Rockin Race: 30 años de rockabilly, faldas vaporosas y gomina en Torremolinos

Aunque las pistas de baile en el Rockin' Race de Torremolinos son muchas. El festival cuenta con escenarios oficiales en el Auditorium Príncipe de Asturias, la plaza del Remo, Hotel La Barracuda y el 'Paradiso Dancing Hall', nombre de la carpa nueva de este año. Aunque los escenarios extraoficiales pueden ser cualquier balcón, el paseo marítimo e incluso una cafetería del pueblo. Todos tienen ganas de bailar este fin de semana al ritmo del rock and roll, blues, soul o el boogie-woogie. Y un cartel de 40 bandas les ha acompañado para que no faltase la música en directo en cualquier rincón de este festival de referencia internacional: Les Greene, The Delta Bombers, Slink Moss Explosion, The Seatsniffers, The Planet Rockers...

Sin duda, el fin de semana era cuando se servían platos fuertes y el festival llegaba a sus horas cumbres de afluencia de público. Los rockabilly llegan a Torremolinos desde cualquier parte del mundo -la mayoría de los asistentes son extranjeros- y han conseguido apoderarse de la Costa del Sol convirtiendo esta cita en un indispensable de cada año y una referencia a nivel mundial en el género. Pero no sólo para ellos, sino para los malagueños que se suman a la cita y se camuflan entre los tupés y las chaquetas de cuero. Como les pasa a Flor, Sofía, Mari, la abuela Alejandra y la pequeña Elia, cada una con un complemento que les hacía ser parte de las auténticas chicas de los años 50: un pañuelo en el cuello, las gafas puntiagudas y labios rojos. «Aunque no seamos del rollo rockabilly nos apuntamos desde hace unos años y venimos siempre. La verdad es que los que asisten a este festival son gente muy sana, que se comportan bien y además aportan mucho a la economía en esta época del año que es más tranquila por aquí. Nosotras teníamos un supermercado antes y cuando llegaba la fecha del Rockin' Race notábamos una buena subida de caja», explicaron las malagueñas a SUR desde la plaza del Remo.

Allí, al más puro estilo vintage, durante la mañana de ayer sábado disfrutaron de los conciertos de Hi-Strung Ramblers o The Domestic Bumblebees. Pero les acompañó también una exhibición de coches clásicos de los 70 desde las 12.00 horas y food trucks para retomar fuerzas y seguir la penúltima tarde de esta edición redonda del Rockin' Race Jamboree. El sol está siendo un aliado más en estos escenarios de día, aunque por la noche el Príncipe de Asturias está cumpliendo con las expectativas de poner el toque perfecto a la madrugada de Torremolinos.

Los rockabilly disfrutaron al máximo la velada del viernes con Los Sírex y su 'Que se mueran los feos' o 'La Escoba'. También con The Surfrajettes o The Rhythm Shakers. Y la penúltima noche ayer la cerraron Sonny George & The Tennessee Sons y Dj Danny a las cinco de la madrugada en el 'Paradiso Dancing Hall'. Aún quedan fuerzas para esta últimas horas de domingo con The Centuries, X-Ray Cat Trio o The Nite Howlers & Friends.

Desde Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Israel, Japón, Alemania, Reino Unido, de todos puntos de España... Los seguidores del Rockin' Race no perdonan esta fecha y cada vez son más los que forman parte de esta familia que comenzó con Guillermo Jiménez y Vivi Milla, que hicieron de su pasión un gran evento a nivel internacional que no esperaban. Al igual que los números de este año, ya que se calculaba que fueran más de 20.000 asistentes, cifra récord de la última edición. «La previsión se ha superado con más de 30.000 personas durante todos los días del festival. Esta ha sido la máxima asistencia que hemos registrado desde que empezamos. Ya es un llamamiento mundial al ritmo del rock and roll; esto es una gran familia que viene todos los años y que cada vez traen a más amigos. La intención no era llegar donde hemos llegado y que tuviera tanta repercusión, estamos muy felices de haber conseguido esto», confiesa Guillermo Jiménez en este aniversario.

Sólo hay que ver el ambiente en todo el pueblo de Torremolinos, un estilo vintage que se mimetiza con los chiringuitos y espetos, los vecinos de la zona y los hoteles. En La Barracuda la tradición de los treinta años del Rockin' Race queda reflejada de una forma perfecta: la piscina, el jardín con mercadillo y la pista de baile. Allí cada día se están congregando muchos de estos rockeros que aprovechan para darse un baño o salir a bailar con sus parejas, amigas e incluso desconocidos. Porque en este festival todos se dan la mano para sacar el vuelo a esas faldas que ya son un símbolo de esta cita.

El tiempo está acompañando, el público sigue aún disfrutando y el pueblo de Torremolinos se une a esto que ya es toda una tradición. Treinta años de Rockin' Race Jamboree que se están celebrando con cifras de récord y un público que, sin duda, seguirá creciendo. Si alguien aún no lo conoce por aquí, está a tiempo hoy de pasar un día rodeado de los auténticos rockabilly.