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De niña no conocía a ninguna autora de cómics. Y jamás se le pasó por la cabeza dibujar superhéroes. Esas portadas con tipos musculados y mujeres exuberantes de los 80 no parecían cosa de chicas. Pero había más que eso. Los años y los cómics ' ... indies' la fueron introduciendo poco a poco en el mundo de los 'supers', primero como lectora y después como ilustradora. Hoy Natacha Bustos es una de las pocas, poquísimas, dibujantes españolas que juega en la liga de los superhéroes de los gigantes DC y Marvel. Su firma está en 'SpiderWoman', 'Moon Girl & Devil Dinosaur', 'Spider-Man: Miles Morales' y ahora 'Fire and Ice'. Creaciones que salen para el mercado norteamericano desde su casa en Málaga, en Mijas, donde ahora pelea por hacer visibles a muchas que como ella dejan su huella en el mundo del cómic. Bustos coordina junto con la traductora Esther Cruz el ciclo 'Gráficas!', un nuevo programa del Centro Andaluz de las Letras (CAL) que hasta el 25 de noviembre da su lugar a creadoras y autoras con actos en cuatro provincias andaluzas (Málaga, Córdoba, Granada y Sevilla).
-Que se celebren ciclos como 'Gráficas!' significa que algo está cambiando.
-Sí. Desde hace unos años ya vemos que la presencia de autoras es mayor y reclamamos nuestro espacio, estar presentes en convenciones, en eventos y librerías. Siempre hemos estado allí, pero no se nos ha hecho visibles y es necesario crear estos espacios para poner en valor la obra generada por mujeres en el cómic.
-¿Y por qué esa invisibilidad?
-Por un tema estructural de la sociedad patriarcal en la que vivimos. Ahora hay más conciencia de igualdad de género y eso ha ayudado a que en la cultura se aprecien estos cambios. De hecho, yo creo que la cultura es el primer estandarte que ofrece la posibilidad de cambio para que luego llegue a toda la sociedad. Es una responsabilidad que tenemos todos los artistas y creadores de influir en la sociedad.
-La charla inaugural del ciclo habla de conquistar espacios. En la narrativa, la voz de la mujer está asentada desde hace años. Da la sensación de que en el cómic ha costado más.
-Parece que sí. El cómic es una profesión precaria, vivir del cómic no es fácil. No quiero decir que la literatura lo sea, para nada, pero el cómic está considerado un género menor. Es casi como hacer poesía. Quien vive realmente de esto es poca gente y muchos, como es mi caso, trabajamos para fuera. Si trabajas en mercados españoles necesitas poner mucho de tu parte, vivir de ayudas y de otras profesiones para poder mantenerte. Eso significa que, a nivel social, puede ser que a las mujeres no les interese arriesgar en esto porque tienen otras prioridades. A lo mejor son madres, a lo mejor no lo ven como una opción viable. Pero eso está cambiando en los últimos años. Cuando era más joven y empezaba en esto no lo veía, pero ahora sí que veo a una generación de autoras increíbles que están sacando mogollón de cosas, que vienen de la autoedición, de la creación de cómics 'indies' que se autogestionan ellas y que van a salones como el Graf y el Gutter, en Barcelona y Madrid. Es una catapulta para que otras publicaciones las vean y publiquen sus obras.
-La invisibilidad de la mujer en el cómic no es solo a nivel de autoría, también en las historias. Los superhéroes son una mayoría abrumadora.
-Sí, pero también eso está cambiando. Ahí están cómics como 'Miss Marvel' o las nuevas películas que están basadas en los cómics de superheroínas, de la Capitana Marvel y de Moon Girl, que estoy haciendo yo. Como somos más las lectoras, hay una demanda de estas historias. Y creo que también a los lectores varones les interesan estos temas. Los jóvenes de ahora son mucho más abiertos, leen de todo. Antes estaba mucho más segmentado.
-Ese cambio, ¿ha tenido que ver con la entrada de la mujer en el mundo del cómic?
-Los cambios sociales suelen partir de muchos elementos transversales que ocurren al mismo tiempo. La inserción de la mujer al mundo laboral ha tenido un papel clave. En los años 50 las autoras que hacían cómics eran un 'rara avis'.
-En el cine, por ejemplo, ha pasado. Ahora que hay más directoras mujeres, se cuentan más historias de mujeres. El relato cambia en función de quién está detrás.
-Sí, es verdad. Se intenta hacer justicia, recuperar nuestro legado. En el cómic pasa igual. Hay mucha obra autobiográfica de autoras que hablan de sí mismas o de otras mujeres. Ya veremos en 'Gráficas!' que muchas de las autoras que hemos invitado generan su obra en torno a su poder femenino y a protagonistas que luchan por alcanzar algo.
