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Manu Sánchez, Ángel Rodríguez Cabezas, David Burbano, Roy Laguna, Juan A. García Galindo y Rafael Díaz, ayer en la gala de premios. Migue Fernández
Premios Ateneo de Málaga

Cinco medallas y una misma razón: llevar la cultura de Málaga por bandera

El Ateneo reconoce el trabajo y entrega de Manu Sánchez, La Casa Amarilla, Ángel Rodríguez Cabezas, Rafael Díaz Pineda y Juan Antonio García Galindo

Viernes, 3 de mayo 2024, 00:24

La belleza de la cultura de Málaga se puede encontrar en muchos detalles. Y en miles de rincones. Como en la Sala Fundación Unicaja María ... Cristina. Como en las historias de tantas personas que han llevado, llevan y llevarán a la ciudad por bandera con su trabajo y esfuerzo. Pues en esa sala y con parte de esas personas tenía una cita ayer el Ateneo de Málaga y sus Medallas de Oro que cada año premian el trabajo y la entrega por y para la ciudad con un acto tan histórico que cumple este 2024 su 39.ª edición. Cinco medallas y una misma razón: llevar la cultura de Málaga allá donde van. Ellos son Ángel Rodríguez Cabezas, La Casa Amarilla (David Burbano y Roy Laguna), Manu Sánchez, Rafael Díaz Pineda y Juan Antonio García Galindo, reconocidos en una velada que arrancó con la voz de María Villalón, las manos de Paula Coronas al piano y con la batuta de la presentadora Celia Bermejo. Poco a poco llegaron las palabras de los protagonistas de la noche.

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«Ejemplo de médico humano y humanista, reconocido por la medicina pero también por su tarea como escritor y editor». Así presentó a Ángel Rodríguez Cabezas la vocal del Ateneo Rosa Romojaro. Él, doctor en Medicina y Cirugía con una carrera profesional incansable, subió al escenario para agradecer y recoger su Medalla de Oro: «No es mérito mío el haber tenido gran afición y pasión por la literatura porque, verán, la medicina es una de las profesiones que más vocaciones presta a las artes por el profundo conocimiento que tenemos a través del contacto diario con las enfermedades», concretó el premiado.

«A veces en esta Málaga nos cegamos con los focos y olvidamos lo realmente elemental y sencillo. Y esta historia es de una sencillez arrebatadora, aquí es donde están las raíces, la identidad y la autenticidad». Esas fueron las emocionantes palabras que Mónica López y Pilar Flores dedicaron al presentar el premio a La Casa Amarilla, la galería de arte contemporáneo capitaneada por dos agitadores incansables y entusiastas como David Burbano y Roy Laguna. «Esta medalla es el reconocimiento a un valor profesional que ha tenido este señor (David Burbano), que cumple 15 años al frente de este proyecto empeñado en cada cosa que hace», defendió Roy Laguna. Mientras, Burbano, emocionado, agradeció al Ateneo y con los ojos brillantes lo dijo: «No sabéis cuánto de importante es esto».

«Tiene un virtuosismo comunicativo y defiende este acento que nos hace único y libres». El siguiente galardonado fue el humorista y presentador Manu Sánchez y así lo definió Paula Coronas en su presentación. El comediante sevillano comenzó su carrera en Málaga y ayer volvió para hacer reír con sus recuerdos. «Me siento muy malagueño. Aquí fueron mis primeras veces de verdad, en Antequera y luego en la capital. En Sevilla aún subrayan que soy de Dos Hermanas cuando hablan de mí, como si tuviera que seguir ganándome el título de sevillano. Pero aquí siempre me habéis hecho sentir uno de los vuestros. ¡Aquí hay que venirse para siempre!», exclamó.

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Desde el objetivo

«Hemos visto el mundo a través de su objetivo y ha dado la información desde su punto de vista con un ejemplo claro de humanidad y ética periodística». El penúltimo de la noche fue para el decano del periodismo malagueño Rafael Díaz Pineda, al que Victoria Abón dedicó estas palabras antes del galardón. Y el periodista gráfico no se olvidó de los suyos en su discurso: «Quiero y deseo que esto sea también para todos mis compañeros por la labor informativa que hacen diariamente y que tan poco se reconoce».

«En 1974 un joven estudiante se inscribió como socio del Ateneo, hoy se reconoce su mérito como decente e investigador». Cincuenta años después, Natalia Meléndez recuerda así cómo Juan Antonio García Galindo inició esta historia que cierra un círculo perfecto con la Medalla de Oro. El catedrático también recordó ese comienzo: «El Ateneo siempre ha estado presente en mi cotidianidad; he defendido la cultura democrática y el pensamiento libre y crítico, he creído en la libertad de información y el pluralismo, además de respetar a la persona como valor fundamental», reflexionó García Galindo.

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Para cerrar la gala, las palabras de los presidentes del Ateneo, Victoria Abón y Miguel Tello. Y culminó con la belleza de la música de Paula Coronas y María Villalón.

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