Detalle de la sala, tal y como se conserva hoy día. Migue Fernández

Nuevo avance hacia el Aula Picasso: luz verde (otra vez) para el inicio de la rehabilitación

La Junta autoriza un cambio en el proyecto para devolver a esa sala del Ateneo el aspecto que tenía cuando José Ruiz Blasco impartía clases de dibujo lineal

Lunes, 5 de agosto 2024

El Aula Picasso da un nuevo paso hacia el siglo XIX, hacia el aspecto que tenía cuando José Ruiz Blasco enseñaba dibujo lineal y adorno en lo que hoy es la segunda planta del Ateneo de Málaga. La época en la que un pequeño Pablo ... Picasso rondaba por la Escuela de Bellas Artes de Málaga para ver a su padre. El proyecto de rehabilitación obtiene por segunda vez el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. La anterior autorización, concedida en 2022, había caducado al no haberse acometido la obra en el tiempo previsto. Además, un cambio en la propuesta de reforma obligaba a someter de nuevo al control de la Junta la intervención en un edificio del centro histórico catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural).

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Tras cuatro años de reuniones y trámites burocráticos, el Ateneo que presiden Victoria Abón y Miguel Tello ha completado todas las fases para empezar la rehabilitación. Solo falta obtener una nueva licencia de obras de la Gerencia de Urbanismo -que se espera recibir en cuestión de días- y recibir los fondos para poner en marcha las obras. La Junta de Andalucía asumirá finalmente el coste integral de la rehabilitación, mientras que el Ayuntamiento se hará cargo en una segunda fase de la museografía. La Diputación, por su parte, colabora con la asistencia técnica, ofreciendo la redacción del proyecto (del arquitecto Borja Peñalosa), la dirección de obra y la coordinación de seguridad y salud.

En las cuantías ha habido cambios sustanciales. Los sucesivos retrasos en una actuación prevista para finales de 2022 han incrementado considerablemente los precios: de los 322.000 euros presupuestados inicialmente, el montante se ha elevado hasta los 452.000 euros tras el encarecimiento de los materiales y las licitaciones de obras. Como tarde, la Junta asignará esa partida con cargo a los presupuestos de 2025, pero desde el Ateneo confían en que una parte pueda liberarse con antelación para comenzar con los trabajos a finales de 2024 o principios de 2025.

Los sucesivos retrasos han encarecido el coste de las obras en 130.000 euros

El proyecto sacará esa sala del limbo en el que ahora se encuentra, con materiales didácticos del XIX, intervenciones posteriores y sin uso alguno. Apenas tiene 138,78 metros cuadrados, pero el reto de devolverle a su aspecto de dos siglos atrás es enormemente complejo. Faltan referencias directas sobre la época y la accesibilidad es muy limitada. Parte de los materiales de obra, por ejemplo, tendrán que subirse desde el colegio colindante al no caber por las escaleras del Ateneo, del siglo XVII.

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La Comisión de Patrimonio hace referencia a la accesibilidad del edificio, y entiende que «dado que no se cumple en su conjunto», es innecesario incluir una rampa para salvar el único escalón que hay en la galería paralela al Aula Picasso. En opinión de los expertos, «distorsiona el espacio de desembarco de la escalera que asimismo es antesala del Aula Picasso y de la Galería Ateneo». Indica que, en caso de querer incluirla, «debe ser móvil y colocarse únicamente cuando se requiera su uso, siendo retirada y almacenada en caso contrario».

Es la única apreciación que hacen al proyecto, que introduce un cambio en el refuerzo del forjado de madera original del inmueble. En un principio, las vigas de acero laminado de refuerzo se plantearon empotradas en los muros de fábrica de ladrillo existentes. Esa fórmula, no obstante, obligaba a hacer el encaje entre las vigas de madera y el reverso del falso techo del salón de actos inmediatamente inferior, que tiene una pintura mural. De esta forma, la intervención ponía en peligro su conservación. La nueva solución propuesta -y aceptada- consiste en unas pletinas de acero cuyo empotramiento en la fábrica de ladrillo se realiza por encima de las vigas de madera originales. A esta pletina se suelda previamente otra horizontal formando una L, constituyendo la pieza de apoyo de las vigas. De esta manera se evita ejecutar aperturas en el muro a la cota de las vigas de madera y del falso techo inferior.

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La sala

El Aula Picasso se encuentra en la segunda planta del edificio, con una galería que da al patio oeste del antiguo convento jesuita. Hay que tener en cuenta que el complejo religioso, que empezó a construirse en el 1588, está hoy dividido en cuatro partes: la iglesia del Santo Cristo de la Salud, la Sociedad Económica Amigos del País, el CEIP Prácticas nº1 y la sede del Ateneo de Málaga. Todos comparten elementos estructurales en una distribución en la que los espacios encajan unos con otros a modo de puzle.

En 1851, parte del antiguo colegio de la Compañía de Jesús se cedió para instalar la Escuela Provincial de Bellas Artes de Málaga. Nombres como Bernardo Ferrándiz, Muñoz Degrain, Denis Belgrano y Emilio Ocón y Rivas fueron docentes allí e impulsaron la 'escuela malagueña de pintura' de finales del siglo XIX. Con ellos estuvo Ruiz Blasco entre 1876 y 1891. La escuela se trasladaría en 1985, pero no será hasta el año 2000 cuando el Ateneo pasará a ocupar ese espacio. En ese momento, la institución acometió una reforma del inmueble, de todo salvo del Aula Picasso, consciente ya del potencial simbólico que tenía ese lugar.

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La sala del Ateneo guarda aún hoy material didáctico del XIX. Migue Fernández

La sala ha permanecido intacta desde entonces. Aún conserva los bancos donde los alumnos se sentaban a horcajadas con el lienzo delante. De la pared todavía cuelgan los yesos con relieves que los estudiantes reproducían a lápiz sobre el papel y se intuye una gran pizarra en el centro del muro. Pero para visualizar cómo era 140 años atrás, en la época de Ruiz Blasco, ha sido necesaria una intensa labor de investigación, un exhaustivo trabajo que se recoge en el último número de la revista Ateneo del Nuevo Siglo. Entre las referencias no faltan las fotografías que Lee Miller tomó en los años 50 durante el viaje que su marido Roland Penrose hizo a Málaga para conocer la infancia de Picasso antes de escribir su biografía.

Hoy el Aula Picasso no tiene pavimento. En los años 80 se levantó el suelo durante unas obras y no se repuso. Los tablones al descubierto son el forjado de la época de los jesuitas. Por las imágenes de Miller y otras anteriores, el arquitecto Borja Peñalosa ha llegado a la conclusión de que se trataba de una solería de barro cocido dispuesto en espina de pez. El mismo material que hay en el alféizar de algunas ventanas y el diseño que se conserva en partes del edificio jesuita, en concreto en las tribunas que dan a la iglesia del Santo Cristo (donde se colocaba el clero para no mezclarse con el pueblo).

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El color de las paredes es aún un misterio. Se han hecho catas para ver cuántas capas se han superpuesto a lo largo de los años, y se han encontrado tonos grises, rojos y crudos. Parece que este último es el de la época, pero no se sabrá exactamente hasta que un restaurador vaya eliminando poco a poco coberturas hasta llegar a la que corresponda al XIX. Pero, además, hay que reforzar la estructura, renovar la carpintería, eliminar la pared que ahora divide la sala de forma artificial y recuperar la puerta que en algún momento se cegó. Después vendrá el proyecto museográfico para completar así la ruta por la infancia de Picasso en Málaga.

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