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La cita para la entrevista es en el hotel AC Málaga Palacio, pero el día invita a salir a la calle y le proponemos pasear por Larios. Se había colocado unos taconazos de infarto para la foto, pero no hay problema. «Me pongo las botas ... y nos vamos». Y así con todo. Nuria Fergó se adapta a lo que venga sin resistirse a los cambios, sin aferrarse a un 'boom' que ya pasó ni dárselas de estrella. «Si me he tenido que bajar el caché, me lo he bajado porque lo que yo quería era trabajar y no estar en casa», dice con naturalidad y sin perder ningún anillo. Veinte años en la industria de la música y un buen momento en su vida personal le han dado a la Fergó serenidad y arrojo para afrontar retos. «¿Sabes cuando notas que es tu momento? Pues ahora es el mío», asegura abriendo bien los ojos. Un «momento» que en las próximas semanas la llevará a debutar en el teatro en la piel de Sara Montiel y a publicar su primer disco en trece años.
Nuria Fergó estrena 'Mi última noche con Sara' en casa, en el Teatro del Soho CaixaBank, del 16 al 19 de febrero. «Estoy con ese nervio en el estomaguillo, pero muy contenta», confiesa. No la conoció, sabía de Sara Montiel lo que todo el mundo, pero detrás del personaje ha descubierto a una mujer «con ímpetu y coraje». La primera actriz española que triunfó en Hollywood «¡haciendo películas en inglés!». Y siente que comparten muchas cosas. «Tenemos claro lo que queremos y vamos a por ello. Luego hay otras cositas: ella siempre ha viajado con su madre y yo igual», dice antes de soltar una sonora carcajada.
Pero hay más: «Le han pasado muchas cosas de amoríos en las que también me veo reflejada. Frases como 'Tú no eres nadie para decir lo que yo tengo que hacer' me van a salir muy naturales», se sincera. Porque Nuria Fergó reconoce haber sufrido más por amor que por trabajo: «El trabajo me ha ido muy bien, las lecciones me las he llevado a nivel personal». Y hasta ahí puede leer en su vida personal.
Al igual que Saritísima, también Nuria Fergó tiene una conexión especial con México. El 10 de febrero verá la luz 'Con permiso', un álbum donde la malagueña revisita a ritmo de ranchera canciones que le han marcado en su vida. 'Hijo de la luna' de Mecano, 'Paloma Brava' de Rocío Jurado, 'Quererte a ti' de Camilo Sesto… Para ella es su «disco joya», «un sueño cumplido» con el que prevé viajar a México para presentarlo en directo.
Trece años han pasado desde su anterior álbum, 'Tierra de nadie', y La Fergó quiere dejar claro que ella ya no es la misma persona desde la propia portada: su larga melena, siempre al aire, aquí se recoge en una trenza tirante. «Quería que se me viera diferente, que no me identificaran con 'La de los zapatitos'. Que sí, que está muy bien, pero es que ya han pasado 20 años», argumenta.
Para 'Mi última noche con Sara' lucirá una peluca con el corte de pelo rizado característico de la diva del cine español. «Pero que la gente no espere ver a Sara Montiel, va a ver a Nuria Fergó. Mi voz es mi voz, no nos confundamos. Es un homenaje a Sara Montiel, no es 'Tu cara me suena'. No tengo esa responsabilidad de tener que hacerlo como ella, le daré toquecitos en los gestos, pero soy yo», aclara.
Nuria Fergó se incorpora a un espectáculo creado hace siete años por Eva Manjón, que lo dirigió y protagonizó. Fan declarada de La Montiel, invirtió los ahorros de su trabajo en una serie de televisión en producir este tributo a «la primera artista que cruzó el charco». Ahora lo recupera con un nuevo rostro, una cantante que primero fue actriz. «Porque me conocéis por 'Operación Triunfo', pero yo empecé aquí con 'Plaza Alta' (serie de Canal Sur)», recuerda ella.
Después de aquello, la fama le llegó de golpe con el fenómeno televisivo de la década de los 2000. No podía ni salir a comprar el pan. Fueron dos años complicados, en los que Nuria Fergó lo pasó «mal» e incluso necesitó ayuda psicológica para gestionar ese exceso de popularidad. «Pero sabía que eso iba a bajar. Y efectivamente», dice mientras sube la calle Larios, justo después de que un fan le pida una foto. Lo normal. Puede caminar tranquila, pero son constantes las miradas, las caras de sorpresa y los comentarios («¡mira! La Fergó») a su paso.
Ahora, dice, comienza una especie de «segunda vida», una etapa en la que se siente «empoderada» y con ganas de probar cosas nuevas. Pero hasta llegar aquí, Nuria Fergó ha pasado por su «proceso». «Ya estoy preparada. He hecho una serie de cambios, me he tirado a la piscina. Son 20 años de carrera y tenía que hacer algo diferente». El primer giro de guion fue su traslado a Madrid hace tres años, meses antes de que la pandemia paralizara al mundo, y resistió allí pese a las heridas que provocó el coronavirus en el mundo del espectáculo. En Nerja se sentía «estancada»: «Pero porque yo quise. Tuve a mi hija y decidí criarla, y sin darme cuenta me pasaron ocho años en el pueblo. Tenía que salir y seguir». Nuria Fergó se dice a sí misma la frase estrella de quien hace una apuesta difícil: «Quien no arriesga, no gana». Ella, en cualquier caso, ya se siente ganadora. Desde que salió de 'O.T.', no le ha faltado trabajo y siempre de lo suyo. «No busco estar en la cresta de la ola. Mi éxito es haberme mantenido veinte años en la música sin faltarme a mí ni deber nada a nadie», concluye.
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