Hace 34 años que Antonio Banderas fue nominado por primera vez al Goya. Acababa de salir de Málaga con un sueño y unas pocas miles de pesetas en los bolsillos. Su papel en 'Átame', de Pedro Almodóvar, le dio la posibilidad de levantar el premio como mejor actor de reparto, conquistado finalmente por Miguel Rellán. Desde entonces ha sido nominado hasta en cinco ocasiones, cuatro de ellas con Almodóvar como director, pero nunca ha ganado. La Academia se reconcilió con el malagueño en 2014 al concederle el Goya de Honor, mucho después de su aterrizaje en Hollywood, donde abrió puertas a otros intérpretes españoles como Penélope Cruz y Javier Bardem. Ahora, con la industria a sus pies por su actuación en 'Dolor y gloria', que le ha valido el premio en Cannes y nominaciones a los Globos de Oro y los Oscar, Banderas puede hacerse con su primer Goya en competición.
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Es la categoría con menos incertidumbre. Todos dan por hecho que el malagueño levantará el galardón, pero no hay nada garantizado hasta que Javier Gutiérrez, Juan Diego, Óscar Jaenada y Manolo Solo, encargados de entregarlo, no abran el sobre. Banderas compite con su paisano Antonio de la Torre, el actor más nominado en la historia de los Goya, el veterano Karra Ejalde y Luis Tosar, siempre brillante y muy valorado por los académicos.
El Goya para Banderas puede considerarse una cuestión de justicia histórica. Ya en los noventa consiguió papeles de peso en títulos de éxito como 'Philadelphia', 'Entrevista con el vampiro', 'Desperado' y 'Nunca hables con extraños'. Ya consagrado como figura de primer orden en la industria estadounidense, alternó papeles en grandes producciones ('Evita', 'La máscara del zorro') con un apoyo incondicional al cine alternativo y la ambición hasta entonces enmudecida de dirigir películas, que lo llevó a rodar 'Crazy in Alabama' y 'El camino de los ingleses'.
Cerca de ochenta interpretaciones y cinco nominaciones a los Globos de Oro avalan su trayectoria cinematográfica, a la que le acompañan diferentes aventuras como productor, cantante, fotógrafo y empresario. Durante años monopolizó la presencia española en Hollywood. Ha sabido reinventarse en no pocas ocasiones, como demostró su debut en Broadway con el musical 'Nine'. Pero si alguna faceta aplaude Málaga con entusiasmo es, sin duda, la de exportador incansable del nombre de su ciudad, la de cofrade apasionado que exhibe un marcado acento andaluz cuando la situación lo requiere. Porque quizá, en lo más íntimo, Antonio Banderas sigue siendo José Antonio Domínguez, aquel chico que salió del sur de Andalucía con más anhelos que pesetas en los bolsillos.
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