Aquí se rodó 'La chica de nieve 2': estas son las localizaciones en Málaga de la segunda temporada

La serie del momento ha puesto a Málaga en el mapa. 'La chica de nieve 2: el juego del alma' ha vuelto a ser número 1 en la parrilla de Netflix en España con la adaptación del libro de Javier Castillo, que relata el caso de una niña crucificada y otra desaparecida en la capital de la Costa del Sol. Los escenarios reconocibles se mezclan con otros que no lo son tanto o suenan, pero de forma diferente a la realidad. Es el caso de la redacción de SUR en la ficción que en estos días muchos lectores nos preguntan si es la misma que la del periódico. Entre esas dudas responde este reportaje, que incluye localizaciones desde La Araña a Benalmádena. Otra de las incógnitas de las localizaciones de esta segunda temporada es el colegio en el que estudian las víctimas. Y ya resolvemos el misterio: no se encuentra en Málaga, sino en Madrid y, además, lo que parece un solo centro escolar son en realidad tres edificios diferentes.

La serie arranca con fuerza con la aparición de una chica crucificada en un edificio abandonado. No estamos ante una localización cualquiera, sino ante un emblema del turismo en Málaga, el edificio Marymar, actualmente en ruina.

Construido como hotel y luego residencia de ancianos, fue cerrado en 2011. Su deterioro y su situación al borde del mar hizo que los 'scouts' de esta producción se fijaran en el inmueble en una escena que incluye la llegada de los policías Millán y Chaparro en coche a la playa de Sunset Beach para inspeccionar el escenario del crimen en el antiguo hote. Un asesinato violento que da la medida de esta segunda temporada más oscura y truculenta. Una curiosidad, Aixa Villagrán (Millán), aprendió a conducir para conducir por la arena y clavar esta escena.

La segunda temporada recorre Málaga en coche en varias escenas. En una de las primeras, los dos protagonistas, Milena Smit (Miren) y Miki Esparbé (Jaime), conversan sobre el caso de la niña asesinada y su relación con una desaparición hace años. Una de las primeras secuencias los lleva desde el Parque hasta la Alameda, donde una imagen de drone ofrece una panorámica del Wolkswagen de la periodista cuando se dirigen al colegio en el que estudiaba la primera víctima.

Los característicos autobuses de Málaga, el Auditorio Eduardo Ocón o la Aduana se cuelan en los fotogramas por las ventanillas del automóvil en el que se masca la tensión y el rechazo de la periodista de SUR a trabajar con el compañero que le ha impuesto el director del periódico.

La reunión de Miren Rojo con su mentor, Eduardo, al que encarna José Coronado, se rodó en un conocido local del centro de la ciudad, Le Grand Café, que está situando en uno de los laterales del río Guadalmedina.

Los grandes ventanales de este negocio sirven para escenificar el desencuentro entre discípula y maestro, cuando el veterano periodista y profesor de universidad le advierte que se está obsesionando con el caso, como ocurrió con la desaparición de la niña Amaya (primera temporada de esta popular saga). La periodista responde acusando al profesor de estar oxidado, lo que provoca la marcha de este último por el reconocible Pasillo Gimbarda y con el puente de la Trinidad de fondo. Unas palabras de las que Miren acabará arrepintiéndose.

Las escenas al borde del mar no faltan en la saga 'La chica de nieve'. Además de la playas, en esta segunda temporada el puerto de Málaga también tiene su papel reservado en los fotogramas.

Y más concretamente las naves dedicadas al puerto de pescadores, donde trabaja Nacho (Hugo Wetzel), el hermano de Laura Valdivia, desaparecida años atrás. Buscando pistas de este caso, La periodista Miren Rojo llega a este muelle para entrevistar al joven que no se siente cómodo con la visita ya que trabaja allí para ayudarse a pagar los estudios en una elitista escuela privada de Málaga, a la que también pertenecía la chica crucificada. La ciudad sirve de fondo al interrogatorio, con el Muelle de Heredia y los picos de la Equitativa y la Catedral asomando entre los edificios.

Muchos lectores y espectadores de 'La chica de nieve 1 y 2' se preguntan si la redacción de SUR es tal y como aparece en la serie basada en la novela de Javier Castillo. Y la respuesta es que esas oficinas de la ficción con aspecto industrial tienen poco que ver con la realidad.

Las escens en interiores se grabaron en una nave de Madrid tuneada como redacción, mientras que el exterior del edificio del periódico se recreó en la antigua Casa Pedro y actual Grand Café del Palo. Con la fachada pintada de rojo y el reconocible logotipo del diario, a las puertas del edificio paleño transcurre el encuentro entre Miren y Jaime en el que hacen las paces y comienzan a trabajar juntos con la hipótesis de la desaparición de Laura y la muerte de Alison están relacionadas.

Una de las localizaciones estrella de esta segunda temporada. El barrio de Mangas Verdes, lugar en el que vivía la chica crucificada, Alison, protagoniza la escena más espectacular de esta secuela con la persecución por los tejados del popular barrio de la capital.

