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Con la mirada puesta en el mar, recuerda en un fugaz parpadeo su infancia cerca de las olas y el olor a maresía. Lo hace sonriente mientras sostiene en sus manos el poema que le ha hecho ganar el premioXXIX de Poesía Manuel Alcántara ... ; lo despliega y desarruga para aclararse la voz y comenzar a interpretarlo con la sabiduría y la calma que sólo da el tiempo.
El periodista, profesor, poeta y traductor cubano Víctor Rodríguez Núñez visitaba los Baños de El Carmen cuando caía el sol entre las olas para recibir ese galardón tan merecido por su poema 'Siete preposiciones de lugar'. En él despeja las dudas sobre lo que siente el paisaje que contempla, pero lo hacen sin incluirse, olvidando «el yo poético» tan empleado y que el escritor descarta sin titubeos.
Lo curioso es que esta composición se ha rescatado para su homenaje de entre unas 300 presentadas; un poema extenso y muy cuidado que este escritor afincado en Estados Unidos ha ido construyendo mientras recordaba esos lugares que ha visitado y que tanta dicha le causaron. En este reconocimiento participala Fundación Unicaja y el Ayuntamiento de Málaga junto a la Fundación Manuel Alcántara, logrando así una unión realmente fructífera que desemboca en 29 ediciones de un prestigioso galardón literario que muchos ansían.
Cayendo la tarde sobre El Balneario, autoridades y amigos de la cultura malagueña felicitaban a Rodríguez Núñez por esa exquisitez hecha palabras; un poema que evoca la tranquilidad y el sosiego de lugares no visitados, pero tan familiares al paladar gracias a los versos del cubano. La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Málaga recordaba la similitud del paraje de los Baños de El Carmen con el Malecón de La Habana, lugar donde confiesa que se une la épica y la lírica. Recitó, además, unos versos de 'Niño del 40', poema de Alcántara que también Antonio Pedraza, presidente de la fundación del poeta malagueño, tomaba con nostalgia: «Nos hubiera gustado mucho que en este acto estuviera él, Manolo, en un lugar que le inspiraba muchísimo. El tema de los Baños de El Carmen era muy simbólico, le recordaba a su infancia», espetaba Pedraza bajo el atardecer malagueño.
Víctor Rodríguez se reencontraba con el mar en un momento de alegría absoluta, leyendo de nuevo, y ahora para el público asistente, los versos que un jurado profesional presidido por el poeta Álvaro García premiaba por su excelencia: «Aunque viva en Estados Unidos voy a seguir escribiendo en español, porque es una lengua maravillosa con una gran capacidad de representación de la realidad. La poesía ayuda a vivir, simple y llanamente, no podemos renunciar a esa forma de entender el mundo», apuraba antes de una reconfortante lectura.
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