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Tenía sólo seis años cuando se colgó por primera vez una guitarra para subirse a un escenario. Ya llevaba tiempo pidiéndoselo a su padre, el guitarrista Luis Marín, que entre concierto y concierto le daba permiso para que tocara la suya. Cuando tuvo una ... propia, antes de cumplir los 10, ya tenía sus grupos de música en su Gavá natal y en otras localidades de Barcelona, y pronto abordaría su primera gira por España y por América. «Mientras los niños corrían jugando al fútbol en mi calle yo estaba deseando cogerle la guitarra a mi padre», explica Ricardo Marín, nieto del también guitarrista Isidro Marín Utrera. Luego descubrió el Madrid efervescente de los 90 y entró en contacto con los grandes artistas y grupos del pop y el rock nacional, convirtiéndose en amigo y compañero inseparable en sus giras. Por su manejo de la guitarra en todas las categorías posibles, que ha conseguido a lo largo de los años «de manera autodidacta», según confiesa, ha llegado a ser uno de los músicos de directo y de sesión más cotizados de nuestro país. No en vano, tras telonear a Parchís (tal y como se recalca en sus biografías) ha tocado con Manolo García, Antonio Vega, David Summers, Los Secretos, Ariel Rot, Nacha Pop, Miguel Ríos, LaMari, Rosario...
Respetado y mimado por todos ellos por su profesionalidad y su carácter afable, Ricardo Marín no ha abandonado su faceta como compositor y en 1993 publicó su primer disco en solitario, al que seguiría el doble directo y DVD 'Buenas intenciones', en el que contaba con la participación de lo más granado de la música en castellano. Ahora, tras un año de pandemia, publica su disco más personal, 'Cuando', en el que firma la música y las letras. Un trabajo que presenta este sábado en La Cochera Cabaret (12.30 horas), rodeado de amigos y con banda de lujo.
El propio Marín los presenta: «Ahí estarán el malagueño Anye Bao, mítico batería que ha tocado con todo el mundo (Estopa, El Barrio, Antonio Vega, Raimundo, Luz Casal...); Basilio Martí a los teclados, el escudero de Antonio Vega y de Nacha Pop de toda la vida, y el gran Juanjo Ramos, bajista de Los Secretos». Le acompañará también el grupo DITS (Devils in the Sky) y algunos otros amigos de Málaga. «Nos gusta invitar al escenario a amigos de las ciudades en las que tocamos, son muchas experiencias vividas juntos y en este caso estarán Javier Ojeda, LaMari, Álex El Zurdo y Tin Fernández; han sido muchos años en ruta y me gusta montar una fiesta con mis amigos allá donde voy, ya que hay una conexión muy guapa con ellos», añade sobre este segundo concierto de presentación tras el estreno en el Teatro Muñoz Seca de Madrid.
«Yo me vine a vivir hace siete años a Marbella y aquí conocí a mi chica, Eva Nilsen, que trabaja en el campo audiovisual y hacemos un buen equipo. Por eso Málaga es el segundo punto de parada de la gira, a la que ya se han sumado Gavá, Águilas y Valladolid». El nuevo trabajo de Ricardo Marín, 'Cuando', salió a la venta el 16 de abril y ha sido disco de oro en preventa, antes incluso de llegar al mercado. Un álbum en el que viaja por distintos estilos, que incluye colaboraciones de Teo Cardalda y Antonio Carmona y que lleva el sello en la producción y las mezclas de Manuel Tomás.
