El Puerto de Málaga convocará cinco plazas vacantes de música y arte callejero

De las plazas libres, una es para músico y las otras cuatro son para actividades artísticas, sin música. El objetivo es ordenar la actividad callejera tras su proliferación en el Palmeral en los últimos años, una saturación que provocó las protestas de los vecinos y de la tripulación de los barcos atracados en el muelle. De esta forma, se fijaron ocho puntos a lo largo del paseo -cuatro de ellos de música- donde hacer intervenciones artísticas en dos turnos, de 10.00 a 16.00 horas y de 16.00 a 22.00 horas. Los instrumentos utilizados no pueden superar los 73 decibelios, un límite que se controlará con cuatro medidores ya instalados a lo largo del Palmeral.

Las autorizaciones se conceden por el plazo de un año y a cambio del pago de las tasas a la Autoridad Portuaria. Una cantidad que se ha fijado en 129,44 euros al año (10,79 euros al mes) para la ocupación y la misma cantidad por el desempeño de la actividad (129,44 euros al año; 10,79 euros al mes). En este último caso, la institución justifica esta cuantía ante la imposibilidad de cuantificar el volumen de negocio anual, dado que se prohíbe la contraprestación económica para el artista, sin perjuicio de los donativos que voluntariamente quieran aportar los viandantes. Además, se exige una fianza o garantía de explotación de 313,23 euros, equivalente a la totalidad de las tasas anuales más su IVA correspondiente.

Es imprescindible, además, que el artista cuente con una póliza de seguros de responsabilidad civil y de daños con cobertura para los posibles riesgos que pudieran derivarse de la actividad autorizada. Además, los titulares de la acreditación se comprometen a respetar las normas de convivencia del Puerto, lo que incluye no dificultar el paso peatonal con la actuación, no utilizar mobiliario urbano ni deteriorarlo, y no obstaculizar el acceso a los locales y restaurantes.

«La mayoría de los músicos callejeros de Málaga no pueden reunir esos requisitos para solicitar el permiso», mantiene Carlos Quintana, uno de los siete que sí han conseguido licencia y que ejerce de portavoz de un colectivo en trámites para constituirse en asociación. En un censo inicial, se apuntaron 40 artistas. Según indica, estas condiciones no se ajustan a la realidad de los artistas callejeros, sin unos ingresos fijos y con una inestabilidad inherente a la actividad. «Muchos ni siquiera tenían el dinero inicial para la fianza, el seguro y el autónomo», explica. Lamenta que la Autoridad Portuaria no haya contado con ellos para perfilar la regulación y valorar propuestas como la reducción de los turnos (ahora de seis horas al día por persona) para dar cabida a más artistas. Tras tres manifestaciones sin resultado, aseguran que mantendrán su protesta cada mañana frente a la Autoridad Portuaria hasta ser escuchados por algún responsable.