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Cuesta mantenerle sentado y con toda la atención puesta en la entrevista sin que detenga la conversación para recordarle 'tal cosa' a su equipo o besar a un compañero para agradecerle su dedicación. Está a horas del estreno y eso se nota: todo tiene que ... estar bien atado para esta noche, cuando las luces del Teatro Romano se encenderán para su 'Dionisio.. la vid y mil noches...'. Rafael Amargo elige Málaga para abrir la gira de su primera producción propia en siete años, una obra sobre las pasiones humanas con la que también inicia una nueva andadura en lo profesional. La levanta con su compañía de «danza y teatro», una coletilla que no es baladí: el bailarín, que ya debutó como actor en la obra 'Piedras preciosas', piensa en su reciclaje sobre las tablas. «Tirar del cuerpo con 43 años no es fácil», asegura.
De momento, el artista, Medalla de Oro de las Bellas Artes y Medalla de Andalucía, estará hasta el 4 de agosto sobre el histórico escenario con un montaje en el que conviven todas las danzas y el texto, con música del malagueño Jesús Durán.
Dirección Rafael Amargo
Composición musical Jesús Durán
Coreografía Ramón Oller
Lugar Teatro Romano
Fecha Del 1 al 4 de agosto
Entradas Disponibles para la zona B, 20 euros
–¿Ese cambio de 'look' responde a exigencias del guión?
–El cambio de 'look' es porque Dionisio es un poco más ajado, más deshecho, más desastroso. Apolo es la elegancia y yo soy todo lo contrario.
–¿Tiene mucho de Dionisio?
–Yo soy Dionisio (ríe).
–Le gustan también los placeres de la vida. Es un hombre 'disfrutón'.
–Soy un hombre jugón.
–Entonces, ¿hay mucho de usted en esta propuesta?
–'Dionisio' es un título que me lo dieron, que me tocó. Es una cosa que íbamos a hacer al principio con Juan Estelrich, con el que volvía al mundo del audiovisual, y con Francisco Ortuño Millán en la dramaturgia. Pero todo se desvirtuó de esta manera y hemos acabado haciéndolo Ramón Oller y yo solos. Las cosas empiezan de una manera, unos se van quedando atrás, otros no entienden la versión que tú quieres hacer...
–¿Empezó entonces como encargo?
–No, más que un encargo es que Francisco Ortuño Millán me decía 'tú tienes que hacer Dionisio, porque tú eres Dionisio. Si no lo haces tú, no lo puede hacer nadie en España porque Dionisio eres tú como persona'. Vividor, manipulador, festero, los placeres...
–¿Se reconoce en esos adjetivos?
–No es que me reconozca, pero sí que soy eso mucho más que elegante, puntual, aburrido, vegetariano, vegano... Soy más al límite, del libre albedrío. Soy un desastre maravilloso.
–El liderar ahora una compañía de danza-teatro, ¿es su manera de reciclarse ante la cercanía de su retirada del baile?
–Claro, pero no me retiro, me reciclo. Es lo que me viene.
–¿Teme ese momento?
–No me preocupa, lo que pasa es que ya tengo una edad en la que tengo que pensar en la realidad. Tirar del cuerpo con 43 años no es fácil.
–Siempre está la coreografía, estar detrás del escenario.
–Me gusta mucho la coreografía pero no me gusta trabajar de encargo. Me gusta dirigir y hacer las cosas en las que sé que yo brillo.
–Ha tardado siete años en volver con un proyecto propio, ¿por qué?
–No había dinero para hacer algo grande como yo estoy acostumbrado a hacer. Ahora tampoco lo había... me he tirado a la piscina, pero luego se han ido sumando 'sponsors'. Todo sale.
–¿Qué le preocupa antes del estreno?
–Me preocupa que sea un formato tan grande que no lo pueda vender, porque con esto tengo que estar otros quince años como con 'Poeta en Nueva York'. De momento voy a Sevilla, Cádiz, La Habana, Bruselas y siete semanas en Barcelona.
–No rehuye la televisión. Ha estado ahora en 'Ven a cenar conmigo' y lleva tres años en programas de baile en México e Italia.
–Hasta los grandes cantantes se sientan en 'La voz'. Es lo que hay.
–Es lo que ahora da más estabilidad.
–Y te da una proyección que luego vuelves a hacer teatro y llenas. Se retroalimenta.
–Pero tampoco puede dejar de crear espectáculos.
–No, porque si no me quedo en la televisión como un artista de 'casting'. Y yo no soy un artista de 'casting' sino de casta.
–¿Nota más apoyos al flamenco ahora que ha pasado la crisis?
–Lo que me da coraje es que en el flamenco son solo dos o tres personas los que lo mantienen dos o tres meses en cartel. Lo demás es muy de... te dan una subvención y te tiras tres meses ensayando, y no tres semanas como hemos estado nosotros para estar tres años. Hay muchas colas de ratón y pocas cabezas de león.
–Hay muchos a los que les cuesta llegar porque no tienen un nombre mediático.
–Que se lo hagan. Que aquí no estamos por truco ni por haber sido novio de nadie. Yo no. Yo tengo títulos.
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