Paula Carmona, la niña del tablao

Todavía es una niña –este mes cumplirá los 13 años– a la que le queda mucho trabajo por delante para dejar de ser promesa y convertirse en artista por derecho. Pero, de momento, ha conseguido hacerse notar en el circuito flamenco. Algunos la descubren por primera vez en este tablao espontáneo montado en El Pimpi y se sorprenden. «Le pone un sentimiento difícil de encontrar en bailaores de su edad», se escucha. «Tiene genio», dicen. «Sigue así que vas muy bien», le anima la artista Encarni Navarro. «Tiene 'maera' de bailaora antigua», confirma la también bailaora Marina Aranda.

Paula Carmona se ha pasado el verano zapateando sobre el Tablao de Los Amayas en el Centro de Málaga. «¡Qué arte tiene!», le decía una señora a sus padres –que siempre la acompañan– al terminar su baile por alegrías, entre los vítores y los aplausos del público. Ahora la encontrarán allí solo los viernes y sábados, para poder compaginar su afición con las clases de segundo de la ESO en el colegio Salesianos. «Porque los estudios son lo primero, esto es secundario. Puede llegar o puede no llegar», asegura José María Carmona, su padre.

Aunque él se ha ganado la vida como futbolista en el Puerto Malagueño y en la selección andaluza, procede de las sagas flamencas de Los Carmona y Los Rubios. «Y siempre que celebramos algo con la familia, hay una fiesta», cuenta Paula. En el suelo de su casa en la barriada de Las Flores, de hecho, ya ha colocado dos tableros para taconear a gusto.

Quizás por eso la vocación le viene «desde chica». Revisando vídeos, su padre encontró uno de cuando Paula apenas se tenía en pie y ya imitaba con las manos a la bailaora que salía en la televisión. A los tres años empezó a formarse con Úrsula Moreno, después seguiría con Sandra Cisneros y a los diez pisó su primer tablao en la Peña Juan Breva. «Había unos guiris que se emocionaron», recuerda la pequeña. Ya con 12 años se encontró en la Asociación de Antonio de Canillas con Moisés Navarro. El bailaor le dio clases y, al poco, se la llevó con él al Tablao de Los Amayas. «Es muy chica pero le vi muchas cualidades. A mí me toca ponerle las pilas», asegura Moisés.

Allí es una más del cuadro flamenco. Al baile, Elena Molina, Moisés y Fátima Navarro; al cante Luis de Los Rubios, Simón Román, Vicente Román y José Manuel Fernández; y al toque Camarón de Pitita y Francisco Vinuesa, entre otros. «Es una joya, va a ser una gran bailaora. Se nota, se le ve con su forma de expresar el flamenco. Tiene algo», asegura Ricardo López, responsable junto a Sensi Amaya del refugio flamenco de calle Beatas. Y unas tablas llevan a otra. En los últimos meses, ha estado en el Tablao del Albayzin de Granada y en Zamora bailando junto a Moisés Navarro.

Paula no puede describir su baile. Ella se mueve como le «sale». «Si yo tengo que subir los brazos y no quiero hacerlo, los bajo», apostilla. Pero tiene claro lo que le gusta: «Cuando veo a alguna bailaora que lo está sintiedo, a mí me transmite. Cuando veo que no baila lo que ella siente, será flamenco pero a mí no me llega», describe. Y ella le pone sentimiento. «La seguiriya (uno de los palos más fuertes, reflejo de dolor y tristeza) si no se me apetece, no puedo bailarla igual que cuando se me apetece», ejemplifica. Siempre le quedarán las bulerías, como las dos con las que hace retumbar el escenario de El Pimpi para este reportaje. «Me arrancan más a bailar porque son más animadas», reconoce la joven artista.

Todos coinciden en que tiene una flamencura innata, pero ahora le toca estudiar a fondo el arte jondo para sacar todo su potencial. Ha dado clases con El Farru, La Lupi y Raquel Heredia 'la Repompa', entre otros. Ahora se prepara con La Trini y en la Federación de Peñas Flamencas. E Internet le nutre de vídeo de las grandes, de sus admiradas Carmen Amaya y Manuela Carrasco. Pero dentro de poco podría dar un pasito más allá y formarse con José Galván, padre de Pastora e Israel Galván, quien ha manifestado su interés por instruirla en Sevilla. La vio a través de Facebook, donde circulan vídeos de sus actuaciones. Pinceladas de su duende que reciben comentarios de Curro Albaicín, Antonio Canales y otros grandes nombres. Pero esto solo acaba de empezar. Queda que el genio de ahora se convierta en genialidad flamenca.