Los personajes de Paco Aguilar cobran vida en su primera exposición en Gravura

Comprometido con la naturaleza y con su propia línea creativa, Paco Aguilar abre una ventana para que el visitante descubra paisajes llenos de fantasía con animales y humanos que juegan con la ironía y simbología. «Los personajes que aparecen son empáticos con la naturaleza porque la preocupación máxima para mí es el medio ambiente y cómo los seres humanos estamos participando en su destrucción», puntualiza el artista.

Vive en el campo y en una de sus rutas con Marian Martín descubrió un bosque de Alcornocales que les fascinó. En varios de esos paseos en plena naturaleza encontró piezas clave para sus esculturas: desde semillas que ahora forman parte del cuerpo de un grupo de personajes en una de sus esculturas hasta túneles de corcho que sirven como soporte y dan sentido a sus creaciones. «Incorporo esos detalles a mi obra, como por ejemplo el grupo de semillas que son personajes que bailan y transmiten alegría... Intento mostrar una interpretación empática con la naturaleza», explica Paco Aguilar.

Sus esculturas, realizadas previamente en papel maché y luego esmaltadas, tienen más de una historia en sus personajes. Muchos que salen de sus propias pinturas y el universo que lleva creando todos estos años en su obra, pero otros que llegan de la literatura. Como es el caso del 'Monopodo' de bronce, basado en un relato de Humberto Eco: «Siempre me llamaba la atención ese personaje que daba saltos enormes con un solo pie, yo sólo podía imaginarme esa imagen en mi cabeza y decidí llevarlo a mi iconografía», detalla sobre su creación artística.

En sus acuarelas hay un universo central que hace que el espectador se meta de lleno en el punto de fuga de los personajes que aparecen en ellas. «Es como verlos a través de una lente, te lleva a otro mundo y te introduce en la historia», resalta Marian Martín durante la visita de SUR a la exposición. En ellos se puede ver cómo convive un pato leyendo sentado mientras un gato le observa tranquilo, como pasa en 'Érase una vez'. «Eso sería imposible en la realidad, entre ellos no sería muy común que tuviesen la relación amable que existe en este caso», concreta Aguilar.

Una de las joyas de la corona de 'Gorquis' es 'Araña', una escultura tratada con la máxima delicadeza de la que el mismo artista confiesa que es «la que más trabajo lleva detrás». «Está hecha con pan de oro y muchísimas capas, lleva un proceso muy artesanal, esto es como se hacía el policromado de los tronos de Semana Santa», detalla.

Como dice la artista Sara Sarabia: «A través de una cuidada selección de piezas, Paco Aguilar nos invita a un recorrido por su producción, caracterizada por una constante búsqueda de nuevas formas expresivas y una profunda reflexión sobre la condición humana. Nos revela un imaginario personal y onírico, donde la naturaleza y la figura humana se entrelazan en una danza poética».

Así es la primera exposición de Paco Aguilar en su propia galería después de 43 años, pero el artista confiesa a SUR que la próxima está por llegar y «será una muestra de grabados».