Diez canciones forman parte de este nuevo trabajo de Ricardo Marín, que se hace acompañar en la grabación por una banda formada por Paco Bastante (bajo), Vicente Climent (batería), Carlos Álvarez Prades (piano y hammond), Nacho Lesko (piano Wurlitzer), Luis Dulzaides (percusión) y Cristina Narea (coros). «Es un disco ecléctico, con influencias de las músicas que estaban en mi cerebro; te puedes encontrar un funky, una canción muy Antonio Vega, un tema más flamenquito, que mi abuelo era guitarrista flamenco; o la influencia de la música rock argentina, que se palpa mucho», aclara Marín sobre este trabajo grabado y compuesto en su mayoría durante la pandemia. «El confinamiento me vino muy bien para darle forma –añade–, para cocinarlo de una manera lenta aunque es un disco atípico, porque se ha hecho con los músicos cada uno en su estudio por el encierro. El ingeniero Manuel Tomás, que ha trabajado con los mejores en Los Ángeles, ha hecho un trabajo increíble en el mastering. Rodeado de mis amigos, de mis compañeros, de todos los que me han acompañado en estos 25 o 30 años de bagaje como músico. Con todos estos contactos, al final las cosas se pueden hacer».
En este trabajo el reputado guitarrista, que también ha cantado y tocado con Raimundo Amador, una colaboración que fue la que disparó su éxito como músico profesional, explota su faceta como compositor, una labor que reconoce que siempre le ha causado «algo de pudor, porque yo soy más un compositor musical que de textos, aunque me he puesto las pilas por trabajar al lado de todos estos genios que escriben tan bien, como Manolo García, con el que he trabajado durante la última década. Para mí es mucho más fácil componer músicas, pero en este disco con el confinamiento me he currado más los textos. Me quise tirar al ruedo y en el 85 por ciento está compuesto por mí con letras y música», afirma. Además, al salir al escenario como 'frontman' ha dado «un paso al frente, lo que da todavía más vértigo, porque ahora para bien o para mal, los aplausos o los silbidos te lo llevas tú», añade.
Sobre sus experiencias musicales en las giras con los grandes grupos y artistas nacionales reconoce que se ha comportado como una «esponja». Así, afirma: «De todos he intentado aprender, sobre todo con artistas con Antonio Vega o Ariel Rot, referentes como guitarristas, y también con John Parsons, mítico guitarrista del 'Rock & Ríos', que era un icono para mí. He aprendido mucho con todos ellos; fueron unos años flipantes que pasaron muy rápido. No me di cuenta y transcurrieron 20 años, pero no los cambio por nada porque eso fue mi escuela, ya que siempre he sido autodidacta».
En el Madrid de los primeros 90 y gracias a Pepe Bao, de O'Funkillo, entró a formar parte de la banda de Raimundo Amador, tal y como rememora Ricardo Marín, lo que le abrió las puertas a las colaboraciones con los grandes de la música: «Eso fue el salto al vacío, el trampolín para mostrarme de cara al negocio. Me permitieron cantar dos temas en el mítico 'Noche de flamenco y blues' y ya había colaborado en 'Gerundina'. Yo tenía 27 años y eso me cambió la vida. El apoyo de los músicos con los que ha trabajado, como Manolo García, que hasta recomendaba comprar mis discos en el merchandising de sus conciertos, me ha aportado mucho», reconoce.
En cuanto a la situación actual de la música en España, cree que «hay que intentar sacar la cabeza del fango este, porque si no nos vamos a volver locos. Es una situación desesperante, pero esto tiene que reactivarse porque la situación de los músicos y de todos los que están en este mundo es insostenible». En este sentido, argumenta que igual que los músicos se han entregado durante el confinamiento con vídeos y actuaciones para entretener al público, éste tiene ahora que asumir un compromiso con los artistas: «Las actuaciones gratuitas en streaming han sido un apoyo importante para superar los meses de encierro, y ahora necesitamos que la gente dé el paso al frente para que volvamos a sentirnos vivos encima del escenario. No solo los que estamos en los carteles, sino los técnicos, la gente que está implicada en una gira, en un concierto. Habría que tomar medidas, pero todavía cuesta sacar a la gente de su casa por las restricciones, aunque hay que reivindicar que la Música es segura. Los músicos y los profesionales de la Cultura somos los últimos perros apaleados de siempre, porque además aquí en nuestro país no hay ayudas como en Francia, Reino Unido o Estados Unidos», sentencia.
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