Nada en la escena de una película se deja al azar. El póster en la pared, la foto de la estantería, la taza sobre la mesa, la lámpara del fondo... Todo está pensado para trasladar al espectador a un tiempo y a un lugar de ... forma creíble. Pero no siempre es fácil llevar al rodaje lo que está escrito en el guión. Como esa revista antigua que hojea la protagonista sentada en una silla desgastada mientras escucha una radionovela. El 'boom' en las filmaciones de cine y televisión en la provincia impulsó hace un año la apertura de Málaga Props, una de las pocas casas de atrezzos que se hace un hueco desde Andalucía en un mercado copado por Madrid y Barcelona. El largometraje 'La casa del caracol', la ópera prima de Macarena Astorga protagonizada por Javier Rey y Paz Vega, ha sido uno de sus más recientes clientes, y esta semana alquilan para una producción inglesa que se rueda en la Costa producida por Jude Law.
Publicidad
Más de 2.000 productos de cualquier cosa que sea capaz de imaginar se almacenan en una nave del polígono El Viso. Unos 180 metros cuadrados de estrechos pasillos cubiertos de objetos hasta el techo que empiezan a ser insuficientes para todo lo que allí se guarda. «Siempre he pensado que llegado el momento tendrían su valor y podrían recuperar el pasado», dice Miguel Sánchez, socio de la empresa junto a su hijo Carlos y Daniel López Macías. Miguel se refiere así a todos los muebles, cuadros y materiales de toda clase que fue guardando durante años, desde que empezó a trabajar en el sector de la decoración en los años 80. «Siempre he estado recogiendo cosas que otros ya no querían en obras, en pisos de familiares, de amigos...», detalla.
Había llegado el momento de darles salida y López Macías, amigo de la familia, lo vio claro. Como profesional del departamento de arte y regiduría de producciones audiovisuales, sabe por experiencia propia lo complicado que es encontrar todo lo que se necesita para una grabación en un mismo sitio. Y ese es el reto de Málaga Props: facilitar el trabajo a las productoras, «ahorrarles dinero» y que encuentren aquí lo que buscan para sus rodajes y que, normalmente, está esparcido por distintas casas de atrezzo. Y lo que ellos no tienen, lo consiguen. Barcos, coches antiguos... lo que sea.
Porque, además, el catálogo de artículos no deja de crecer. Su especialidad son las antigüedades, por todo lo coleccionado por Miguel Sánchez en décadas de decoración de viviendas y reformas. Lo que para otros es un mueble pasado de moda, una lámpara rota o un teléfono estropeado, para ellos puede ser «un tesoro». «Nunca sabes lo que te pueden pedir, cualquier cosa es aprovechable. Hasta lo más insignificante», admite Miguel Sánchez. «Desde una caña de pescar antigua, a un coche, un cenicero, un juego de ajedrez o una cerilla de 1941. Y sí, eso lo tenemos», apostilla Daniel López Macías. También decenas de maletas de época, un columpio antiguo, juguetes clásicos y hasta vestuario medieval, a través de un cliente de Marbella con el que han llegado a un acuerdo.
Todo vale y nada se tira. Para recrear la celda de una cárcel en una serie italo-española rodada en Málaga ('Los relojes del diablo') se llevaron del almacén pósters antiguos de 'Interview'. El director de arte de ese proyecto entró un segundo al baño de la nave de El Viso, vio el cepillo de dientes y la bolsa de aseo que tenían Miguel y Carlos Sánchez allí «y también se lo llevó» para dar realismo a la vida carcelaria.
Publicidad
Restauran algunos muebles en un pequeño taller que tienen en la nave, pero no siempre es necesario. Las productoras «no quieren nada nuevo, necesitan que se vea que está usado», cuentan. Una vez, incluso, encontraron una mesa en un contenedor que después han alquilado hasta en cinco ocasiones.
Ellos ven una «oportunidad» en lo que para otros es un estorbo. Por eso les llaman cuando hay que desalojar algún piso y su propietario quiere deshacerse de todo lo que hay en su interior. «Limpiamos sin ningún cargo el piso o el trastero, porque al final le sacamos provecho», explica López Macías.
Publicidad
Y, aún así, «siempre te piden lo que no tienes», añade Carlos Sánchez entre risas. Como la cabeza de un oso, recuerda López Macías. «De casi todo tenemos algo, pero todavía nos falta», coincide su padre. Solo llevan año y medio y –pandemia mediante– ya han trabajado para un videoclip de Danza Invisible, para anuncios de la productora Fresco Film, dos cortometrajes y varios largometrajes.
De momento, los Sánchez siguen trabajando en la decoración y en la reforma. Málaga Props es el futuro y ya piensan en dar el salto a una nave de 400 metros cuadrado. «Es lo que quiero dejarle a mis hijos», dice el padre, un «enamorado» del coleccionismo que ha conseguido dar una segunda (y tercera) vida a los objetos del pasado.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.