El Picasso más monumental se adueña de su museo en Málaga en el 50 aniversario de su muerte

Piezas de más de dos metros, dispuestas muchas de ellas para que puedan rodearse y ver su cambiante perspectiva, imprimen carácter y grandiosidad a este montaje que reúne sesenta piezas realizadas entre 1909 y 1964, con las que el MPM y la propia ciudad natal del creador han inaugurado su participación en el programa internacional 'Celebración Picasso 1973-2023' que, impulsado por los gobiernos de España y Francia, celebra en Europa y en EE UU un total de 50 exposiciones para conmemorar, difundir y reinterpretar la obra del artista malagueño al cumplirse medio siglo de su muerte. La ambiciosa 'Picasso escultor. Materia y cuerpo' coincide además con otra señalada efeméride, el 20 aniversario de la inauguración del Museo Picasso Málaga, que este lunes ha tenido además una protagonista muy especial, Carmen Giménez, impulsora y primera directora de la pinacoteca, además de comisaria y autora intelectual y artística de esta exposición pionera en nuestro país. Una muestra que tendrá doble vida ya que, tras su clausura en Málaga, se exhibirá en el Guggenheim de Bilbao, donde también hará historia ya que será la primera monográfica del malagueño en el museo del País Vasco, un territorio al que el malagueño dedicó su obra más monumental e icónica: 'Guernica'.

«He querido que se vea únicamente la escultura porque nunca interesó y jamás se había exhidido así en España. Además, he preferido no incluir los dibujos porque entonces pide otra iluminación y prefería mostrar solo las piezas escultóricas porque en estas salas temporales del Museo Picasso se ha creado un espacio fantástico para contemplarlas», ha explicado la comisaria Carmen Giménez, que ha aludido al texto en el catálogo de la exposición del profesor de Historia del Arte de New York University, Pepe Karmel, que destaca que la singularidad de este montaje no está solo en esa reivindicación de la escultura de Picasso, sino también en cómo se muestra ya que el discurso expositivo se centra en el cuerpo humano «que fue el principal interés del artista y es una mirada inédita a la hora de mostrar su obra escultórica».

La muestra incluye piezas emblemáticas. Como la colosal 'La dama oferente' (1933), que forma parte del legado del 'Guernica'. «Esta escultura también se expuso en el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937, por lo que Picasso quiso que volviera a España con la democracia», ha explicado la comisaria que también ha relatado que este bronce es uno de los dos que se hicieron en los años 70 del original de yeso que, posteriormente, fue destruido por Jacqueline Roque para que no se realizaran más copias. La que se exhibe en Málaga es la que forma parte de la colección del Museo Reina Sofía, mientras que el otro bronce se encuentra en el castillo de Vauvenargues (Francia) sobre la propia tumba de Picasso. Además, 'La dama oferente' vuelve a la ciudad, ya que fue una de las piezas de la recordada exposición 'Picasso clásico' (1992), de la que fue comisaria la propia Carmen Giménez y que puso las bases del reencuentro de la ciudad con su artista e hijo pródigo. «Se mostró en el Palacio Episcopal que se restauró para la ocasión y donde hoy se exhibe una exposición muy divertida de Javier Calleja que recomiendo», ha dejado caer la experta.

En su recorrido por la exposición, Giménez ha mostrado como 'Materia y cuerpo' permite ver la evolución estilística de Picasso desde postulados cubistas a la experimentación más pura con estatuas ensambladas y realizadas con técnicas diversos, como yeso, madera, cemento, hierro, bronce o chapa, sobre los que a veces intervenía pintando o mezclaba con materiales curiosos. Es el caso de 'Mujer de pie' (1953), cuyo brazo es un pincel del propio artista malagueño y la cabeza, una tapa de un bote. «Me encanta esta obra que procede de la colección particular de Almine y Bernard Ruiz-Picasso y se expone por primera vez en Málaga», ha desvelado la comisaria que ha añadido que la selección incluye obras del Museo Nacional Picasso de París y, sobre todo, «de la familia, que ha sido muy generosa». Así, Bernard, Almine, Paloma y los herederos de la recientemente fallecida Maya Ruiz-Picasso también han prestado piezas que nunca se han exhibido ya que el malagueño decidió quedarse con casi toda su producción escultórica que, a su muerte, pasó a manos de sus descendientes.

Entre esas obras que nunca se habían prestado para una exposición está la que cierra la exposición y datada en 1964, la maqueta para la gran escultura que Picasso diseñó para Chicago y que mide 20 metros de alto. «Es una obra fundamental porque es de las pocas que hizo para espacios públicos y se ha prestado solo para exhibirse en Málaga», ha comentado Carmen Giménez que ha contrapuesto esta pieza a otra maqueta de 1928, el proyecto para un monumento a Guillaume Apollinaire, que fue rechazado y que fue la causa de que Picasso optara por no mostrar su obra escultórica y reservarla solo para sus ojos.

Organizada junto al Musée national Picasso-Paris y la Comisión Nacional española para la conmemoración del 50º aniversario de la muerte de Pablo Picasso, y con el patrocinio de Telefónica y Fundación Bancaria Unicaja, la exposición también permiten descubrir la vida de Picasso tras su arte, con bustos de Fernande Olivier, Francois Gilot, Marie Therese-Walter o la joven Sylvette que retrató reiteradamente en los años 50, además de una curiosa pieza con la mano del propio Picasso. Esa misma que aquí está quieta y en bronce, pero que cuando estaba viva no paraba de crear y jugar. Y es que esta exposición, muestra también la parte más lúdica y divertida del malagueño, como aseguró la comisaria de esta exposición, apoyada por el propio presidente del consejo ejecutivo del MPM, Bernard Ruiz-Picasso, que ante la obra 'Cabeza de mujer' señaló las grandes pupilas esféricas del rostro y explicó que los vecinos de la casa de su abuelo en Boisgeloup «tenían una pista de tenis y las pelotas que caían las usó para los ojos».

Carmen Giménez se ha despedido con un recuerdo al fallecido exministro José Guirao, que puso en marcha 'Celebración Picasso 1973-2023' y al propio MPM, que no ha dudado en calificar como una «joya» que es fruto «de un artista que siempre anheló regresar a su tierra y de su familia que cumplió su deseo de traer una parte de su legado». Precisamente, esos 20 años que cumple a lo grande el Museo Picasso Málaga con esta primera gran exposición anual han sido aplaudidos por el consejero de Cultura, Arturo Bernal, que ha destacado el liderazgo de la pinacoteca como «referente museístico» desde su creación y ha personalizado su excelencia en los tres directores artísticos que la han gestionado hasta el momento, la propia Giménez, su sucesor Bernardo Laniado-Romero y José Lebrero, que abandonará su cargo a final de este año tras 14 ejercicios al frente del principal museo andaluz. Precisamente, este último ha hecho balance y ha cuantificado esa influencia y atractivo del museo al anunciar que más de nueve millones de visitantes han pasado por sus salas en estas dos décadas de vida. Una cifra que va camino de los diez con una nueva exposición pionera en España que descubre uno de los perfiles menos conocidos de Picasso. Y, sin duda, el más monumental.