Rozalén: «Tener una vida plena no es tener una vida feliz»

-Aunque para vivir lo bueno hay que pasar por lo malo también, unos más y otros menos... Hablando de eso, una de sus últimas canciones 'Agarrarte a la vida' tiene una letra que dice: «Sé de los fantasmas que habitan en ti, del pozo frío y oscuro del que no logras salir...». Qué importante canalizar este mensaje contra el suicidio desde las canciones, ¿verdad?

Sí, creo que han saltado las alarmas a nivel mundial. Que se empiece a hablar sobre el suicidio, que se visibilice tanto la salud mental... Hay una relación directa con la pandemia porque parece que ha dejado ver tantas cosas que no funcionaban y ha llamado la atención ver que tanta gente joven no encuentra su lugar. Para esta canción he tenido a muchos expertos de la psicología detrás porque tenían que validar hacer una cosa tan importante y con la que hay que tener tanto cuidado. Estoy aprendiendo muchísimo porque creo que esto es un problema integral que tiene mucho que ver con el tipo de sociedad que estamos creando en la que tienes que ser el número uno, las redes solo muestran la parte preciosa de la vida y a veces irreal con la lucha de los 'likes'... Puedo llegar a entender por qué tanta gente no encuentra su lugar. La vida está muy alejada de lo virtual.

-Y tanto...

Y por supuesto que la nostalgia, la tristeza y las cosas duras son parte de la vida. Tener una vida plena no es tener una vida feliz, es tener una vida en la que haya alegrías pero que también se sepan gestionar las piedras del camino, que hay que tenerlas, sino la vida sería otra cosa. Ahí está el equilibrio. No existe lo uno sin lo otro, sin lo malo no valoraríamos lo bueno y no aprenderíamos. Desde hace tiempo cuando me preguntan '¿Qué tal estás?', aunque tengo derecho a quejarme y estar triste, no lo pienso hacer. Estoy bien, fuerte y sonriente ante todo. Lloro lo que tengo que llorar y celebro lo que tengo que celebrar.

-Las redes sociales que ha mencionado, todos pecamos un poco de poner solo lo bueno... Ahora parece que también se publican las cosas malas, aunque como decía usted, en su mayoría solo muestran la parte preciosa de la vida.

Intento poner también las cosas con las que no me siento bien pero ya te digo, la gente que se compare conmigo y con la intensidad que llevo de vida... Claro, cuando estoy tranquilita en mi casa con la huerta pues no lo veo, o cuando estoy llorando porque echo de menos a mi padre. Entonces pensar que la realidad está en las redes sociales es cometer un error gigante. Creo que dentro de la adolescencia eso es muy peligroso si no se gestiona bien.

-Hace poco pasó por un tiempo complicado, la muerte de alguien tan cercano como un padre. ¿En qué pensaba en ese momento de tan poca esperanza para agarrarse a la vida?

A día de hoy sigo pensando en las ganas que él tenía de vivir, era un súper enamorado de la vida. Nada más que por eso, si yo quiero hacerle un homenaje tengo que disfrutar de cada cosa que me pasa. Lo malo por mi parte es que murió de golpe, entonces ahí el 'shock' es más grande... Creo que la muerte es algo que debería trabajarse desde más pequeños porque está ahí todo el rato. El duelo te enseña mucho, te cambia las prioridades de todo.

-¿Qué le ha enseñado el duelo a Rozalén?

Bueno, me sigue enseñando cada día. Los primeros son muy duros, tenía un temblor en la mano que no se me iba, pero hay fechas señaladas que son durísimas como por ejemplo este cumpleaños mío, que estaba enrabietada porque me faltaba su felicitación. Habría que hablar muchísimo de las fases del duelo, siento que cuando vas creciendo y van pasando cosas tan naturales de la vida pues a veces parece menos bonita y a la vez se valora todo el triple. Yo estoy más nostálgica y triste, pero estoy más madura, más en calma... No sé cómo explicarlo, pero algo muy fuerte te cambia dentro.

-Lo de su padre fue de forma natural. Pero volviendo al tema del suicidio, lo ha sufrido también desde cerca...

Tengo gente alrededor con depresión y con ideas de quitarse de en medio, que lo han intentado. Están en el proceso y me enseñan todo eso, por eso cada frase de la canción tiene mucho diálogo detrás. Tampoco nos educan en cómo acompañar a alguien que está en esa situación, a veces no hace falta dar tantos consejos de moralidad, ni juzgar, sino simplemente estar. En la presencia a veces está la mayor comprensión, eso de decir 'aquí estoy' o 'háblame de todo que yo me voy a callar' pero claro, también dan ganas de decir 'lo que yo daría por agarrarte a la vida...'. A la vez es muy difícil hacer ver la vida a alguien como tú la ves. Y no por eso nadie es mejor que nadie, entonces esto es algo que a mí me está enseñando mucho.