Como si estuvieramos en Nueva York, el investigador Chaparro (al que encarna el malagueño Marco Cáceres) corre y salta de azotea en azotea tras un yonqui en una escena trepidante que le saca partido a esta característica zona de calles empinadas y casas matas de tipología muy variada. No se rodaba nada parecido en este escenario desde que hace más de tres décadas se filmó el tiroteo y huida de 'El Lute II', protagonizada por Imanol Arias.

La querencia de la saga 'La chica de nieve' por El Palo y la zona Este también incluye el lugar de rodaje en el que residía en la ficción la desaparecida Laura Valdivia. En la calle Le Corbusier se ambienta este piso, en el que también vive su hermano, Nacho, junto a sus tíos, ya que los padres de ambos murieron años atrás en un accidente.

Los periodistas Jaime y Miren acuden al domicilio de esta familia marcada por el fundamentalismo religioso, lo que hace sospechar a los sabuesos de la sección de sucesos de SUR que hay una historia oculta en la repentina desaparición de Laura. Los actores andaluces Mari Paz Sayago y Vicente Romero encarnan a los tutores.

La pujante Málaga cultural también se asoma a los fotogramas de esta secuela con la inauguración de una exposición en el Museo Jorge Rando del popular y céntrico barrio del Molinillo.

El patio y las salas de exhibición aparecen el periodista Jaime (Miki Esparbé), aunque su intención no es hacer una crónica de la muestra artística para la sección de cultura, sino hablar con la madre del antiguo novio de la desaparecida Laura Valdivia para que le deje hablar con su hijo. El chico, que pertenece a una influyente familia de Málaga, fue acusado de la desaparición de la chica, por lo que desapareció del mapa, aunque eso no impide al redactor intentar entrevistar al joven, al que encarna el malagueño Nacho Montes.

Ya salió en la primera temporada y repite en esta segunda. La terraza del CAC Málaga protagoniza un encuentro de la inspectora Millán y la comisaria Inma.

La primera, harta de investigar asesinatos sin mucho éxito y convivir con la maldad humana, quiere cambiar de aires y departamento, pero su superiora intenta convencerla de lo contrario mientras vemos a los lejos el mar, el cauce seco del río Guadalmedina o el edificio de Correos. La escena se rodó meses antes del cierre de este museo para su remodelación.

En su investigación sobre la chica crucificada y la relación con el caso de la joven desaparecida hace una década, Jaime (Miki Esparbé) llega hasta el antiguo novio de la segunda, que vive obsesionado con la pérdida de su pareja y apartado del mundanal ruido en un barco anclado en en el Puerto Deportivo de Benalmádena. La trama sitúa este muelle en la capital y, más concretamente, en La Araña, como se puede ver cuando el periodista conduce hacia su destino. Pero La Araña no tiene puerto. Licencias de la ficción.

Otro escenario reconocible es la escena del florista, cuyo puesto, por exigencias del guion, se encuentra en pleno Paseo Marítimo Ciudad de Melilla. Allí se plantan la impaciente Miren y el hábil Jaime que, en lugar de comer unos espetos en un chiringuito, se llevan unas flores para convencer al tendero de que les cuente lo que sabe de la chica fallecida.

La Araña era un escenario que ya se asomaba en la primera temporada de 'La chica de nieve' y ahora vuelve a aparecer en esta segunda. En varias escenas. En el túnel peatonal que pasa bajo la carretera MA-24 se ambienta el encuentro de la periodista Miren Rojo con un chico que sufrió un accidente cuando participaba en el Juego del Alma.

Además, la casa de una profesora jubilada del colegio al que pertenecían las víctimas se encuentra en una de las viviendas antiguas con privilegiadas vistas al mar de esta esquina de la ciudad de Málaga. Allí se rodó la escena protagonizada por la docente, a la que da vida Fanny de Castro ('La suerte dormida' y 'Amador'), imprescindible actriz de la escena malagueña.

En Pedregalejo también se encuentra la discoteca que forma parte del pasado de la periodista Miren Rojo, a la que vuelve buscando pistas del Juego del Alma que la tiene obsesionada. Tanto como para superar sus propios miedos y regresar a este escenario del crimen entre antiguas casas de pescadores, hoy reconvertidas en negocios o chiringuitos.

A los escenarios en la zona Este de Málaga hay que añadir una secuencia en el puente del Arroyo Gálica de El Palo. Escena playera, pero con ese ambiente frío y tenue que da el invierno, Miren tiene un encuentro bajo esta singular pasarela con el hermano de la chica desaparecida hace años, el cual no ha superado la pérdida.

El exterior de la comisaría de Málaga en la ficción volvió a ambientarse en el antiguo Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga. En esta secuencia, la prensa espera la salida de uno de los personajes de la trama que ha sido arrestado.

Si miran con atención no solo se reconoce la plaza de Capuchinos, sino también algunos periodistas de SUR haciendo de periodistas de SUR a las puertas de esta oficina de policía en la ficción. Se ven rápido pero ahí van sus nombres: Cristina Pinto, Almudena Nogués, Isabel Méndez, Marina Martínez, Rafael Cortés, Juan Soto, Rossel Aparicio, Ana Barreales, Salvador Salas y la redactora de sucesos Irene Quirante. Un poquito de credibilidad para la escena.

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