Secciones
Servicios
Destacamos
El cierre de la tetería Harén le hace retroceder 20 años en el tiempo, a esas «primeras noches de gloria» en las que cantaba con el sonido de la batidora acompañándola de fondo. Vanesa Martín se ríe a carcajadas al otro lado del teléfono al ... recordarlo. Es la misma, pero diferente. Aquella joven que estudiaba Magisterio sin saber que podía vivir de la música es ahora una de las artistas más potentes del pop rock nacional. Con su último disco, el séptimo, le ha dicho 'Siete veces, sí' a una profesión compleja e inestable que le ha dado tremendas satisfacciones. Un año después de lanzarlo, Vanesa Martín publica este 10 de diciembre una reedición especial con canciones inéditas y material audiovisual. La despedida de un año y, en cierta forma, de un ciclo. En 2022 le esperan nuevos retos. Entre ellos, su debut en Nueva York.
–Un año después, queda claro que le seguiría diciendo 'Siete veces sí' a la música.
–Perdóname, ¡queda clarísimo! Y cuanto más tiempo pase, más. Estoy muy agradecida por todo lo que estoy viviendo.
–Entre los materiales que incluye la reedición está el vídeo de su dueto con Sabina. ¿Cómo sienta que un maestro le mire con esa admiración?
–Es un regalo. Él y su mujer Jimena son como de mi familia, nos vemos muchísimo y les quiero muchísimo. Tener la suerte de que quede ya registrado para siempre esa canción juntos, 'A la sombra de un león', y el que nos abriera las puertas de su casa fue muy especial y muy emotivo.
–Siempre se ha sabido rodear muy bien. Desde el principio ha tenido muy buenos amigos, muy conocidos, desde la discreción.
–Soy así, quien me conoce lo sabe. Tengo una vida discreta en todos los sentidos. Y con los amigos artistas que me acompañan y que voy conociendo durante todo este tiempo queda para nosotros el disfrute. Es un regalo cuando lo compartes de cara al público y el escenario impulsa esa emoción, esa ese amor y esa admiración.
–Y, al mismo tiempo, da la mano a la siguiente generación con ese dueto con Lola Índigo. ¿Se siente un referente para los que vienen?
–Me alegra que la gente de alguna manera se fije en mi música, pero me queda mucho por hacer. Admiro todos los talentos jóvenes que van saliendo ahora, y todos aprendemos de todos.
–Su carrera demuestra a las chicas jóvenes que se puede hacer carrera en la música sin histrionismos, paso a paso.
–El éxito es tener personalidad, tener claro hacia dónde vas, ser perseverante y, obviamente, tener talento. Hay que tener una dirección clara y no estar pendiente de lo que hace nadie a tu alrededor, sino más bien perfeccionar tu carrera y tu camino.
–¿La palabra cantautora le sigue representando?
–En cuanto a que yo canto lo que escribo... No me molesta la palabra cantautora, pero yo hago pop rock. Es como si se dice que Freddy Mercury es cantautor porque cantaba sus canciones.
–Es una constante al lado de su nombre.
–Sí y no sé por qué. Ni los propios productores con los que he trabajado me meten ahí. En los conciertos queda reflejado que la música que hago es muy variada y muy amplia.
–Cuesta mucho deshacerse de las etiquetas.
–Por eso hay que hablar poco, breve y conciso (ríe).
–El videoclip de 'Y yo latiendo' que acaba de lanzar es una fiesta flamenca. Cuando se pasa tanto tiempo fuera de casa, ¿la tierra tira?
–Pues sí, la tierra tira. Quería que la gente conociera también esa parte de mí, flamencona y divertida con mis amigos y mi familia. Es muy fiel a lo que suele pasar en mi casa después de los conciertos o en encuentros con amigos.
–¿En la intimidad es flamenca?
–¡Sí! (ríe). Y a más viajo, más orgullo de ser andaluza y malagueña.
–¿Le queda algo de esa serenidad que le dio el confinamiento o ya ha vuelto a la vorágine?
