El pop alternativo de Kevin Johansen, de Argentina a un rinconcito de Coín

Si algo destaca de este enclave coineño sencillo es el auditorio que su creador montó hace unos años bajo el nombre de 'Starguai', haciéndole un guiño al festival marbellí Starlite, por estar en una cantera, aunque en menores dimensiones. Y entre esa sencillez llega la cercanía Johansen que, casualmente conoció Cielo hace años y desde entonces, su conexión se ha mantenido hasta convertirse ahora en cabeza de cartel del verano de este rinconcito de Coín.

Johansen, con casi 40 años de trayectoria a sus espaldas en la industria de la música, se ha definido a sí mismo en más de una ocasión como un 'degenerado musical', ya que su estilo va saltando entre distintos géneros, aunque el pop alternativo, la cumbia y el folk son algunos de sus fuertes. «Me viene bien catalogarse así pero en realidad soy muy generado también, respeto mucho los géneros y creo que son entre sí primos hermanos, hay mucha conexión entre ellos», asegura a SUR el artista argentino, quien tiene claro que entre la locura y la cordura hay una línea muy delgada. «¿Quién no está un poco loco pero siempre con la lucidez y las ganas de crear? La creatividad también se alimenta mucho con una sana locura», asume.

La parada del argentino en Coín llega con 'Quiero Mejor' (Sony Music), su nuevo disco tras cinco años y que vio la luz ayer y este jueves en el recinto intimista del municipio malagueño. Al hacerlo junto al dibujante Liniers consigue además crear un pequeño mundo de música e ilustraciones que sumergen al espectador en la aventura que proponen los dos grandes artistas y amigos, ya que mientras uno canta, el otro pinta. «Cuando podemos nos encanta estar juntos compartiendo escenario, él hace unos siete años que vive en Belmont, cerca de Boston, pero cuando retomamos el año pasado el vínculo sobre las tablas nos dimos cuenta de lo mucho que nos divertimos y lo que hemos madurado porque el espectáculo ha tomado una forma más concreta», asegura Johansen.

La lírica inventiva del artista argentino le lleva a crear temas fortificados en el rock, el country y el jazz, pero siempre bajo un matiz que 'latiniza' cualquier melodía, con el ingenio y el sentido del humor como principales aliados. Así, la alternativa coineña impulsada por Cielo con comida casera, entradas con donativo y cerveza artesanal se ha convertido en el lugar donde los dos artistas pueden dar, una vez más, rienda suelta a su imaginación. Esta vez, con un álbum que habla de no negar la realidad, sino querer de querer transformarla, a través del hecho creativo, en algo más llevadero. «Se trata de convertir cualquier realidad dura en algo más amoroso, más suave, más empático, esa es la búsqueda de este disco», explica.

El artista argentino también se define a sí mismo como melodista, porque le gusta mucho elucubrar melodías permanentemente, ideas rítmicas, ideas de letras…Y así es como los títulos aparecen. «Este disco tiene muchos picos de estilos, hay de repente algo urbano, de pronto algo casi folk, hay algo bastante jazzero en el disco más que en otras ocasiones, así como una profundidad armónica en algunos temas como 'Hola Nid', 'Bien Sur' o 'Sin darme cuenta'», reconoce Johansen que en este disco ha colaborado con otros artistas como Natalia Laforcuade, Nito Mestre o Las Migas. «Ya son amigas, cuando canté con ellas 'Desde que te perdí' fue muy mágico y cuando surgió colaborar con ellas de nuevo pensé que no había nadie mejor con quien hacerlo».

Después de ocho meses girando por América, Johansen estará este mes y hasta septiembre conquistando diferentes países de Europa como España, Inglaterra, Francia, Suiza y Alemania. En este sentido, el público español es siempre para Johansen una alianza. «Suele estar muy acostumbrado a espectáculos en vivo con una gran atención, escuchan cuando hay que escuchar y son muy entusiastas», asegura el cantante, quien tiene claro que tanto él como su banda 'The Nada' se sienten muy interpretados como cancionistas y ven que la gente sabe «de qué van las cosas».