El paraíso de JavyPablo

El periodista de Sur Antonio Javier López fue el encargado de guiar una primera entrevista cuando el espacio aún se iba llenando de los imprescindibles de los hermanos Javi y Pablo Imbroda: familia, amigos de siempre, conocidos y algún que otro curioso que se acercaba por primera vez a esta charla y posterior show en acústico. Para calentar motores, hablar de los inicios es imprescindible para conocer de dónde viene este nuevo dúo revelación y hacia dónde quiere encaminar su carrera musical. Entre primeros acordes y letras formadas con mucho cariño y pasión por la historia surgió el chascarrillo de su nombre: «'Vamos a pensar un nombre guapo', dijimos. Y fueron días de mucho curro, le dimos un montón de vueltas. Al principio íbamos a ser Imbrothers, pero no, sonaba a Gemeliers», comentaba Pablo entre risas con la complicidad de su hermano.

Lo cierto es que estos primeros minutos de charla siguieron la misma estela: tensiones fuera y mostrándose como en el salón de casa, ¿para qué más si estaban en familia? Por supuesto, dio tiempo a hablar de las redes sociales y de cómo estas son imprescindibles para crecer en el mundillo: «Las redes sociales son la manera de llegar a la gente si quieres dedicarte a esto, si estás fuera de ellas estarás perdido. Ahora tenemos que darle caña al TikTok», reconocían. El recuerdo de su padre Javier Imbroda también estuvo presente en este encuentro íntimo y adelantaron que ya están escribiendo un tema que «salió fácil» en su honor y que lleva por bandera uno de sus dichos: «Aléjate de lo triste», recordaban con orgullo.

Además, tenían buenas noticias preparadas en su carpeta: en octubre sacarán disco, comenzarán la gira nacional y para 2023 ya están preparando otro álbum, y no es que vayan rápido, es que estos hermanos prefieren hacer las cosas «despacio» y con buena letra, nunca mejor dicho.

Antes de que empezara su show, la parte más esperada de la tarde, en la fábrica de Cervezas Victoria ya había un centenar de amigos deseando cantar con sus canciones. Aunque antes de nada, ellos avisaron: «No hay repertorio, vamos a ir improvisando y fluyendo con vosotros», advertían con la sonrisa pícara.

Desde luego, no les hizo falta 'set list', porque lo de conquistar a quienes les admiran es un terreno ya conquistado. Y lo hacen con dos guitarras y una melódica, con una mochila llena de canciones felices y letras para el recuerdo. Al comienzo, es cierto que el público cantaba con algo más de timidez, aunque pronto se despojó de ella para bailar en corrillos, balancearse con el rostro lleno de ilusión y darle el último sorbo a la cerveza para ir a por otra.

Entre este repertorio repentizado se coló alguna que otra canción inédita que se podrá escuchar próximamente, como 'Cabina', un relato pasional y seductor que no dejó indiferente: «Me he puesto tontillo», reconocía Pablo. No se olvidaron de sus temas más conocidos, con aquellos que levantan a cualquiera del taburete: 'Paraíso', 'Frío' o 'Vivir', dejando claro que lo importante es disfrutar el momento, dejar a un lado las preocupaciones y que si algo tiene solución es mucho más fácil encontrarla rodeado de los que te quieren. Mientras tanto, esperaremos otro show en directo para seguir visitando su paraíso.