-¿Usted ha tenido momentos en los que ha pensado quitarse la vida?

Quizá en la adolescencia algún momento tuve porque como hay tanta revolución hormonal alguna vez sí que se te puede pasar por la cabeza, no es algo inusual lo de plantearte 'qué pasaría si...'. Pero no, en realidad yo sí que soy bastante estable pero tengo picos de bajón porque soy muy hipersensible, aunque siempre encuentro algo bueno. Yo simplemente con levantarme por la mañana y ver los árboles que veo ya tiene sentido esto. Pero también puedo entender que haya gente que no lo encuentre, creo que he aprendido a abrazar la tristeza y disfrutar de ella porque dentro de ella nacen cosas buenas.

-Estudió psicología y ha hablado de educar, que a veces falta que se nos prepare para el duelo... ¿Se necesita educar en sentimientos?

Creo que a veces habría que dar mucho más amor en las clases, hablar de lo emocional, decir más 'te quiero' o 'lo siento'. Desde casa y desde las aulas, hay niños que lo único que necesitan es que les quieran.

-Que les quieran bien.

Exacto.

-Pasando a otros sentimientos, los de la música, lleva ya diez años en esto...

Ay... (Risas). Diez de mi primer disco, pero llevo desde los 16 cantando en conciertos.

-Entonces son veinte años, que hace poco fue su 36 cumpleaños...

Es verdad, claro, qué fuerte... Veinte años dando conciertos, cantando desde que hablo y tocando instrumentos desde los siete. Mi primer disco lo saqué el 5 de octubre de 2012.

-¿Es todo como imaginaba? Supongo que desde dentro el mundo de la música sorprende.

Buah... Puf... Son tantas cosas. Creo que el regalo más maravilloso que te puede pasar en la vida es dedicarte a lo que te hace feliz. Yo no sé cuándo voy a tener vacaciones, pero el levantarte y saber que tienes que trabajar en algo que te gusta es una suerte. Y he aprendido mucho de tantos ídolos que tengo cerca que eso me emociona, hasta de los golpes o de la parte más negativa relacionada con la exposición. Hasta de eso se aprende, a relativizar todo y al final lo único importante son las canciones y lo que ellas provocan. Yo me siento muy plena en el escenario, tengo un equipo increíble que es el mismo de siempre y vamos, yo acabo de llegar, tengo mucho que decir y que contar aún, que evolucionar. Así que aquí seguiremos.

-El año pasado le dieron el premio nacional de las Músicas Actuales. Ese momento...

Es que es como que me pasan cosas surrealistas todo el rato.

-Bueno, ese galardón no cae del cielo.

A ver, a curranta te puedo asegurar que soy de las tías más trabajadoras que te puedes echar a la cara, pero luego tengo también mucha suerte porque a veces estoy en el momento y lugar exacto para que ocurra esa casualidad que me hace un gran regalo. Pero sí, es verdad que salgo mucho a que me pasen cosas, trabajo demasiado.

-Es imposible no preguntarle por la polémica de su participación en el concierto de la Embajada de EEUU. Al final salió a dar explicaciones en redes sociales.

Yo sé que no tenía que dar explicaciones de nada, pero también quien me conoce y sigue lo que hago sabe que para mí los valores están por encima de todo. Quise dar explicaciones por mí misma, porque entiendo que había una incoherencia, eso no tenía nada que ver con la cumbre de la OTAN aunque algunos medios lo estaban relacionando. Y tenía que aclarar mi posición y explicar lo que yo siento, después de hacerlo yo ya estoy tranquila. Lo he hecho por mí, porque llevaba días sin poder dormir. Quien no quiera entenderlo no lo va a hacer, yo leí cosas que eran mentira, se dijo que yo estaba cantando «por mucho dinero a los señores de la guerra». Eso es totalmente falso.

-Acabemos la conversación con cosas bonitas.

Me pasaron muchas la semana pasada.

-Cuénteme.

Ni te imaginas, fueron tantas... Es verdad que la cancelación del concierto de Los Alcázares y esto fueron cosas para aprender. Pero canté con Serrat, he hecho mi primer cameo, he grabado cosas increíbles, voy a ser pregonera de la Feria de Albacete... O sea, la semana me sale positiva.

-Al final siempre gana lo bueno.

Sí. Oye, y que esta semana me voy al Weekend Beach, así que todo bien. (Risas).