De los Goya de 3.000 invitados al de solo 30

Puede parecer una repetición de lo que vimos y vivimos el año pasado, pero nada más lejos de la (tele)rrealidad. Son los mismos premios, los Goya, y la ciudad en la que se entregan también repite, Málaga, pero las similitudes empiezan y acaban ahí. Porque, pandemia mediante, la gala de los premios del cine español de 2021 se va a parecer poco a la de hace un año, cuando la Academia de Cine «tiró la casa por la ventana», como ha dicho esta semana el presidente de esta institución, Mariano Barroso, a una pregunta de SUR. Ahora toca «contención» en el gasto y «responsabilidad» ante la crisis sanitaria, lo que se traduce en que la ceremonia de esta 35 edición podríamos etiquetarla como familiar.

Por contra, el pasado año se desató una auténtica guerra por las entradas, que fueron el objeto más deseado en las semanas previas al evento. El resultado fue que el transformado y glamouroso Martín Carpena recibió a más de 3.200 personas en sus gradas entre nominados, académicos, políticos, patrocinadores, amigos, profesionales del cine e invitados varios. Este año, el escenario de la gala, el Teatro del Soho Caixabank y sus casi 900 butacas, estarán vacías. Ni siquiera pisarán el auditorio de calle Córdoba los candidatos de esta edición que, en la decisión más polémica de la gala, se conectarán desde sus respectivas casas.

Veremos salones y fondos escogidos en lugar del tradicional atril con el escenario Goya detrás, aunque algunas películas, sobre todo las más nominadas, han optado por reunir a sus premiables en un mismo espacio, manteniendo los protocolos de seguridad. «Nosotros vamos a estar en un hotel de Madrid, donde la productora ha reservado habitaciones para cada uno de los que competimos», revela la guionista Marina Parés, que opta a una de las cinco nominaciones de 'Ane', que aspira también al premio a la mejor película. Por su parte, Natalia de Molina también ha confirmado que, en lugar de casa, la productora de 'Las niñas', la cinta por la que compite a mejor actriz de reparto y que es una de las favoritas de la noche, también les ha facilitado un escenario más propicio desde el que conectarse telemáticamente a la gala y, en caso de escuchar su nombre cuando se abra el sobre, dar el necesario discurso.

Aunque este tipo de entregas a distancia ya se han visto en los pasados Emmy y esta misma semana en los Globos de Oro, las conexiones son una incógnita para el programa televisivo que es lo que este año será un esencia los Goya en lugar del tradicional espectáculo en directo y con público. Así, los únicos que desfilarán por el escenario del Teatro del Soho Caixabank serán los treinta y tantos actores y directores que se encargarán de ir anunciado los ganadores, como anunció el propio Barroso en la reunión vía Zoom con los nominados para explicarles la mecánica de esta inédita edición.

No obstante, en las cuentas finales van a salir algo más de treinta personas en el escenario. Los entregadores de premios son 33 (con Almodóvar, Amenábar, Bayona, Penélope Cruz, Antonio de la Torre y Belén Cuesta, al frente), a los que hay que unir los presentadores y directores de la gala, Antonio Banderas y María Casado; los cinco artistas de los números musicales (Aitana, Vanesa Martín, Nathy Peluso, Diana Navarro y Carlos Latre); la única premiada que sí estará en Málaga, Ángela Molina (Goya de Honor), y los miembros de la Orquesta Sinfónica de Málaga. Total, algo más del medio centenar que serán los que pasen por una alfombra roja que se antoja algo 'light'.

Hablando de cifras, en lo que tampoco se parece en nada esta gala a la del año pasado es en su presupuesto. Si en 2020, la Academia dispuso de 3,2 millones de euros para organizar la gala –de los que 2,4 millones fue el canon aportados por los patrocinadores, Ayuntamiento, Diputación, Junta de Andalucía y Unicaja–, esta edición la cifra no se ha revelado, pero hay una absoluta ausencia de dinero público y el apoyo bancario ha venido por el socio de Banderas en el teatro, Caixabank.

La propia ciudad vivió el pasado año el evento con la exhibición estrella de la estatuilla en el Ayuntamiento, por donde pasaron cientos de personas. Nada que ver con este año por las restricciones de la pandemia, aunque el propio Banderas ha optado por exhibir estos días sus tres Goya en el restaurante del Teatro del Soho, Tercer Acto, por si alguno quiere verlo de cerca. Todo lo ensayado en 2020, tiene este año una versión reducida, cuando no inexistente. En lo que sí se repite el guion es que para el día de los premios dan agua. En la del año pasado cayó una tromba tremenda con inundaciones incluidas. Esperemos que en la de este sábado se repita también lo de la versión reducida.