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De la prohibición alcohólica al actor etílico

De la prohibición alcohólica al actor etílico

Albas y Ocasos ·

Tal día como hoy nacía la Ley Seca que a su vez engendraría la mafia líquida, y moría Robert Mitchum, quien tuvo la fortuna de aficionarse al bourbon en la era post Elliot Ness

TERESA LEZCANO

Málaga

Domingo, 1 de julio 2018, 00:48

LEY SECA | 1-7-1917 a 5-12-1933

El uno de julio de 1917 nacía, no por generación espontánea sino por enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, la llamada Ley Seca, que sería ratificada federalmente un año y medio más tarde, y que no consistía en mostrarse antipático por decreto sino ... en la prohibición de manufacturar y consumir bebidas espirituosas, exceptuando la importación de vino de Jerez para uso medicinal o religioso. Habida cuenta sin embargo que el Jerez tenía unos precios desaforados para el común de los mortales que gustaban de empinar el codo con mayor o menor frecuencia e intensidad, los americanos del norte se percataron de que súbitamente estaban todos muy sobrios pero también muy cabreados; circunstancia que aprovecharon algunos espabilados para montarse un sofisticado negocio de bebederos y bebedores clandestinos que no sólo remojaron convenientemente la sequedad de la ley sino que, aprovechando que el río Chicago pasaba por la homónima «ciudad de los vientos», se sacaron de la manga etílica un embrión mafioso que no tardó en multiapradinarse por el territorio estadounidense con notable afán gangsteril. De ese modo, mientras el ciudadano de a pie iba adquiriendo, a precios exorbitantes y en el mercado negro, unos grados de ebriedad ilegal, los Al Capone y Dean O´Banion de turno iban jugando al escondite y a las dianas móviles con bandas rivales y con los intocables de Elliot Ness, que resultaron mucho más tocables de lo previsto. Después el congreso estadounidense se dio cuenta de que el remedio seco había sido mucho peor que la enfermedad líquida y derogó la prohibición con una nueva enmienda a la enmienda, aunque al recién constituido crimen organizado ya no había quién lo desorganizara. Y es que el desorganizador que lo desorganice, muerto desorganizador será...

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