Diez años bailando al ritmo rockero de Señor Mirinda

Manu Molés, a los teclados; Dani Cuenca, a la batería; y El Lere, al bajo (antes Álvaro Cebrián) completan en la actualidad la banda, una formación que apuesta por el rock más contundente para versionar los grandes temas del pop-rock nacional, con un repertorio que han ido ampliando a lo largo de los últimos diez años, que se renueva constantemente y que incluye a artistas y grupos como Loquillo, Gabinete Caligari, Los Rodríguez, Radio Futura, El Último de La Fila, Joaquín Sabina, Pereza, Coque Malla, Fito y Fitipaldis, entre muchos otros.

Para celebrar su aniversario y el cercano cumpleaños de ambos han organizado una fiesta en La Cochera Cabaret este miércoles 4 de enero (22.00 horas) en la que contarán con invitados de excepción entre los que se encontrarán Javier Ojeda, Pepe Salas, Jose Manuel 'Canío', Ricardo Marín y Adriana Rogan, entre otros. Un espectáculo que se grabará en vídeo para su posterior edición en diferentes formatos. Entradas en lacocheraentradas.com (anticipada: 10 euros, en taquilla: 12 euros).

Adolfo Flores, líder de un sinfín de grupos desde los 80 –con bandas como Extraños Aquí, Katerpillar Blues Band, Blue Minnies y en la actualidad Motel Caimán– reconoce que «tocar con El Zurdo y los Mirinda me da la vida, ya que cada bolo es un acontecimiento para nosotros». Álex Meléndez añade: «Estamos deseando meternos en la furgoneta y empezar con los chistes y las risas, después en el escenario lo disfrutamos mucho y eso se nota desde abajo».

Flores publicó en 2020 con Motel Caimán su disco 'La canción del mar'. Además, a finales de ese año se reeditó 'Amor, veneno y laca de uñas', el disco de debut de Los Caimanes, banda liderada a comienzos de los 90 por Adolfo Flores y germen de su grupo actual.

El Zurdo, por su parte, es el autor de trabajos como 'Prueba de vida', producido por Candy Caramelo. Ha liderado grupos como Crossroads o Suite Paradiso, además de colaborar con la Free Soul Band, Fabrizzios y Fugitivos del Swing, hasta que montó Vicios Caros, nombre bajo el que publicó 'Peluquería de señoras'. Después, lanzó en solitario 'Acto de Fe'. Se sube a los escenarios como El Zurdo y también con Diego Cruz y con Señor Mirinda, y ha publicado el libro de poemas '12 certezas'.

Ellos son los dos 'frontmen' de Señor Mirinda, aunque el resto de los miembros de la formación también cuentan con una gran experiencia sobre las tablas. Manuel Molés es teclista de formaciones y músicos como Vicios Caros, El Zurdo, Lito Blues Band y Suzette Moncrief; el portentoso batería Dani Cuenca trabaja también con El Zurdo, al tiempo que mantiene una intensa actividad con bandas legendarias de Málaga como El Trío del Saco, Ganberries y Motel Caimán; y El Lere, por su parte, ha trabajado en proyectos como Muchachito Bombo Infierno, Flamingo Tours, Red Rombo y Dry Martina. Este mismo año, El Lere ha publicado su primer trabajo en solitario, 'Cosecha propia', en el que apuesta por un sonido «más pop y menos clásico».

La historia de amistad de Adolfo 'Caimán' y El Zurdo se remonta a 2009, o al menos así lo recuerda el primero: «Lo conocí a través de Facebook sobre el 2009, me sorprendió bastante todo lo que hacía porque es completísimo: músico, cantante, compositor y poeta. Su virtuosismo en la guitarra y yo que sé qué más, pero lo que más me sorprendió era que a pesar de la diferencia de edad (16 años), teníamos muchísimas cosas en común: los mismos estilos de música, los mismos poetas, el tango, la copla... ¡Yo le decía niño viejo! Rápidamente supimos que teníamos que hacer algo juntos, me gusta lo claro que tiene esta profesión, cómo se curra el instrumento cada día y la capacidad casi instantánea de crear, además del trato personal».

Álex Meléndez, por su parte, reconoce: «A Adolfo lo admiro desde siempre. Gracias a las redes tomamos contacto, y la primera vez que coincidimos él salía del ZZ Pub y yo entraba. Cuando nos cruzamos me agarró de la cara y me dijo: »¡Poeta!«. Nos dimos un abrazo y, de ahí, hasta ahora. Él es un pilar importante de mi vida, nunca hemos tenido una voz más alta que otra y nos compenetramos estupendamente, todavía no he oído a nadie hablar delante mía mal de Adolfo, es en el mayor de los sentidos de la palabra una buena persona. Su arte y su tesón son inspiración pura, el don de aglutinar a la gente para cualquier causa, lo desprendido que es y me hace sentir seguro en un mundillo donde por desgracia no hay muchos como él», sentencia el músico.