Raimundo Amador: «Antes éramos unos apestados y ahora estamos de moda»

-¿Cómo fue para usted ser el pionero del rock flamenco?

-Bueno, si tú lo ves así (risas). Cariño, yo estoy muy contento de ser uno de los pioneros, porque ha habido más gente también. Aunque es un desamparo por otra parte, gracias a nosotros han salido cosas muy buenas y otras no tan buenas, si te digo la verdad. Uno de siente culpable de cosas que salen que no gustan nada.

-¿A qué cosas se refiere?

-No (risas), se mienta el hecho, pero no al santo. Yo respeto a todo el mundo y todos somos compañeros de la carretera y el escenario, se quiere a todo el mundo, aunque hay gente que me gusta más que otra. A pesar de todo estoy orgulloso de ser pionero de la fusión.

-¿Ve mucha diferencia entre hacer antes esta fusión y hacerla ahora?

-Mucha. Hay gente que hace cosas buenas ahora también. Pero te digo que si quieres hacer una fusión, por ejemplo flamenco con rock, si eres flamenco tienes que mamar el rock también, no sólo porque esté de moda. Tiene que salir solo, no es una fusión forzada. Antes éramos unos apestados y ahora estamos de moda, se apunta mucha gente al barco, pero todas las patadas y pedradas nos las hemos llevado nosotros.

-¿Es consciente entonces de que su música ha sido referencia para artistas de las últimas décadas?

-Sí, porque me lo dicen ellos mismos. Ellos y otros que son fans, me dicen que se han criado con mi música, o chavales que están empezando.

-Hace 45 años en los escenarios y aún es muy joven, ¿qué retos le quedan por delante?

-Pues sí, llevo más de 40 años porque empecé muy joven. En el año 1975 grabé con la familia Montoya, con la madre de Lola, que en paz descanse. Después, en el 77 hicimos Veneno y en el 78 hicimos 'La Leyenda del Tiempo', pero ha llovido mucho. Cuando ese último disco no estaba terminado yo ya me había casado, y en la luna de miel estaba haciendo los últimos ensayos. Fue una cosa muy bonita, aunque no tenía dinero para irme de vacaciones a París o algo así, pero estábamos de luna de miel terminando los ensayos del disco de Camarón. Después, ya me fui a grabar.

-Ahora que lo menciona, ¿cómo recuerda esos años tocando con Camarón?

-Mágicos, pero con mucho miedo. Aunque en realidad no teníamos tanto miedo porque estábamos un poco majaretas, ¿sabes? Estábamos un poco locos y eso salvaba el miedo.

-¿Y con B.B. King?

-Lo llevo en mi corazón a ese hombre.

-¿Estuvo en su entierro?

-No, no pude, tampoco creo que tuviera ese acceso. Al de Camarón tampoco pude ir, estaba tocando con Rosario Flores. Pero para mí fue como un hermano, fue un palo. Cuando murió B.B. King me llamaba mucho la radio y la prensa, pero yo no tenía ganas de hablar. Mi mujer me dijo que sí, que hablara de él, porque yo era el único de España que había estado tocando con él. Pero bueno, hacía lo que podía.

-¿Podría elegir entre guitarra eléctrica o flamenca?

-No, las dos me gustan. Yo soy medio hombre medio guitarra.

-¿Echa en falta más guitarras en la música actual española?

-Hay mucha gente que toca muy bien. Tomatito, Vicente Amigo, Diego el Morao, Antonio Rey... Y en las eléctricas también, por ejemplo Santi Campillo, Charlie Cepeda o Raimundo Amador (risas).

-Se lo preguntaba por el auge del trap o el reggaetón.

-Sí, algo he escarbado ahí porque me ha salido trabajo de ese rollo, pero no es lo mío. Escucho más hip hop o rap, el trap he hecho algo con Dellafuente y fue muy bonito, en un evento en la Catedral de Granada. Pero me gusta más lo que he hecho años atrás.

-¿Le gustaría colaborar con alguien con quien no haya tenido ocasión?

-Sí, si Dios me diera esa salud me gustaría tocar con Eric Clapton o con Buddy Gay. Y hacer más cosas con Tomatito, Vicente Amigo, con Luz Casal. Algo más serio con ellos. Hay mucha gente, que me perdonen si se me olvida alguien. Y perdóname tú, que estoy un poco ronco.

-¿Se recuperará para el concierto del sábado en Vélez Málaga?

-Sí, me tengo que reservar, pero sólo tengo que descansar porque he dormido poco. Vamos a llevar un invitado sorpresa, es un artistazo bueno de aquí de Málaga, tocábamos mucho con Camarón, que me lo quitó (risas).

-¿Muchos conciertos este verano?

-Sí ha habido cosillas importantes, tal y como está la cosa con el Covid, que esto es un cáncer que nos ha venido a todos, sobre todo a los músicos.