Manuel Arenas del Cid

Después fue en Madrid donde descubrió los secretos de la escuela bolera, para pasar más tarde a Nueva York, donde estudió ballet con Wadin Suliman. Su inquietud por el baile le llevó a Puerto Rico, donde entró de lleno en el jazz y amplió sus conocimientos de folklore argentino. Lo clásico y lo moderno encontraron en la gran ductilidad de Manuel Arenas a uno de sus más aventajados profesionales.

Durante seis años residió en Nueva York, trabajando como primer bailarín en el Carnegie Hall y en el Hotel Pierre de la 5ª Avenida bailó para Sus Majestades los Reyes de España. Trabajó con la Sinfónica de Boston y la de Miami Beach, intervino en la ópera 'Carmen', de Bizet para la Ópera House de Nueva York y participó como bailarín y coreógrafo en el estreno de 'Capricho español', de Rimski-Korsakov en Filadelfia, con la Sinfónica de dicha ciudad. Manuel Arenas creó su propio ballet en Nueva York, con el que recorrió teatros y universidades del país, hizo telenovela junto a José Luis Rodríguez 'El Puma', intervino como actor en la Zarzuela 'Luisa Fernanda', con dirección del propio Moreno Torroba y regresó a España para trabajar en la 'Antología de la zarzuela' en Japón, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Holanda y naturalmente España, junto a Pedro Lavirgen y Plácido Domingo.

Algo más tarde regresó definitivamente a Málaga, abrió academia y, cansado pero contento, se retiró a su casa, en el zona de Suárez, donde recordaba sus actuaciones en el Hotel Miramar, en el que Hemingway quiso apadrinarlo, su primera tourné como bailaor con La Paquera de Jerez, sus paseos por Israel, México Japón, Estados Unidos, su charla con los amigos tomando una cerveza, y así hasta el 3 de julio de 2010, que nos dejó para siempre.