Wasabi Cru: «Meterse a componer en estos tiempos es de valientes»

Todos ellos han trabajado o siguen trabajando en distintos proyectos musicales con acento malagueño, como la Free Soul Band, en el caso de Sakura, que también comparte un proyecto acústico a dúo con el guitarrista Eneko Alberdi. Álex Molina ha sido bajista del grupo de rock and roll Terral y ha tocado con Costanera y en el grupo de versiones de ska y reggae La Freeska de Málaga, junto a Fran Malpica, que por su parte dio sus primeros pasos en la música con la banda de rock psicodélico JJSprondel, además de participar en otros proyectos como Terral.

Por tanto, la química sobre el escenario y en el estudio está asegurada entre los miembros de este cuarteto, que acaba de estrenar sus primeras composiciones propias en el ciclo Málaga de Festival (MaF), impulsado por el Festival de Cine de la capital. Un primer volumen producido y masterizado por Dani Pineda y con las colaboraciones de los veteranos Nacho Loring (trompeta), Stephano Tomaselli (saxo tenor), Carlos Rodríguez (trombón) y el DJ 1010!. Con sus composiciones, elaboradas durante la pandemia, han logrado el primer premio del Concurso Nacional de Bandas Alcalá Suena en la modalidad de black/soul. Sobre este reconocimiento, Fran Malpica asegura: «No me lo esperaba, entre otras cosas porque aún no hemos lanzado los videoclips. Y es que hoy día o sacas vídeo o estás fuera. Pero el concurso ha sabido valorar nuestra música sin elementos audiovisuales externos, y de 300 bandas que había apuntadas que hayamos ganado ha sido una alegría. Precisamente este sábado 5 de junio vamos a Alcalá de Henares a darlo todo, una ocasión para la que contaremos con la colaboración de Nacho Loring, lo que es para nosotros un gustazo», advierte.

Un reconocimiento que para el bajista Álex Molina es, sin duda, «un revulsivo para seguir adelante, ya que tendremos el gusto y el honor de presentar nuestro EP en un escenario de esa talla. Va a ser una auténtica fiesta», añade.

El grupo empezó haciendo versiones de clásicos del soul y la música negra, hasta llegar a hacer sus temas propios, tal y como señala Molina: «En un principio construimos un repertorio de canciones con las que estuvieramos a gusto. Propusimos canciones de diversos estilos, partiendo del soul, jazz y funk, y finalmente nos sentimos muy cómodos en torno a canciones soul y de música negra. Noe brilla con luz propia en ese género. Por ello decidimos indagar un poco más en ese estilo, aunque no hemos abandonado los otros».

Pero «la necesidad de expresarnos, de contar nuestras propias historias a través de nuestras canciones» los llevó a hacer sus propios temas, tal y como indica Fran Malpica. «Ya hemos comprobado que como grupo de versiones funcionamos, así que queríamos dar un paso adelante. Esta etapa nos ha permitido conocernos, saber qué nos gusta en conjunto y por dónde tirar. Hemos formalizado la 'relación'... como si fuera una pareja», argumenta entre risas.

Por su parte, sobre la decisión del grupo Wasabi Cru de montar sus propios temas Álex Molina añade: «La verdad es que los que nos metemos a componer somos unos valientes, y más en estos tiempos. El mercado pide, o pedía, mucho grupo 'cover'. Nosotros mismos hemos sido un grupo de versiones, aunque intentáramos salirnos un poco de la tónica para tocar los temas que más nos gustaban, pese a que fueran menos demandados. Somos unos valientes por eso mismo y por el esfuerzo que hay que hacer en tiempo y dinero para trabajar haciendo canciones propias, un esfuerzo que suele tener poca recompensa. Pese a todo, en el panorama malagueño hay muy buenos grupos de rock, metal, indie-alternativos, rap, buenos cantautores y cantautoras, con grandes artistas en todos los géneros, pero en el ámbito del neosoul o el acid jazz el panorama está huérfano de grupos que estén creando material propio. Es un honor eso de ser pioneros de algo», sentencia entre risas. A lo que Noe Sakura añade: «Hay un no sé qué en Málaga para el pop y el rock en la música moderna. Es bueno poder aportar este trocito de color y que sea tan bien recibido».

