El Palacio de Carlos V de Granada se abre al rey de la lírica: Carlos Álvarez debuta en la Alhambra

El barítono malagueño se estrena en la programación del veterano Festival de Granada, una referencia en la música y la danza internacional que este 2023 cumple 72 ediciones, 140 años si se cuentan las décadas previas de los Conciertos del Corpus. Muchos otros pueden competir con él en programación, pero como reivindicó su director Antonio Moral, ninguno puede presumir de tener la Alhambra como marco. En esta octava maravilla del mundo, entre el palacio, los jardines del Generalife y el Patio de los Arrayanes, se desarrolla del 21 de junio al 19 de julio una extensa agenda de recitales y espectáculos tradicionalmente de corte clásico que, poco a poco, se abren a otros géneros. Y con éxito: solo 32 minutos duraron las 1.700 entradas disponibles para ver y escuchar a Bob Dylan en el Generalife en un concierto extraordinario el 13 de junio.

Por primera vez, el festival sale de Granada para presentarse en Málaga, en un acto en el patio de La Aduana, conscientes de que son muchos los malagueños que hacen ese «peregrinaje de ida y vuelta» -en palabras de Álvarez- a la ciudad vecina atraídos por esta oferta cultural. Hora y media separan uno y otro lugar. «Tan cerca y tan lejos», reflexionaba Antonio Moral. «Son dos ciudades complementarias en el plano cultural. Granada no tiene mar, pero Málaga no tiene la Alhambra. Granada no tiene un festival de cine, pero Málaga no tiene uno de música como el de Granada. Málaga es una ciudad dinámica y moderna que ha sabido coger el tren a tiempo, Granada ha estado demasiados años mirando a la Alhambra y ha perdido el tren de la modernidad. La simbiosis que podemos crear es muy importante», apuntó Moral.

Carlos Álvarez hace en esta ocasión de nexo de unión con un recital que recorrerá los principales roles que a lo largo de los años han interpretado el barítono y la soprano sevillana. El repertorio mozartiano ('Le nozze di Figaro', 'Don Giovanni') que le abrió las puertas de la profesión inaugura también aquí un viaje por pasajes conocidísimos de la lírica, con un guiño al belcanto de Donizetti ('La fille du regiment', 'Don Pasquale') y una parada obligada en Verdi, donde Carlos Álvarez es una de sus voces más sobresalientes ('La Traviata', 'Falstaff', 'I masnadieri', 'Rigoletto'). Los suyos, además, no son recitales líricos al uso, «porque hasta un concierto necesita tener un componente de actuación y emoción».

«Supone una enorme responsabilidad porque el Festival de Granada significa palabras importantes», declaró el barítono. José María Moreno, director titular de la OFM, llevará la batuta de la orquesta malagueña, que regresa a este emblemático escenario 24 años después de su anterior ocasión, aquella vez junto a López Cobos.

Ese 'pack' malagueño en la Alhambra sirvió a Carlos Álvarez de excusa para insistir en la ya histórica reivindicación del sector cultural de la ciudad: un Auditorio de la Música para Málaga. «Puede que nos abra los ojos a la hora de seguir aspirando a un proyecto importante para esta ciudad», resaltó. Un proyecto que lleva diez años en coma y que, para Álvarez, sería clave en la evolución de Málaga. Lamentó por eso que en el Plan Estratégico Málaga 2030 aparezca «solo de soslayo» la necesidad de impulsar esta infraestructura. «No debería ser la gran equivocación que volvamos a cometer los malagueños», advirtió.

El debut de Carlos Álvarez en la Alhambra forma parte de un amplísimo cartel con 105 eventos repartidos en ocho ciclos a lo largo de 31 días. Junto al de Mr. Dylan, otro concierto tiene el carácter de extraordinario: el que preside la Reina Sofía en el Palacio de Carlos V con la Orquesta Ciudad de Granada y Lucas Macías, a beneficio de los damnificados del terremoto de Turquía y Siria (9 de junio). La inauguración oficial corresponde a ‘El retablo de maese Pedro’ (21 y 22 de junio), una representación escénica con marionetas gigantes de Manuel de Falla, un homenaje al centenario de su estreno en el palacio de la princesa de Polignac en París. Aarón Zapico en la dirección y tres experimentadas voces españolas (Alicia Amo, David Alegret y José Antonio López) darán alma a una de las obras escénicas más originales de la literatura musical española del siglo XX.

A partir de ahí, un sinfín de conciertos de grandes orquestas europeas (la Filarmónica de Luxemburgo, Orchestre des Champs-Elysées de París o la Filarmonica della Scala de Milán con su director Riccardo Chailly), voces de reconocido prestigio (como el tenor Jorge León en la versión concierto de ‘Turandot’), virtuosos pianistas (Daniil Trifonov, Víkingur Ólafsson, Javier Perianes) y un espacio destacado para la danza, como es tradición.

En el Generalife bailarán el Ballet de Hamburgo, que dirige el legendario coreógrafo John Neumeier, con ‘El sueño de una noche de verano’; el Béjart Ballet Lausanne, que actualmente dirige Gil Roman, estrecho colaborador de su fundador Maurice Béjart; y el Ballet Nacional de España, de Rubén Olmo, con ‘La bella Otero’ y Patricia Guerrero como principal bailarina invitada. Hay mucho más, desde noches flamencas (con Jesús Méndez, Jorge Pardo y Argentinita, entre otros) hasta un merecido homenaje a Tomás Marco elegido compositor residente en su 80 cumpleaños. Alrededor de 50.000 personas asistieron al festival el año pasado. “Este aspiramos a las 60.000”, deseó Moral.