'Siete veces sí' para el regreso de Vanesa Martín a Málaga

Tras la actuación en solitario del malagueño Ginés González, la cantautora comenzó con una profunda introducción a capela cuando aún las últimas luces de la tarde se proyectaban en los muros del auditorio con todo el público sentado, incluso el de la pista. Martín puede, así, presumir de haber comenzado una gira por toda España con una doble parada en Málaga. Por eso, 'Siete veces sí' le trae a la artista un regalo certero en sus 14 años sobre los escenarios.

Ya entrada la noche, el show de la malagueña fue más cercano que nunca, aunque el auditorio se disponía de dos en dos para respetar todo aquello que, en palabras de la malagueña, «ya llevamos en el ADN». Sus incisos entre canción y canción, a cada cual más emotiva y llena de recuerdos, como con 'Inventas' o 'Te has perdido quien soy', fueron un bálsamo de ánimo y esperanza, tomando ese papel de 'coach' que desempeña en 'La Voz' para alentar a sus oyentes. No olvidó hacer un pequeño balance por todas esas citas encima de un escenario que se cancelaron y tuvo un sentido recuerdo para todas aquellas personas que, a causa de la pandemia, han fallecido y que «deberían estar aquí».

La artista, tan cercana y presente en todo momento con su torrente imparable de voz, se rodeó de sus músicos habituales, añadiéndole un chelo a la ecuación: una decisión ganadora para envolver un espacio tan grande y convertirlo en una cita en el salón de casa. Con 'Adiós de mayo' el concierto cambió de tercio el ritmo, con esos aires de bolero y tango que decora con sus giros vocales tan característicos.

Por medio, un consejo que levantó el aplauso de sus «boquerones y boqueronas»: «Cuando el viento y el sol están de cara tenemos que coger carrerilla y para atrás nunca más». Una frase que dio sentido a uno de los temas más especiales de su último disco, 'Seis puertas', con origen en un sueño en el que la artista corre por un pasillo en el que va perdiendo prendas de ropa hasta llegar a una plaza con seis puertas, pero ninguna le devuelve a su vida anterior. Por eso Martín reconoció que llevamos mucho «equipaje emocional» del que hay que desprenderse, y más ahora, cuando la realidad cambia constantemente.

Una parada en acústico con 'Inmunes' y 'La quiero a morir', a modo de «buzón de sugerencias» para hacer partícipe al público, fueron ese momento de 'stop' para la reflexión y para cerrar los ojos, degustando la brisa de un verano que se prevé muy musical.

El auditorio se fue animando, bailando en el asiento acompañando a las canciones más icónicas de la malagueña a modo de 'medley' o popurrí para no dejar ningún recuerdo sin abrazar. Algunos valientes, incluso, se atrevieron a saltar por unos segundos en su sitio, despegándose de la silla en la pista para bailar con 'Caída libre', aunque la euforia duró poco: las normas son las normas.

Los bises llegaron con palmas acompasadas para despedir una noche distinta y con los sueños intactos: un sí para Vanesa Martín, siete veces o las que hagan falta.