Un momento de la representación en el Echegaray. daniel pérez. T. E.
Teatro Echegaray

'4:48 psychosis', mirar a la cara a la depresión y el suicicio

La directora Nora S. Cantero debuta con una contundente, visual y bienintencionada adaptación de la obra póstuma de Sarah Kane

Jueves, 2 de febrero 2023, 00:19

En el confinamiento tuvimos más tiempo del habitual para estar con nosotros mismos. Y el encierro por motivos de salud acabó teniendo efectos secundarios relacionados ... con los transtornos mentales. Precisamente, una de las fronteras que derribó la pandemia fue el tabú de la depresión o el suicidio, que llegaron a los titulares de los medios y han pasado de ser un drama individual o, a lo sumo, familiar, a una preocupación social. En ese contexto se estrenó anoche en el Teatro Echegaray '4:48 Psychosis', la última obra que escribió la dramaturga británica Sarah Kane antes de poner fin a su vida. Su dolor y ansiedad están precisamente en el origen de esta pieza que ha llevado a las tablas la joven directora Nora S. Cantero, con el apoyo de un grupo de actores surgidos de la ESAD y que forman la nueva compañía No Estés Triste Producciones.

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El nombre de la formación no es casual ya que eso de que no se pongan tristes es precisamente lo que suelen escuchar muchas personas que sufren trastornos mentales. Eso y que no es culpa suya. Así nos lo grita esta adaptación que, más que contarnos una historia, trata de meternos en la piel de una persona afectada para que sintamos su sufrimiento, angustia y desesperación. Un estado que no desaparece con buenas palabras. Ni tampoco con fármacos que, en la mayoría de los casos, anula el problema, pero también a la persona. Y sin dar con la solución. Porque nunca es fácil. Esa dependencia de la pastillita está muy presente en la obra, que no duda en calificar de circo algunos tratamientos médicos.

Antes de empezar el espectáculo, te reparten unas cuantas píldoras de colores –caramelos que ayudan a endulzar lo que después vamos a ver– y un prospecto como los que vienen en las cajas de fármacos. No están mal esas instrucciones como plan de ruta a la contundente y sensorial puesta en escena de esta bienintencionada obra que logra meterte en el laberinto de la ansiedad y la depresión extrema, aunque a la vez el montaje sea muy deudor de los tiempos que corren con una sucesión de escenas en la que lo visual y la repetición prima demasiado sobre el relato.

No quiere pasar inadvertida esta adaptación que te provoca, con escenas incluso de violencia o con esa escenografía semanasantera que convierte a la protagonista en una dolorosa. '4:48 psychosis' se apoya así en una vigorosa interpretación de siete actores –mención para Alicia Persé y Álvaro Vega– que se transforman en cucarachas muy humanas y se dejan el pellejo para hacernos sentir la desesperación vital de los problemas mentales, de los que ninguno estamos a salvo ni sabemos hasta donde nos podría afectar.

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