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Gonzalo Rojo
Viernes, 6 de septiembre 2024, 02:00
Recordamos hoy a una de las más interesantes cantaoras jerezanas, nacida en el barrio de San Miguel en 1934, barrio que vio nacer también a ... Antonio Chacón y a Manuel Torre, y donde el cante y el baile flamencos adquieren matices peculiares. Se trata de Francisca Méndez Garrido, conocida artísticamente como La Paquera de Jerez, nacida el año 1934. Su debut artístico tuvo lugar en el I Festival de Primavera de Sevilla en 1953, junto a Farruco, Terremoto, Antonio Mairena, Paco Laberinto y El Morao, grabando unos meses después su primer disco, por el que le dieron 50 euros. En 1957 actuó en Madrid en El Corral de la Morería y el éxito alcanzado la llevó en 1959 a recorrer toda España con el espectáculo 'España por bulerías'.
Al año siguiente encabezó el espectáculo 'Arte español' junto a Farruco, Juanito Maravillas y El Chocolate. En 1961 se presentó en el Teatro Cómico de Madrid formando parte del elenco de 'Alegrías de Andalucía', realizó una gira con el espectáculo de variedades 'Así se canta en Jerez', con Juanito Osuna y Félix de Utrera, y estrenó en el Circo Price 'Carrusel de canciones'. En 1962 se presentó en Torres Bermejas, y más tarde volvió a salir de gira con el espectáculo 'Ronda de Canciones'. Ya, definitivamente consagrada, actuó encabezando los más destacados espectáculos, entre ellos, dos en 1965: 'Bronce y solera' y 'Embrujo y tronío', en los que compartió cabecera de cartel con Rafael Farina. En 1971 obtuvo el Premio Niña de los Peines del Concurso Nacional de Córdoba y grabó su 'Antología de la canción flamenca', con Manolo Sanlúcar.
Desde finales de los años setenta sus actuaciones se centraron principalmente en los festivales, destacando su participación en 1984 y 1988 en la Bienal de Sevilla, así como en la Cumbre Flamenca de Madrid.
Popular del diario 'Pueblo' y con varios discos de oro, La Paquera de Jerez tuvo unos dones flamencos envidiables. Aparte del poderío de su voz, que la convirtió en el más fuerte torrente de lo jondo, su ritmo rapidísimo que perecía que rompía esquemas, pero que en realidad se ajustaba al compás con exactitud, pese que al escuchar sus arranques y sus melismas barrocos se tuviese la impresión de que se podía 'esparrabar' su grito festero, sin antecedentes comparables salvo en su paisano El Gloria y su personalismo interpretativo en bulerías, reflejado también en fandangos y tangos hacían de esta mujer una cantaora irrepetible. La Paquera falleció en su Jerez natal el 26 de abril de 2004.
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