Paco Pérez-Bryan: «Echo de menos a Chiquito andando por calle Larios, camino del Chinitas»

Es uno de los mayores valedores de la música popular en España, ese pop que tanto defiende: «España siempre lo ha despreciado. En los años setenta, cuando el pop y el rock llegaron con retraso, recuerdo que hubo periodistas que llamaron asquerosos y melenudos a los Beatles. El pop siempre ha sido algo despreciado en este país. La televisión pública nunca había emitido un concierto en directo en prime time hasta que se reunieron los concursantes de Operación Triunfo. Todas las televisiones públicas de Europa, desde la BBC hasta la RAI o la TF1, han puesto conciertos de los Rolling, Madonna y artistas nacionales a la diez de la noche. Yo hice un especial de David Bowie y lo pusieron en La 2 a las tres de la mañana. Me gusta una definición de Bob Stanley, que ha escrito 'Yeah, yeah, yeah': 'El pop son todos los estilos susceptibles de entrar en una lista de éxitos'. Si un cantante flamenco saca un disco que lo peta y se pone a la altura de ventas de Beyoncé, podemos considerarlo pop. Pero aquí lo hemos limitado a un tipo de música barata, comercial y enlatada. Sólo en los ochenta, los medios, y en especial RTVE, se preocuparon por el pop. Y ahí estaban Radio 3, Radio Juventud, Radio Cadena, el programa 'Musical Express' de Ángel Casas, Diego Manrique, Carlos Tena, 'La edad de oro', 'La bola de cristal'... Ahí el pop sí recibió consideración de momento cultural imprescindible, un momento del que por cierto seguimos viviendo. 'Cachitos' vive de esos años».

Sobre cómo llegó a sus manos 'Smells like teen spirit', recuerda: «Me llamó Carlos Ituiño, de BMG Ariola. Me dijo: 'Joder, tío, escucha esta canción'. Yo ya conocía a Nirvana por el disco anterior, pero no me habían llamado la atención más allá de parecerme otro buen grupo de rock de la costa oeste de Estados Unidos. Cuando llegué a casa y lo puse, me quedé traspuesto. Pensé: 'Hostia, cuando ponga esto el sábado...'. Esa canción me dio vida para volver a hacer radio con ilusión. Luego vi que cada canción del álbum era un tiro y empecé a machacar el tema en la radio. El fenómeno explotó. Fui a verlos el día antes de la boda de Kurt Cobain con Courtney Love».

–¿Con qué palabra o frase definirías Málaga?

–Hospitalaria.

–Un lugar para relajarse.

–Mi casa.

–Una playa para echar el día.

–Benajarafe.

–Una excursión o ruta por la provincia.

–La cueva de Ardales, un viaje al Paleolítico superior; un lujo si además te acompaña su catedrático.

–Tu palabra o expresión malagueña favorita.

–Nooooooove.

–Un bar donde desayunar.

–Casa Aranda. Churritos.

–¿Dónde ir de cañas?

–A Lo Güeno.

–¿Dónde comer?

–En casa de mi hermana Lourdes.

–¿Y cenar?

–No ceno.

–¿Tu plato favorito?

–Gazpachuelo en cualquiera de sus opciones: pescado, coliflor, pan, etcétera…

–¿Dónde ver el amanecer?

–El amanecer hay que verlo corriendo o al trote cochinero por el paseo marítimo, a poder ser desde el oeste hacia el este.

–¿A dónde irías para pasar una noche loca?

–Al Hotel Miramar.

–¿Qué rincón de Málaga recomendarías a un amigo?

–Creo que los jardines de Pedro Luis Alonso.

–El mejor 'selfie'.

–Está descubierto antes de que existiera la posibilidad del 'selfie': obviamente, Gibralfaro.

–Una visita cultural imprescindible.

–El Museo de la Aduana.

–Una joya por descubrir...

–El Cerro del Villar, origen fenicio de Málaga.

–Lo mejor de Málaga.

–Su mar y su cielo.

–Y lo peor.

–La sobredosis guiruflea.

–Algo que eches de menos.

–A Chiquito andando por calle Larios, camino del Chinitas.

–Una tradición que no debe perderse.

–Los chumbitos en el mes de agosto.

–Tu malagueño favorito.

–Mis padres.

–Un concierto para recordar.

–Génesis, en el estadio de La Rosaleda.