Rodrigo Cuevas y su proceso creativo, en Málaga: «Es importante ver cómo abre una flor»

Rodrigo Cuevas no se considera un experto en arte, pero sí se sirve de él para crear. Es una fuente de inspiración que combina con otras como la naturaleza con el objetivo de concebir nuevas ideas que van desde el costumbrismo hasta el folclore además de pasar por la crítica social, el humor y la sexualidad. «No es difícil combinar estos elementos porque precisamente eso lo aprendí del folclore y del costumbrismo, a mezclar todo ese tipo de cosas: lo romántico con lo ácido, lo gracioso con lo profundo…», cuenta el asturiano. Esta enseñanza viene del folclore porque lleva generaciones haciéndolo para «sobrellevar la dureza de la vida».

La combinación de distintos elementos estará presente en 'Otras miradas', actividad en la que Rodrigo Cuevas opinará y relacionará cuadros del museo con su proceso creativo: 'Paisaje asturiano', de Guillermo Gómez Gil; 'Cortejo ante la Verja', de José Moreno Carbonero, y 'En la Romería de Torrijos', de Manuel Cabral Aguado Bejarano, son algunas de estas pinturas de las que el cantante se rodeará para contar cómo crea y la investigación previa por la que pasa antes de materializar su idea a través de canciones. «Son propuestas que me hicieron desde el museo. Supongo que ellos ya relacionan estos cuadros con la imaginería que yo describo en mis canciones», específica, además habrá una entrevista con la directora artística del museo, Lourdes Moreno.

«Tres cuartas partes de cada disco suele ser investigación. Luego, lo otro es escribir las canciones y producirlas», dice como si fuera tarea sencilla. Aunque, comparado con el primer proceso, se hace menos complicado para él. «Es más fácil porque es lo que he aprendido a hacer, con lo otro no sé por dónde empezar», aclara. Su proceso investigativo cuenta con partes basadas en escuchar, viajar y visitar a gente mayor para encontrar ese hilo del que tirar. «Puede ser más o menos complejo el nudo que tengas que deshacer, pero ya encontraste el cabo», afirma.

Ahora, Rodrigo Cuevas se encuentra en un momento de buscar «cosas bellas en este mundo horrible» para su siguiente trabajo, aunque aún no ha encontrado ese hilo del que tirar. «Estoy esperanzado en poder encontrarlo, pero igual acabo haciendo un disco oscurísimo», cuenta. El compositor explica que necesita «abstraerse de la realidad mediática» y de sus propias giras para poder vislumbrar los pequeños detalles de la vida. «No te da tiempo a sentarte en un prado a ver cómo abre una flor, que es muy importante», detalla. Sin embargo, no tiene claro qué disco saldrá porque sus investigaciones siempre están abiertas. Parte de una idea principal, pero no se cierra a cambiar el rumbo en base a los descubrimientos que hace. «De repente te encuentras otras historias que son más interesantes y hay que tener esa capacidad de desprenderse de tu idea precisa. No estar agarrado a lo que no tiene mucho sentido», señala.

Otro de los rasgos del Premio Nacional de las Músicas Actuales son las características queers de sus espectáculos, tanto en vestuario como en movimientos y otras formas de expresión. «Ahora mismo no es un momento muy esperanzador, pero también tenemos más herramientas y más fuerza que nunca», considera Rodrigo Cuevas sobre la situación actual del colectivo LGTBI ante el auge de la extrema derecha en el mundo. El cantante incluye historias con las que dar otro punto de vista y conseguir más visibilidad. «Que nos den voz y que cuente las cosas como son», reivindica.

'Otras miradas' no es el único proyecto de Rodrigo Cuevas en Málaga. El viernes tiene un concierto en la sala París 15 para despedir su gira 'La Romería' en la ciudad. «En Málaga siempre me quieren mucho», asegura. Tras este espectáculo, pondrá rumbo a Francia con una pequeña gira de cuatro conciertos. «No modifico el show, solo lo hago en francés para que se me entienda», ríe y reconoce que siempre prepara un guiño para la ciudad a la que va.

Rodrigo Cuevas viene a Málaga a hablar, pero sólo de lo que le pregunten. «Si es que yo ya conté tantas cosas que ya no quiero contar más. Me preguntan, pues lo cuento, pero estoy hablando y pinso 'cállate ya un poco, Rodrigo'. Mi libro lo tengo contado ya de sobra. Me tienen muy visto y muy escuchado», opina. Una sentimiento del músico que no se corresponde con el de los demás, ya que son muchos los espacios que quieren contar con él.

«Me sigo metiendo en bastante cosas. Es que me reclaman tanto... Digo mucho que no, no soy para nada una persona que no sabe decir que no. Digo que no 20 veces al día, pero una vez digo que sí», cuenta. Este sí lo saca de su proceso de creación, pero es algo que también le agrada hacer. «Me da pena porque como digo que no a tantas cosas... Parece que estoy diciendo que no a todo el mundo, que soy idiota, y me da pena porque me pierdo cosas que antes no me perdía», reflexiona.