–No, no, me queda todo. El aprendizaje va dentro. Aprendes a discernir y a separar, y a lo que realmente es importante o lo que solo es ruido.
–Ahora está de moda quitarse el whatsapp y salirse de las redes para no estar hiperconectados. ¿Es su caso?
–No. Creo que he encontrado un equilibrio con mis redes sociales, que las llevo yo, y mi vida personal y profesional. Para mí es un termómetro que te dice de primera mano lo que va sudando y respirando la gente respecto a tu música. No tengo ningún problema con las aplicaciones del móvil. Solo hay que saber a qué le dedicamos el tiempo. Si estás comiendo con amigos, el móvil boca abajo y en silencio.
–Hay una corriente de odio muy potente en Twitter. Por lo que leo de usted, es de las pocas que se libra de eso estando tan expuesta.
–Es verdad que me considero muy bien tratada en ese sentido, pero sí que es cierto que ya va habiendo.... Y a más seguidores, más 'haters' vas teniendo. Para mí es ruido. Una persona cobarde que se esconde detrás de un perfil anónimo no me genera ningún respeto. Y se dice cada barbaridad y cada tontería que me provoca hasta compasión. ¿Cómo tendrán las cabezas estas personas para ser capaces de decir esto?
–Ha cerrado la tetería Harén en Málaga...
–¡Me dio una pena cuando lo leí el otro día! Son espacios culturales y de encuentro, uno de los lugares donde yo empezaba a cantar. Y me da mucha pena que cierren lugares como Harén, Onda Pasadena... Creo que estamos perdiendo un poco de identidad.
–¿Qué recuerdos tiene de esa Vanesa?
–Ahí arrancaba. Me acuerdo de la ubicación donde nos poníamos para cantar y recuerdo el ruido de la batidora dándolo todo cuando cantabas una canción más lenta (ríe). Tengo un recuerdo muy entrañable porque eran mis primeras noches de gloria.
–Imagino que sería una Vanesa con más miedos e incertidumbres que ahora.
–La verdad es que era muy inconsciente. Yo no sabía que me quería dedicar a esto. Yo estudié y cuando terminé la carrera, probé suerte a un nivel más profesional. En ese momento era un hobby.
–Aunque ahora tiene la experiencia, también se espera más de usted.
–La responsabilidad ahora es mucho mayor y eso te genera más nervios.
–¿También inseguridades?
–Sí claro, por supuesto. Todo está cambiando muy rápido. Hemos pasado de una era analógica a otra digital completamente y tienes que adaptarte, reciclarte, renovar o morir. Yo, que soy una persona que hago autocrítica todo el rato y me cuestiono absolutamente todo, hay momentos de inseguridad y vulnerabilidad que después, evidentemente, se superan. Pero ocurren.
–Tiene una imagen de mujer fuerte y empoderada.
–No hay una persona fuerte ni empoderada que no tenga vulnerabilidad. Eso no podría existir. Cuanto más fuerte eres, más vulnerable te sientes.
–De aquello han pasado, por lo menos, 20 años. ¿Cómo vive el paso del tiempo?
–Qué bien que lo hemos vivido, qué alegría llenarlos de experiencias. Ahora me están pasando cosas muy buenas, muchas cosas por primera vez, es un momento muy motivante.
–¿Ya está con lo nuevo?
–Estoy preparando cosas nuevas, sí. El año que viene voy a centrarme cien por cien en la música, en poder viajar por fin. Antes del confinamiento quería irme temporadas fuera y eso va a ocurrir ahora. En mayo nos vamos a América, hacemos Nueva York, Los Ángeles, Houston, Puerto Rico, Miami, Argentina y México.
–¿Debuta en Nueva York?
–Sí, es la primera vez. En Miami estuvimos y fue una sorpresa. Llenamos el Teatro Fillmore con 2.000 personas. Nos dimos cuenta de que no teníamos que quedarnos en Latinoamérica, teníamos que subir más arriba también.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.