La película coreana 'Parásitos' hace historia al triunfar en los Oscar

El triunfo de 'Parásitos' supuso la derrota de 'Dolor y gloria' que competía con la revelación de la noche por el Oscar a la película internacional, mientras que su protagonista, el malagueño Antonio Banderas, tampoco pudo materializar su primera nominación ya que en la categoría de actor principal no hubo sorpresas y ganó Joaquin Phoenix por su papel del sonriente 'Joker'. A diferencia de la cinta coreana, el filme de animación español 'Klaus', que en las últimas semanas ganó muchos aplausos y numerosos partidarios, no pudo repetir el golpe de mano y vio como su gran rival, 'Toy Story 4', se hacía con el premio. Aquí no hubo sorpresa y el cine español se fue contento de estar allí, pero de vacío.

La sorpresa de 'Parásitos' se comenzó a fraguar cuando en la primera hora de la gala se hizo con el Oscar al guion original, que el director Bong Joon-ho subió a recoger para dedicárselo a la «inspiración» que es su mujer y a su país, Corea del Sur. La cinta mantuvo un pulso con la película 'made in Hollywood' con más opciones de ganar, la crónica bélica de Sam Mendes '1917', que fue recogiendo galardones a cuentagotas a lo largo de la noche. Al final se quedó en tres premios técnicos (fotografía, sonido y efectos especiales), que no disimularon la sensación de absoluta derrota ante la victoria de la fresca, original y perversa historia familiar de los coreanos.

El fracaso fue todavía mayor para 'El irlandés', la cinta de Martin Scorsese que no se llevó premio alguno, aunque el cineasta asistió a la declaración de admiración que le profesó el director Bong Joon-ho cuando subió a recoger el galardón de mejor realizador. Ni siquiera el apartado de guion adaptado fue para la película de Scorsese que ya se olió que no era su noche cuando el premio en esta categoría se lo llevó contra pronóstico la cinta de Taika Waititi 'Jojo Rabbit'.  

La española Penélope Cruz también participó del éxito de 'Parásitos' ya que fue la encargada de entregar la estatuilla a la película internacional. La actriz no pudo repetir su famoso grito de «Peeeeedroooooo» para anunciar el triunfo de su querido Almodóvar y, en esta ocasión, pronunció en un perfecto inglés el título de la cinta asiática que, desde el pasado Festival de Cannes, ha ido arrebatando galardones a la española 'Dolor y gloria'. En el caso de los Oscar, es la primera vez en sus más de nueve décadas de existencia que coincide el premio de producción de habla no inglesa y el gran galardón de mejor película, lo que se debería evitar para próximas ediciones ya en ese caso el de cinta extranjera pierde su sentido y efectividad.

Si emocionante y sorprendente fue el final de la gala por el resultado, los premios interpretativos -como gran parte de la gala- estuvieron marcados por lo previsible. Caso de Joaquín Phoenix ('Joker'), que realizó el esperado discurso comprometido de la ceremonia. En este caso con una reivindicación del ecologismo y el movimiento vegano, además de apelar a la humanidad y hacer algo de autocrítica: «He sido egoísta, cruel y difícil al trabajar, pero ustedes me han dado una segunda oportunidad», dijo el actor, que acabó emocionado al acordarse de su hermano, el malogrado River Phoenix.

El de interpretación femenina protagonista fue para Renée Zellwegger por 'Judy', el biopic sobre la actriz y cantante Judy Garland que, paradójicamente, nunca ganó un Oscar. En los galardones de reparto, el más tempranero fue el de actor para Brad Pitt por su papel de doble de escenas de riesgo en 'Érase una vez en… Hollywoood'. Tarantino le puso en bandeja su primera estatuilla y el artista le dedicó el premio, después de lanzarle un tirito al Senado de Estados Unidos por no permitir testificar al exasesor de seguridad de la Casa Blanca John Bolton en el juicio político en contra del presidente Donald Trump.

El guion también se cumplió con la actriz secundaria, Laura Dern, que se hizo con un previsible galardón por su contundente y arrollador papel de abogada en la cinta 'Historia de un matrimonio'. El momento de glamour musical lo puso «Sir Elton John», como fue llamado al escenario para recoger el premio a la canción original por 'Rocketman'. Agradecimiento para todos y unas gafas -marca de la casa- que no pasaron desapercibidas. Más aire de renovación tuvo el Oscar a la mejor banda sonora para la chelista Hildur Guðnadóttir por 'Joker', que escribió la partitura sobre guion y antes de que la película se rodase.

La gala, que volvió a carecer de presentador, fue larga y en ocasiones espesa, como es habitual, pero durante sus tres horas y media contó con grandes números musicales, como el espectacular número de Janelle Monáe para abrir la gala. El momento de ‘Frozen 2’ contó con cantantes en diferentes idiomas de la banda sonora de la película. Entre ellas no faltó Gisela, que en lugar de como española fue identificada como ‘Castilian’ (castellana), mientras que la cantante latina, Idina Menzel, fue rotulada como «spanish». Un pequeño lío.

Entre los primeros galardones de la noche también se resolvió la incógnita del ganador al mejor largometraje de animación, que se lo llevó la todopoderosa cinta de Pixar y Disney ‘Toy Story 4’ y acabó con el sueño de la deliciosa película española ‘Klaus’, que desde su inesperada nominación ganó muchos partidarios, aplausos y apoyos hasta el punto de hablarse de ella como ganadora. La cinta nacional disputó hasta el final el triunfo a una producción apoyada por toda la maquinaria de Hollywood.

Al filme español le faltó el empujón final y el toque de fortuna de ‘Parásitos’ que, con sus casi 12 millones de dólares de presupuesto y obligando a leer subtítulos a los académicos y espectadores norteamericanos, se impuso a películas que, de largo, superaban los 100 millones de presupuesto. Un triunfo del talento en una noche histórica en la que la Academia dio toda una lección de aperturismo y modestia. Y de su disposición a aprender idiomas en esta nueva era de sus nonagenarios premios.