En Oh, See! Málaga, después de la tormenta no llega la calma

Aunque la euforia total llegó cuando se iban acercando las 19.00 horas. Era el turno de Arde Bogotá y el público se vino arriba. O sino que se lo digan a Guille y Paula, que estaban deseando que llegase este concierto y buscaban en la pista el sitio más cercano posible. 'Los perros' abría con ganas un espectáculo que fue de los mejores directos de esta edición del Oh, See! Málaga en un show que terminó con el cantante, Antonio García, bajando al público y cantando desde la pista para sembrar la locura entre sus fans. Lo dijo al empezar: «Bueno, Málaga, ¿vamos a montar una fiesta o qué?». Pues Arde Bogotá la montó. «Han sido los mejores», confesaba a SUR entre el público la joven Ana Torremocha. Aunque también hubo tiempo para la reflexión. Incluso para las lágrimas, esas que Jose no pudo evitar mientras sonaba 'La salvación' y el cantante habló: «Para los que no sepan volver y están buscando la salida».

Después iba a llegar «una clase de aerobic particular», tal y como indicó Rayden desde el escenario al arrancar su concierto. El poeta de la noche del sábado en este festival estaba viviendo el penúltimo concierto de esta gira de despedida con la que él mismo asegura que ya «cierra el chiringo». Pero su música siempre quedará para hacer latir a los fans: «Las canciones van a ser siempre vuestras, haced lo que queráis con ellas», apuntó Rayden durante el concierto. Se puso romántico con canciones como 'Haz de luz' o 'La mujer cactus y el hombre globo' y terminó como tienen que terminar las fiestas de despedida, con una sonrisa y con ganas de más.

Para ir poniendo el broche de oro a la última noche de esta cuarta edición de Oh, See! Málaga, el público esperaba a que León Benavente saliese al escenario a las 22.40 horas. Las esperas se hacían largas, pero en los descansos de casi una hora entre concierto y concierto en el escenario principal, la zona Oh, See! Club se llenaba con las sesiones de Dj.

Y para terminar la segunda y última jornada de esta edición, por la que la organización asegura que han pasado unas 15.000 personas, los de Viva Suecia subían al escenario para cerrar. Una edición en la que hubo tormenta el primer día, pero nunca llegó la calma. Así es la fiesta de la música y la magia del directo, que hace disfrutar a cualquiera ya sea bajo la lluvia o con los rayos de sol.