Mario Casas: «No es solo por 'No matarás', son unos años atrás de pelis»

Casas recordaba sus papeles en 'El practicante', 'Hogar' y 'El fotógrafo de Mathausen', convencido de que su carrera anterior «ha tenido que ver con esta nominación y con el Goya». Este galardón marca un punto de inflexión en su trayectoria, porque Casas ha intentado quitarse durante años el 'estigma del guapo' a base de películas menos comerciales donde ni su físico era lo prioritario ni su público el adolescente. Pero nunca hasta ahora se le había valorado. «Estoy muy agradecido a los académicos», se limitó a decir cuando la prensa incidía en este asunto.

Recibía el premio feliz, él y su familia. «¡No me han dejado escuchar mi nombre! Les hacía más ilusión a ellos que a mí. Me han pegado como una batidora», contaba todavía con la adrenalina del galardonado. Con esta fórmula virtual de gala, el Goya tardará unos días en llegar a casa, pero el actor reconoció que ha disfrutado de esta ceremonia «igual o más» que de una tradicional. «Porque estaba con toda mi gente, ha sido especial compartirlo con toda la gente que quiero», afirmó.

A su lado en la pantalla, Patricia López Arnaiz, mejor actriz protagonista por 'Ane', admitía que aún no era consciente de lo logrado esa noche. «Es raro, son tantas emociones tan fuertes… Es algo tan emocional que a nivel mental no se ha digerido del todo», declaró. Aseguró que el Goya le ha «pillado por sorpresa». «Es una peli pequeñita que no tienes garantías de qué recorrido va a tener. Por eso es un extra de regalo, una sorpresa tremenda. Esto es una barbaridad», dijo con una emoción evidente. Este papel, contó, ha sido una de las experiencias «más gozosas de su vida», un rol que le vació por dentro, «pero con todo el placer del mundo».