Secciones
Servicios
Destacamos
Fue algo más que organizar un cine-club. Y es que no tenían ni sala de exhibición. Solo un espacio vacío. Por ello, cuando el artista y profesor Pablo Alonso Herráiz recibió hace tres años el encargo de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez ... de crear una sala de exhibición en el rehabilitado Centro Cultural de las Fronteras de esta localidad mexicana tuvo que empezar de cero. «Lo acondicionamos todo y compramos hasta las butacas», cuenta el creador que ha vuelto a los orígenes, Málaga, durante las pasadas fiestas antes de volver a tierras aztecas, donde uno de sus últimos proyectos fue la creación de Cinito Cine Investigación, que abrió una ventana de fotogramas al cine independiente y a los clásicos. Desde ciclos sobre Alfred Hitchcock a la rabiosa actualidad de Guillermo del Toro, pasando por Woody Allen, Buñuel, Bergman, Fellini, Berlanga, Almodóvar, Tim Burton, los géneros, la migración o la producción española, francesa, inglesa, canadiense, rusa... Unas proyecciones con presentación y coloquios, pero también con un elemento distintivo: carteles originales realizados por el creador malagueño que ha reunido ahora todas esas obras en el Museo Franz Mayer de Ciudad de México.
«Queríamos un espacio alternativo cuya filosofía fuera la investigación y el cine, de ahí su nombre», explica Alonso Herráiz, que llevó ese mismo espíritu a los carteles fílmicos «tratando de que cada uno tuviera un discurso propio, partiendo de una concepción de la obra como pintor, pero también desarrollando herramientas de diseño digital». Más de 60 piezas componen esta serie cinéfila del profesor instalado desde hace más de una década en la fronteriza Ciudad Juárez y que ha llevado a la Bienal Internacional del Cartel en México que se celebra hasta el 7 de marzo de forma virtual en el centro expositivo Franz Mayer.
A la hora de declarar sus complicidades peliculeras de «obligado cumplimiento», Pablo Alonso Herráiz confiesa su debilidad por los mundos cinematográficos de dos 'David', Lynch y Cronenberg, que le han influenciado «tanto en el sentido plástico como en el pensamiento», a los que une Billy Wilder y sus diálogos. Esos son sus imprescindibles, aunque muchos más son los que le han dejado huella y los desgrana en esta charla cinéfila. Una memoria visual que, junto a revisiones de títulos y descubrimientos de algún autor, ha utilizado el creador como base para expresar con una imagen el universo de un director o un filme.
«En el ciclo sobre Guillermo del Toro traté de pensar en su universo de claros y oscuros y en su mundo de fantasía y misterio tan particular», describe Alonso Herráiz, que frente a las icónicas criaturas y monstruos del cine del mexicano elige las iniciales de su nombre, 'G' y 'T', para crear una imagen ayudado por la paleta que va del blanco al negro. Un recurso, el de las letras, que también utiliza cuando con la 'P' anuncia la pasión de Pasolini y con la 'F' proclama la denominación de origen de Fellini. Un abecedario para anunciar clásicos con mayúsculas, pero que también sirven para jugar con el humor, como ese 'ja ja ja' que se va haciendo grande como una carcajada para mostrar en una mirada que las risas protagonizan el ciclo de la comedia mexicana.
La exposición, que reivindica el cartel de cine en un momento en el que estos afiches están perdiendo su personalidad artística, ha sido la culminación de una intensa actividad del creador, profesor, doctor y miembro correspondiente en México de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, que también clausuró el pasado noviembre otras dos exposiciones vinculadas a su actividad reciente y protagonizada por la imagen en movimiento, la danza y la fotografía. Es el caso de 'Lo uno y lo otro', una muestra comisariada por Pablo Alonso Herráiz en la que toma como referencia su lugar de residencia, Ciudad Juárez, para mostrar la «mirada del arte en la frontera de México», una condición de final de camino, pero también de comienzo de otro. «El discurso político, el muro y Trump lo contamina todo, pero esta muestra no entra en eso sino que es una mirada antropológica-artística que recoge el espíritu de la frontera desde mi óptica de extranjero», explica sobre esta exhibición itinerante que ha recorrido siete centros expositivos del país azteca.
Con su compañía Dance Thinking, Alonso Herráiz presentó en Belo Horizonte 'Found footage Dance' (Metraje encontrado de baile), un vídeo-performance realizado con grabaciones antiguas, que en este caso eran imágenes propias. «Tenía mucha danza registrada por lo que rastreé mis archivos para hacer una selección para esta vídeo-danza que se estrenó en el Seminario Internacional de Concepciones Internacionales en Danza de Brasil», cuenta el autor, que quiere completar este proyecto adaptándolo como espectáculo en directo. «Me encantaría estrenarlo en el Pompidou», confiesa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.