Sakura es la responsable de la composición de las letras de los temas del grupo, una labor sobre la que la cantante afirma que «para ofrecer un mensaje me inspiro en lo que me va haciendo sentir cada 'groove' y le atribuyo su escenario. Por ejemplo, en el caso del que sería el hit del EP ('Shelter in your Sense'), me inspiré en todo lo que estaba/está ocurriendo. Infinidad de noticias sobre la situación pandémica: Por un lado el miedo, la vulnerabilidad; por otro, las revueltas sobre comentarios como 'el virus es la tele', que si mentiras, que si 'preguerras'... Y al final, todos enfadados o aferrándonos a las ideas, la política.. Y ¿por qué?, me pregunto. Ni bueno ni malo. Apoyarnos en todo esto, a los nuestros, entre todos también y tener fé en uno mismo. En ello creo, y ahí lo expongo en las letras».

Canciones compuestas durante la pandemia, una época que aunque no ha sido propicia para los ensayos, sí les ha impulsado a seguir trabajando: «Fue ahí en mitad de la pandemia cuando retomamos las composiciones y todo esto de estar frenados y no salir nos hizo 'telecomunicarnos'. Muy natural y gustosamente salieron muchas ideas y nuevas sensaciones para aportar a este proyecto», afirma la cantante de la formación.

Pero a pesar de todo, Carlos Campos, batería de la formación, reconoce que «la imposibilidad de poder quedar para trabajar los cuatro en conjunto, y tener que hacerlo 'en diferido' hizo que luego revisáramos y cambiáramos gran parte de ese material hasta lo que ha terminado saliendo de los estudios Moby Dick esta primavera».

Tras el estreno de este disco el grupo espera poder realizar algunos conciertos este verano y para finales de año o comienzos de 2022 confía en poder lanzar un disco de larga duración, tal y como afirma Fran Malpica. «En esto de crear las prisas no suelen ser muy buenas, aunque tampoco queremos dormirnos en los laureles», añade Álex Molina. «Ahora, con la situación que estamos viviendo, parece ser el momento idóneo para dedicarse a cocinar un poco más», sentencia Noe Sakura.

Las influencias de los músicos de Wasabi Cru son muy diversas. Así, Fran Malpica reconoce que en los temas de la banda «puede verse influencia de artistas de los 90 ́s que nos gustan a los cuatro. Desde Erykah Badu, Lauryn Hill, D ́Angelo hasta el neosoul progresivo y actual de Hiatus Kaiyote. Hay temas como 'Cosmic Cabriolet', que desprende un toque de acid jazz y de grupos instrumentales de los 70-80 como los Weather Report (salvando las distancias, claro): el empleo de armonías por cuartas, riffs instrumentales al unísono con gran peso del bajo, la libertad rítmica de las baterías de Carlos, sonidos de synthe y rhodes la época o el empleo del pentatonísmo le confieren esta sonoridad. Hemos tratado de conjugar la importancia vocal sin supeditar la música al texto. El track 2, 'Keeping the promise', también combina armonías de jazz con ritmos reggae, y de hip hop, además del empleo del vocoder que le da un toque electrónico ochentero muy guapo».

Por su parte, Álex Molina añade: «En mi caso, como autodidacta, me metí en la música escuchando a los buenos artistas de los 70, 80 y 90, tanto de rock, música progresiva, funk o soul. Esa música fue mi tutora y profesora, mi guía musical. Por mi parte, es imposible que no destile a ese sabor cualquier cosa que haga».

En cuanto al regreso a la 'normalidad' en cuanto a conciertos y festivales de música, Carlos Campos considera que «es complicado prever cuánto tiempo va a llevar recuperar esa normalidad anterior de directos, festivales y demás eventos. Principalmente hablando de bandas emergentes como nosotros, somos la última pieza de dominó que cae, y la última que vuelve a levantarse. La economía nacional está patas arriba, hay menos inversión, menos consumo, los sitios donde solía haber música en directo están pasando una época difícil demasiado prolongada; muchos lo tienen muy complicado para mantenerse en pie, y eso termina afectando a todo el panorama cultural, y golpeando especialmente, como he dicho antes, a los artistas menos conocidos». De la misma manera se pronuncia Molina, que cree que volver a la situación previa a la pandemia se ve como algo lejano: «La situación en 2019 era bastante buena, las salas y locales estaban apostando fuerte por la música en directo, el panorama para las bandas emergentes como la nuestra era muy atractivo y favorable. Habrá que ver cómo reaccionan esos pequeños promotores. En cuanto a los grandes eventos, es probable que comiencen a recuperarse el año que viene o finales de este año por tener más capacidad económica y margen de maniobra».