'Blind woman' es una de las fotografías emblemáticas de Paul Strand. Salvador Salas
Exposición en Málaga

Paul Strand: el primer fotógrafo de la gente corriente

Recorrió el mundo con su cámara para retratar a los pueblos. El Carmen Thyssen se estrena en esta disciplina con un paseo por la trayectoria del autor que hizo de la fotografía un arte

Lunes, 15 de noviembre 2021, 15:32

Su fotografía de una mujer ciega en las calles de Nueva York en 1916 causó tal impacto que Paul Strand abandonó el retrato durante quince años. Nunca antes un desclasado se había convertido en protagonista de la imagen de una forma tan directa y descarnada. ... Strand la fotografió sin que ella lo supiera, con un sistema de dobles cámaras (un objetivo falso que apuntaba hacia el frente y uno auténtico escondido en el costado) con el que se acercaba a esos personajes sin que se dieran cuenta. Esa instantánea de Paul Strand, uno de los hitos de la historia de la fotografía, se muestra ahora junto a otras 130 en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

Publicidad

La pinacoteca inaugura su primera exposición dedicada en exclusiva a la fotografía con la colección completa del artista que posee la Fundación Mapfre, el catálogo de imágenes más extenso que se conserva fuera de Estados Unidos. 'Paul Strand. La belleza directa', hasta el 6 de marzo en Málaga, sigue un orden cronológico para construir a través de su figura un relato de la evolución de esta disciplina a lo largo del siglo XX. «Él es clave en la manifestación de la fotografía como un arte independiente», señala el comisario Carlos Gullonet. En palabras de la directora del museo, Lourdes Moreno, Strand será uno de los «responsables de la emancipación de la fotografía como medio de expresión artística autónomo» desvinculado de la pintura. Todas las imágenes que se ven en el Thyssen fueron positivadas por él mismo, trabajadas como «objetos artesanales».

El cámara norteamericano, hijo de inmigrantes checos, rompió con el pictorialismo predominante en la época (la foto que copia a la pintura) y revolucionó el concepto de la fotografía poniendo el foco en la gente corriente para, a partir de ahí, retratar a una sociedad. En su primera etapa, Strand se deja influir por las vanguardias del momento y pone el foco en objetos y elementos arquitectónicos que componen imágenes geométricas semejantes al cubismo. De ese momento es el innovador picado desde el patio interior de un edificio neoyorquino o la abstracción que consigue con un conjunto de tazones.

Son los primeros años 20 y es entonces cuando Strand captura a un hombre anuncio, a una mujer ciega y a otros individuos del Lower East Side de Nueva York que jamás habían estado en el objetivo. Una fotografía social que hoy puede parecer convencional, pero que entonces era algo absolutamente nuevo. La repercusión fue tal que Strand se apartó del retrato y se centró en el cine, donde realizó una de las películas pioneras en el lenguaje fílmico de la vanguardia, 'Manhatta', inspiradas en poemas de Walt Whitman.

Publicidad

Su cámara volvió a disparar en los años 30 en México, adonde le lleva su activismo político. Por primera vez, la cultura popular se cuela en sus retratos buscando una conexión entre las gentes y su tierra. Están los habitantes de los pueblos, pero aquí también sus figuras religiosas, como 'Calvario' o 'Cristo con espinas'. Ese trabajo se recoge en un portfolio, libros que trabajará a lo largo de toda su trayectoria con la idea de hacer más accesible la fotografía.

Salvador Salas

En 1945, el MoMA de Nueva York le organiza una retrospectiva, la mayor consagrada hasta entonces a un fotógrafo. Un éxito absoluto del que saldrá su próximo proyecto: 'Time in New England'. Aquí el retrato cobra otra dimensión. Ya no son 'robados' como en años anteriores, sino que Strand entabla una relación con el retratado y compone la escena durante horas. «En ocasiones llega a resultar agotador», apunta Gullonet. Fantástica la fotografía de 'Helen Bennett, novia de guerra'. Nueva Inglaterra es casi un ensayo de lo que ocupará a partir de entonces su carrera: su obsesión por mostrar a una sociedad a través de los elementos que la conforman. «A través de una pequeña comunidad representa la idea de todo un país», indica el comisario. Lo logra definitivamente con su proyecto en Italia, con una mirada directa y sin artificios sobre sus gentes, sobre una joven aprendiz de sastre, la administradora de correos y su hija o la numerosa familia Lusetti.

Publicidad

Sus retratos son las imágenes que interpelan de forma más clara al espectador, pero también hay paisajes y detalles de los pueblos. Si antes había querido captar el pasado de las comunidades, en Italia muestra su presente y en los siguientes destinos busca el futuro. Movido por sus ideas socialistas, Strand viaja a Rumanía, Egipto y Ghana para reflejar el porvenir de unos pueblos con nuevos gobiernos progresistas. Esa intención se hace muy evidente en las instantáneas con trabajadores de fábricas en Rumanía, por ejemplo.

Desde los años 50 su casa está en Francia. Deja voluntariamente los EE UU por las presiones del macartismo anticomunista que sufren muchos de sus colegas. De Charente, Francia, es la foto del muchacho que mira de frente al espectador en el cartel de esta exposición. Al oeste de París se compra su primera casa, con su primer estudio propio de fotografía. Y en ese lugar finaliza la exposición con una serie de capturas de su jardín, la base de operaciones de una vida nómada retratando a los pueblos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad