértigo los premios?
–No, cuando llegan a casa los coloco en la estantería y nada más. No me dan miedo ni vértigo porque no cargo con ellos, son simplemente el paso para seguir haciendo más cosas, para empujarte el día que te duele la pierna o la espalda y que decidas seguir trabajando porque es lo que te va a dar la posibilidad de seguir desarrollando tu arte. Para llegar al público, para emocionar, para decir 'I was here', yo estuve aquí, y dejar una marca en la tierra para que el día que no estés se acuerden de tu trabajo y puedas emocionar.
–Dice 'I was here', ¿es por la canción de Beyoncé?
–Sí, hablo de esa canción, yo estuve aquí, yo pasé por aquí. Es una canción preciosa que emociona. Por ejemplo, a mí Michael Jackson me apasiona y hace un par de años estaba una noche en mi casa y me puse a ver un vídeo suyo de una actuación de 'Man in the mirror', recuerdo que me puse a llorar viéndole cantar. Eso es 'I was here', eso es yo estuve aquí y que a pesar de haber muerto y no estar, haya gente que se siga emocionando con su música y su baile. Eso es precioso, es una manera de vivir para siempre.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.