-¿Hay cierto prejuicio cuando una mujer dibuja en un mundo tan masculino como Marvel y DC?, ¿se tiende a pensar que una mujer no puede hacer ciertos superhéroes?
-Se trata de romper con eso. Siempre habrá gente que lo pensará, pero bien que son aceptadas algunas, como Carmen Carnero -también malagueña-, que ha dibujado nada menos que a Miles Morales y al Capitán América, dos personajes masculinos fuertes de Marvel. Y los ha dibujado a su manera, con su sensibilidad como autora y como creadora. Y ha sido un hit de ventas. Sin hablar de las editoras, son muchas las que están trabajando en grandes editoriales haciendo posible que historias diferentes lleguen al 'mainstream'. Mi editora actual, de DC, busca historias donde el personaje femenino destaque por otras cosas que no sea el típico prototipo de un físico.
-¿Cómo se pasa de Marvel a DC con tanta facilidad?
-(Risas) De fuera parece competencia, pero es muy normal que los autores vayamos de una editorial a otra sin crear un perjuicio entre ellas ni nada.
-¡Pero si existe una rivalidad histórica es entre DC y Marvel!
-Hay una rivalidad, pero a nivel de trabajo es trabajo, así que uno va a donde lo llaman. Estoy trabajando con DC pero también hago cosas para Marvel.
-¿Con qué está ahora?
-Con una serie de superheroínas que se llaman Fire and Ice, Fuego y Hielo. Son de las clásicas de la Liga de la Justicia Internacional. Porque además de Batman, Superman, Flash y Wonder Woman, los más conocidos, había millones de personajes detrás. Ellas son unos personajes secundarios muy queridos allí, en Estados Unidos, y estoy haciendo una miniserie con ellas. Pero es humor, casi nada de superpoderes: humor, irreverencia y cachondeo. Me lo estoy pasando genial con ellas.
-En Marvel y DC, ¿hay muchas mujeres?
-Las hay, pero no son tantas, la verdad. Estaremos a 80/20. En el mundo 'supers', españolas somos pocas, cuatro que yo conozca. Y de autores puede haber más de cien.
-Entonces queda por hacer.
-El tema 'superhéroes' sesga mucho más el género. A las chicas las ves más en cómics independientes y novela gráfica.
-Pero ese es el estereotipo que hay que romper.
-Claro, pero también lo prefieren. Porque te tienen que gustar los superhéroes. Si te quedas con el tema de que los superhéroes solo son tíos musculosos, no te animas a entrar. Yo eso hace un poco de filtro. A nosotras nos faltaron referentes, no veíamos a la típica dibujante de cómics, veíamos al típico dibujante. No pensabas que fuera una cosa para chicas. Como cada vez hay más lectoras y cómics, en las próximas generaciones las veremos más. Mi caso es muy excepcional. Yo tampoco pensaba hacer cómics de superhéroes cuando yo era pequeña, ni se me pasaba por la cabeza.
-¿No leía cómics de superhéroes?
-Casi nada. Mangas, tebeos de Bruguera y cosas. Los superhéroes no me llamaban mucho la atención, los X-Men sí pero porque había una serie y sabía de qué iba. Porque las portadas de los 80 eran todas con tías muy exuberantes, con mucho erotismo, que de niña no te gustaban esas cosas.
-¿La mayoría masculina se traduce en una desigualdad en salarios, en proyección, en escalafón?
-No. Hablando con otros compañeros estamos a la par. Es cuestión de trabajárselo, de crear cómics que vendan y que tu talento hable por ti. En esto sí que cuenta más el talento.
-Cuando de niña empezó a dibujar viñetas, no sería muy común.
-No era común. Empecé a hacerlo muy intuitivamente y llamó la atención en el colegio hasta el punto de que la directora avisó a mis padres para enseñarles un cómic de dos páginas a color que hice en 3º de EGB. Muy currado. «Creo que le vemos madera para hacer algo relacionado con el dibujo», le dijeron. Ni siquiera les hablaron de cómic, no se veía como una profesión. Para mí ha sido muy cómodo laboralmente pensar que me iba a dedicar a eso sí o sí, yo siempre tenía proyección de dibujar, lo que sea.
-Vive en Málaga, en Mijas. ¿Se puede trabajar para el mercado americano desde aquí?
-Se puede trabajar en remoto, sí. Yo facturo allí, pero pago mis impuestos aquí.
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