«Estamos impresionados». Regina Pérez Castillo destila el sentir general del grupo en esta calurosa mañana de agosto con la Colección del Museo Ruso cerrada ... al público y abierta sólo para sus ojos. Los suyos y los de Luz Prado, Miguel Ángel Benjumea y Pablo Capitán. Lo cuatro van a levantar el 'Monumento al desencanto', el primer proyecto artístico compartido por el Centre Pompidou Málaga y el Museo Ruso, como propuesta ganadora de la primera edición de la Beca Vasos Comunicantes, convocada, con la colaboración de DKV Seguros, por la agencia municipal que gestiona ambos espacios.
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Pérez Castillo es la comisaria de un proyecto multidisciplinar que, con permiso de la pandemia, espera inaugurarse en la primera quincena de diciembre y que ya empieza a perfilar sus formas en las cabezas de los cuatro integrantes del equipo. "Viendo las colecciones del Museo Ruso surgen muchas ideas, posibles diálogos, correspondencias... El proyecto gira en torno a la idea del desencanto y esa premisa está muy presente en muchas de las obras de la exposición sobre el realismo", avanza Pérez Castillo durante la primera visita del equipo artístico al Museo Ruso y al Pompidou.
Pablo Capitán toma fotografías de casi todo con el teléfono móvil y guarda prudente silencio. Suya será una de las piezas que está llamada a convertirse en icono visual de la propuesta. "¿Una instalación escultórica?", le preguntan. "Prefiero no adelantar nada", ofrece discreto. "Para mí tomar las fotografías, como visitar el espacio donde se va a instalar la pieza, es parte fundamental del proceso. Los espacios del museo son muy interesantes, también las plazas exteriores... Quedan muchas decisiones por tomar", comparte.
Benjumea deja salir un suspiro cuando se le pregunta por las primeras impresiones en la primera visita: "La idea de esta primera toma de contacto es ver las posibles conexiones que se pueden establecer con las colecciones de ambos espacios". Porque los promotores de la propuesta ganadora del concurso, que cuenta con una dotación económica de 10.000 euros, insisten en que una de las máximas del proyecto pasa por tender puentes entre su 'monumento' y las obras expuestas tanto en el Museo Ruso, como en el Pompidou.
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"Las colecciones actuales de ambos espacios brindan una cantidad enorme de posibilidades. Por un lado tenemos la exposición sobre el realismo ruso y, por otro, el montaje sobre el arte español hecho en Francia en el Pompidou que da cuenta de una parte muy importante del arte español realizado fuera de nuestro país durante el franquismo", esboza la comisaria. Porque, al fin y al cabo, el proyecto 'Monumento al desencanto' tiene una notable carga política. "Ambas exposiciones conectan mucho con nuestro discurso", remata Benjumea.
No en vano, el proyecto ganador de la primera convocatoria de la Beca Vasos Comunicantes ofrece estas primeras credenciales en su carta de presentación: "Es el desencanto con la política y los políticos, la evaporación de la creencia en que merece la pena participar en los asuntos públicos como forma de mejorar la vida social y propiciar un mundo más digno, el descrédito de las utopías y el debilitamiento de los sentimientos políticos que propician la adhesión de los ciudadanos a sus líderes y a las causas defendidas por estos, la circunstancia histórica y social que motiva este proyecto artístico".
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Así, 'Monumento al desencanto' preveía, en principio, la instalación de 'la obra' en el Museo Ruso y la dedicación del Pompidou a dar cuenta del proceso de documentación de la pieza. Sin embargo, ese esquema también ha quedado en el aire después de la primera visita a ambos espacios. "Tenemos que pensar y debatir mucho todavía...", desliza Pérez Castillo. Y justo de ese hilo tira Luz Prado: "Este es un trabajo grupal. Y justo esa es una de las características de este proyecto que me hace más ilusión: sacarlo adelante de manera conjunta".
Tras la visita al Pompidou y al Museo Ruso, el grupo volverá a reunirse en septiembre para las primeras sesiones de trabajo sobre el terreno. "Quiero volver, por supuesto. Tengo que ver con detenimiento cada obra de cada exposición porque a cada paso surgen nuevas ideas, nuevas relaciones que podemos establecer", adelanta Pérez Castillo sobre el proyecto que ganó la primera edición de Vasos Comunicantes a principios de abril y que ha debido esperar al levantamiento de la alerta sanitaria para ponerse de nuevo en marcha.
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"'Monumento al desencanto' propone una investigación colectiva sobre la situación socio-política actual y su posterior materialización metafórica en una pieza monumental e instalación musical que reflejen, precisamente, el signo de nuestros tiempos", desliza la memoria del proyecto. Y es curioso. Puede que así sea, que la desazón sea el signo de nuestros tiempos. Pero viendo a los creadores y comisarios de este futuro 'Monumento al desencanto', casi nadie lo diría.
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