El Teatro Cervantes prescinde del Coro de Ópera de Málaga tras 36 años de relación para contratar a uno profesional

Desde el Cervantes, no obstante, niegan cualquier relación entre la inspección y la búsqueda urgente de un nuevo coro para 'Madama Butterfly', el próximo título en agenda, el 22 y 24 de noviembre. Según explican, a preguntas de este periódico, este proceso de selección «se debe al interés del teatro por alcanzar una mayor profesionalización en su temporada lírica». «No ponemos en duda con esto la profesionalidad del Coro de Ópera de Málaga, sino que se busca subir un escalón más en el nivel de excelencia al que el Teatro Cervantes aspira», señalan por escrito, sin dar ninguna opción para consultar directamente este asunto con el gerente de Málaga Procultura, Juan Antonio Vigar.

Una afirmación que, sin embargo, contrasta con el hecho de que el 3 de junio se diera a conocer en rueda de prensa la programación lírica de 2024-2025 con el Coro de Ópera presente en todas sus funciones como colaborador habitual. Anuncio que en el teatro achacan ahora a «un error de comunicación interna».

Lo cierto es que no es hasta después de la última ópera, que tuvo lugar el 20 y 22 de septiembre (y de la inspección), cuando el teatro pone en marcha el proceso para la contratación de un nuevo coro. El 4 de octubre se publica el anuncio de licitación para la «gestión, coordinación artística y preparación musical del coro» para 'Madama Butterfly'. Un contrato con una duración de dos meses y un presupuesto de 72.898 euros (IVA incluido) para crear una agrupación de 28 voces, a punto para los ensayos que se desarrollarán dentro de pocos días. «Los servicios incluyen la selección de los integrantes del coro, la organización de audiciones, la planificación y desarrollo de los ensayos, y la dirección musical durante las funciones programadas».

El plazo para la presentación de ofertas acaba de finalizar, pero todo apunta a que la adjudicataria será Intermezzo, la única empresa con capacidad para seleccionar y gestionar un coro lírico con este margen de tiempo. De hecho, la compañía trabaja ya desde principios de mes en la creación de la agrupación para presentar su propuesta: el 1 de octubre anunció las audiciones, que se celebraron en Málaga los días 14 y 15 de octubre.

Según ha podido saber este periódico, el teatro ya comunicó al Coro de Ópera de Málaga la intención de profesionalizar la agrupación en verano, poco después de la tormenta que provocó la multa de la inspección de trabajo a la OFM por la posible contratación irregular de músicos (lo que se conoce como falsos autónomos), y que derivó en la dimisión de su gerente a mediados de junio.

En ese momento se barajaron diferentes opciones, incluso se estudió la posibilidad de que el coro malagueño se constituyera en empresa, algo inviable para un grupo de personas que no vive de la actividad coral, que tiene otras profesiones y que esto lo hacen por puro amor a la música. Muchos de ellos, además, son funcionarios, como la propia directora María del Mar Muñoz (profesora de conservatorio), lo que haría incompatible su trabajo en el coro si este se constituyera como empresa.

No obstante, con los ensayos de 'El gitano por amor' ya muy avanzados, se decidió seguir adelante con la fórmula actual para las dos funciones líricas de septiembre, y para el concierto inaugural de la temporada de abono de la Orquesta Filarmónica de Málaga (participaron en 'Alexander Nevsky' de Prokofiev). La inspección de trabajo que tuvieron durante la última ópera aceleró el proceso.

La situación de Málaga, en cualquier caso, no es una excepción. Hace tiempo que la Inspección de Trabajo ha puesto el foco en este tipo de formaciones para garantizar que se cumplen las leyes laborales, consciente de que en el sector cultural se abusa de la fórmula de la asociación. Sucedió ya hace tres años en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Una inspección de trabajo, motivada por una denuncia previa, obligó al auditorio a reformular su relación con el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, que actuaba en todas sus producciones líricas. Lo que cambia respecto a Málaga es la decisión que allí se tomó: mientras que Málaga ha optado por subcontratar ese servicio, el teatro de Sevilla eligió contratar directamente a los coralistas, dándoles de alta para cada ensayo y cada función.

Según las fuentes del Teatro de la Maestranza consultadas por este periódico, ese sistema es incluso más económico que una subcontrata y permite mantener el control musical de cada producción, algo que se pierde cuando es una empresa externa la que suministra un coro cerrado según sus criterios. En cambio, la contratación directa multiplica el papeleo y la carga del departamento de recursos humanos, con constantes altas y bajas, búsqueda de sustitutos y una organización nada sencilla de los tiempos de trabajo.

En el aire queda ahora el destino del Coro de Ópera de Málaga, una entidad que nació en 1988 con el objetivo de acompañar a las producciones del Cervantes y por la que han pasado cientos de voces malagueñas, algunas muy conocidas como la de Carlos Álvarez. En noviembre convocarán una asamblea para decidir su futuro.