1994: Un gesto para la historia

Nadie discute que 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', 'Todo sobre mi madre', 'Qué he hecho yo para merecer esto', 'Volver', 'Hable con ella' y más recientemente 'Dolor y gloria' están en la cúspide artística. Sin embargo, el metraje de 'Kika' está lleno de esa simbología propia; una idiosincrasia humorística del director manchego que en los años siguientes terminaron por formar parte de la cultura española. En realidad, el filme es un compendio algo irregular de todo lo que había hecho hasta entonces. Un cajón de sastre dedicado a los fans que intentó repetir años más tarde con la muy fallida 'Los amantes pasajeros'.

El propio Almodóvar, unas semanas antes, se refirió al personaje de Kika en un artículo publicado en prensa: «Quería que fuera una chica ingenua, como la mejor Marilyn, que no conoce la consciencia del riesgo (como la Candela-Barranco de Mujeres ... ), positiva y sin prejuicios, siempre dispuesta (como Patty Diphusa), sensible y contemporánea (como la Holly Golightly de Desayuno con diamantes, mi eterna referencia femenina). Un personaje de un optimismo casi surreal».

Y claro, nadie mejor para ese papel que Verónica Forqué, una de las actrices mejor valoradas hasta el momento, y que con este papel se hizo con su cuarto Goya en apenas ocho años de historia de los premios.

Pero no solo funciona el personaje protagonista. Victoria Abril resulta brillante en su papel de Andrea 'Caracortada', la antagonista. Pero sobre todo, 'Kika' significó la explosión definitiva de Rossy de Palma, una secundaria imprescindible para entender el mundo de Almodóvar. Ahí quedará ese gesto con las dos manos en la cara frente al espejo que quedará en el recuerdo de la comedia española de finales del siglo XX.

A pesar de todo esto la película no tuvo buena acogida. Es cierto que consiguió ocho nominaciones, pero tan solo se llevó el premio a mejor actriz para Forqué.

La octava gala de los Premios Goya tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Madrid el 21 de enero de 1994. La maestra de ceremonias fue Rosa María Sardà, que además de presentar los galardones se llevó la estatuilla por '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?'.

Dejando 'Kika' a un lado, la gran triunfadora de la noche fue 'Todos a la cárcel'. El filme de Luis García Berlanga –que también está lejos de sus mejores trabajos– se alzó con los premios a mejor película, director y sonido. Juan Echanove ('Madregilda') y Tito Valverde ('Sombras de una batalla') se llevaron los premios interpretativos de ese año.