Secciones
Servicios
Destacamos
Habla con descargo. Lleva catorce nominaciones a los Goya, pero el peso se lo quitó el pasado año cuando ganó al fin su segundo premio –el primero al protagonista– por 'El reino'. Ahora vuelve como nominado con 'La trinchera infinita', pero con la tranquilidad de ... que es el último ganador. Por eso dice que viene de fiesta, a celebrar en su ciudad natal la década prodigiosa que ha vivido como uno de los grandes de nuestro cine. Ayer adelantó el viaje para presentar su película en el Albéniz, dentro de las actividades previas que ha organizado la Academia a la gala de entrega de los Goya del 25 de enero. Y antes, Antonio de la Torre (Málaga, 1968) se citó con SUR para hablar de cine, premios y... goles.
–¿Qué supuso ganar el Goya el pasado año?
–Una alegría. No te voy a negar que me hubiera hecho más ilusión ganarlo este año en Málaga que el pasado en Sevilla, pero allí es donde vivo y también fue especial. Para mí, era un premio anhelado porque llevaba 13 nominaciones. Con el tiempo aprendes que las nominaciones son un premio en sí mismo por la promoción que te da. Pero parafraseando a Luis Aragonés, del subcampeón no se acuerda nadie, así que lo que quiero es ganar, ganar y ganar.
–¿Se quitó un peso de encima con el Goya por 'El reino'?
–Sí. A veces vas muy tranquilo por que ves claro que no tienes opciones, pero otras veces lo he pasé peor porque iba con expectativas y terminaba siendo una decepción, con sensación de derrota. Ahora que lo miro a toro pasado, ha vivido una década increíble de sueños profesionales y me tomo este viaje a Málaga como mi fin de fiesta. ¡Qué mejor manera de celebrarlo que en mi ciudad!
–Usted es candidato por una película vascoandaluza, 'La trinchera infinita'. No todo pasa ya por Madrid.
–Todo lo que sea difusión del cine ayuda a potenciar la industria. Los Goya no dejan de ser un escaparate y lo importante es el material. Y para eso tiene que haber una política de Estado que apueste por la cultura y, a partir de ahí, hay muchos creadores con ganas de hacer cosas, tanto en Andalucía como en España. Un ejemplo es el corto del malagueño Pablo Barce, 'El Nadador', que es candidato al Goya. Me ha encantado la idea, los actores, la historia y cómo está rodado.
–En el Goya al mejor actor compite con su paisano Antonio Banderas, que además estrenó este lunes nominación al Oscar…
–Me alegro mucho porque es el pionero, el que abrió las puertas de Hollywood a todos. Creo que ha tenido una carrera importante que, como todas, tiene momentos más gloriosos y otros menos. Por eso la nominación al Oscar es una gran coronación para un actor que, por otra parte, le queda todavía mucho por cortar. Pero se lo merece y seguramente, como me pasó con el Goya, él también se ha quitado un peso de encima al ver que esos 25 años que vivió en Los Ángeles han terminado dando su recompensa. Aunque ha sido tras su colaboración con Almodóvar. Es curioso este oficio, porque nunca sabes donde vas a encontrar el éxito y el fracaso, el dolor y la gloria, nunca mejor dicho.
–Además de celebrar su década prodigiosa, ¿se ve ganando el Goya?
–Ganar por segundo año consecutivo está complicado. Por eso, voy a disfrutar de mi vuelta a Málaga y pensar en mis padres. Estarían muy ilusionados de ver que su hijo regresa como un actor con una carrera más o menos consolidada. Y nominado.
–En los premios Forqué 'La trinchera infinita' dio la sorpresa al ganar mejor película. ¿el Goya está más cerca?
–Lo veía complicado tanto para el filme como para mí. Vota gente diferente en uno y otro premio, pero parece que ahora hay más opciones, sobre todo para la película. Ya veremos.
–No para de trabajar en nuestro país, pero también tiene un nuevo proyecto internacional.
–He participado en la serie 'Spanish Princess' para la cadena norteamericana Starz. Lo rodé a finales de 2019 en Bristol y encarno al padre de la protagonista, pero fue solo un capítulo.
–En febrero estrenará 'El plan'. ¿Fue una apuesta personal esta cinta?
–Se basa en una obra de teatro de Ignasi Vidal que me encantó cuando me dijo Raúl Arévalo que fuera a verla. Y cuando me enteré que iban a hacer la adaptación al cine y que estaría Raúl, me lancé. Es una película que arranca con comedia y tiene un giro muy potente.
–La serie 'La línea invisible' retrata el comienzo del terrorismo en el País Vasco. ¿Cómo será su personaje del comisario Melitón Manzanas?
–Todavía no puedo avanzar mucho, pero trata sobre el origen de ETA en los años 60 y se emite en Movistar este año. Ya no vivimos la violencia y, obviamente, se ha perdido el miedo que a veces bloquea y te impide contar las historias. Afortunadamente ya no está ese miedo y nos podemos acercar a lo que pasó.
–La serie la dirige el presidente de la Academia, Mariano Barroso. ¿Esto da puntos a los Goya?
–Ja, ja. Como mucho tendría su voto. Y solo es uno de los 1.600 que votan.
–Me dicen que ya son 1.700…
–Pues más difícil todavía.
–¿Usted llegó tarde a los grandes papeles?
–Es que esos te llegan cuando cumples una edad. Cuando eres joven es difícil acceder a personajes que tienen que ver con los grandes momentos de la vida, cuando eres más maduro y los conflictos más profundos.
–¿Situamos el papel del 'topo' Higinio de 'La trinchera...' entre estos últimos?
–Me ha llegado en un momento en mi vida en la que estoy rozando el palo para hacer un personaje que va desde su juventud hasta hacerse viejo. A partir de ahora van a ser más difícil que me los ofrezcan, así que ha sido una gran oportunidad.
–¿Se siente querido?
–No le puedo gustar a todo el mundo pero en general he conocido el amor y el afecto y el reconocimiento. Habrá gente que pensará que soy gilipollas, porque siempre metes la pata en algún momento y no puedes caer bien a todo el mundo. Además sería sospechoso pasar por la vida de manera intachable. Pero en lo personal siempre he tratado de mantener un ojo abierto a la empatía y, a nivel profesional, hacer bien mi trabajo y ser buen compañero. Como diría Pablo Iglesias, la historia nos juzgará no por lo que hacemos, sino por lo que somos. Aunque cuando me muera ya creo que todo dará igual.
–¿Y qué hacemos con el Málaga?
–Por lo pronto, celebrar la victoria ante la Ponferradina y esperar que se mantenga en Segunda. Es una pena lo que le ha pasado a Víctor Sánchez del Amo, que estaba haciendo un buen trabajo y espero que algún día vuelva al Málaga.
–Su comparación de que el club es una versión catarí del «loperismo» ha tenido éxito.
–Ja. ja. Ha sido muy comentado. Sigo al equipo, lo veo y lo siento, pero no tengo toda la información sobre la gestión. El Málaga ahora mismo es propiedad del señor Al Thani y, si no va a vender, lo mejor es soñar que lo va a hacer lo mejor para el club que al fin y al cabo es suyo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.