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El otorrino de Raphael. El cantante de Linares se ha visto obligado a suspender varios conciertos que debía ofrecer estos días, fruto de una gira infinita que emprendió hace unos 60 años y que ha conocido pocos descansos. Se anula por lo tanto su ... concierto en las Cuevas de Nerja, dicho así, en plural, y me quedo sin plan el sábado noche. Me sobrecoge visualizar a don Rafael Martos en su casa, me lo imagino nervioso y, encima, afónico. Circula una leyenda que cuenta que, los días que hay concierto, el cantante se comunica con su equipo escribiendo en una libreta para reservar la voz, y le pienso así. Respecto a su cancelación, los medios más sensacionalistas, en plena impertinencia periodística, hablan de «la preocupación por su estado de salud», pero en realidad se trata de un resfriado largo y aparatoso, la típica inflamación que provoca el aire acondicionado, el sudor, el resfrío de verano. Pienso en el otorrino de Raphael en el momento exacto en el que le comunica la necesidad de la suspensión, menudo mazazo.
Aquí murió Picasso. Llega a mi buzón una edición en forma de periódico de 60 páginas que ha coordinado el artista malagueño Rogelio López Cuenca, Premio Nacional de Artes Plásticas 2022, con motivo del Año Picasso, los fuegos fatuos que conmemoran el 50 aniversario de su muerte. Esta publicación, producida por el Ministerio de Cultura y denominada 'PI©A$$o', será distribuida de manera gratuita en 10 museos nacionales, ninguno en Málaga, donde también se expondrán distintas instalaciones, y cuenta con las aportaciones de 21 autores, además del propio López Cuenca; algunos de ellos son Antonio Javier López, Isabel Bellido, Maite Méndez Baiges, Ángela Molina, Javier Cuevas del Barrio, Justo Navarro o Elo Vega. También participa quien esto suscribe con un textito llamado 'Ciudadano Picasso' que trata sobre la muerte del genio, recordando aquella instalación de Eugenio Merino que reprodujo su figura de cuerpo presente en la Alianza Francesa de Málaga con gran realismo. Además de los textos, a cuál mejor, la edición no escatima en imágenes motivadas por el afán recopilatorio y coleccionista de su coordinador. Por ejemplo, junto a mi texto hay una página entera dedicada a un número ficticio de la revista Playboy: Picasso y sus musas.
Diego Santos y la presencia Picasso. La sala Eugenio Chicano de exposiciones temporales del Museo de Málaga ofrece estos días una exposición que muestra el germen de la colección malagueña de la que hoy disfrutan habitantes y turistas, o un par de fotos muy típicas de Picasso con vino de Málaga o bailando. El diseño expositivo corre a cargo del artista Diego Santos, que vuelve a hacer una demostración de su buen gusto y de su admiración hacia este genio que convirtió en su compañero de piso post mortem: Diego pasó unos 30 años viviendo en una vivienda en la Plaza de la Merced en la que también habitó Picasso, y que se encuentra a pocos metros de la Casa Natal. Diego ha comentado alguna vez, nunca sabré si en serio o bromeando, las distintas visiones picassianas que tuvo en aquel piso, donde «tenía a Picasso en el cogote». En la muestra que expone ahora el Museo de Málaga, hay una reproducción de la carta que Juan Temboury envió a Picasso el 23 de mayo de 1953 y que fue el germen de todo esto. La exposición muestra obras de Picasso y algunas de Diego Santos. Siguiendo con Picasso, el escritor malagueño Rafael Inglada ha editado un volumen que reúne 130 entrevistas y conversaciones con Picasso. Este 'Libro de conversaciones', publicado por la editorial Cántico, recoge textos fechados entre 1913 y 1971. «Lo que la gente escribe sobre mí está generalmente lleno de chorradas», se lamentó una vez Picasso.
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