Secciones
Servicios
Destacamos
«Un garito clandestino en el que se reúnen artistas, bohemios y demás fauna nocturna, pero no un espacio concreto, ni en ninguna ciudad». Así es como define el músico Pablo Fugitivo su nuevo trabajo discográfico, 'El club de los insomnes', un disco en el ... que el cantante y compositor reúne «todo lo vivido en últimos seis o siete años, desde que decidí que tenía que apostarlo todo para hacer música». Doce canciones escritas antes y durante la pandemia «cocinadas a fuego muy lento», que dan forma a su segundo disco bajo el nombre artístico de Pablo Fugitivo. No obstante, tras formar parte de bandas como Inercia, Proyecto Imagine o Patrañas, el malagueño decidió centrarse de lleno en la música y afrontó su carrera 'en solitario' con la etiqueta de Fugitivos del Swing, con la que publicó 'El rock & roll ya no es lo que era', en 2013, y 'Miopía urbana', 2015). Lo de carrera 'en solitario' tampoco hay que tomárselo al pie de la letra, ya que en 'El club de los insomnes' le acompañan sus músicos habituales –Raúl Ranea, Ariel Ciganda, Kini Cañete, Ale Berenguer y Henrik Larsson–, a los que se unen las colaboraciones de Gatoperro, El Manin, Coki Giménez, Ángela Hoodoo, Rafa Toro, Olga Díaz, Carlos Vudú y Fito Vergara. Pablo Fugitivo se ha encargado de la producción, mientras que las mezclas son de Paco Loco y el mastering de Mario G. Alberni.
–¿Todos los temas son de la época de pandemia y pospandemia?
–La mayoría fueron escritos antes, aunque los rematé durante los largos meses de encierro. Hubo algunas canciones que reescribí por completo, como 'Queroseno'. De otras grabé varias versiones en las demos hasta dar con el sonido y el rollo que quería. Por ejemplo, con 'Días de furia' y 'Madre' me dio un arrebato de dos días antes de meterme a grabar las baterías. No me convencían las demos, así que me encerré literalmente en mi home studio y las rehice de arriba abajo. Terminé cuatro horas antes de entrar en el estudio y fui casi sin dormir. Así somos en el club de los insomnes...
–¿Al final este tiempo de encierro le ha servido para inspirarse?
–Para muchos compañeros esa época ha hecho tambalear su fe por la música. No tanto como forma de expresión cultural y todo eso, pero sí como forma de vida. Al menos ha sido así en mi caso, y creo que de esa decepción surgen algunas de las canciones de este disco. No es fácil sentarte a componer cuando están a punto de desahuciarte de tu casa o si no tienes forma de pagar los recibos que se acumulan porque tu forma de ganarte la vida o el proyecto en el que has invertido tanto dinero, tiempo y esfuerzo se están yendo por la borda.
–Sin embargo, el disco salió adelante...
–Fue un disco que comenzó sin ninguna expectativa y en un momento de mi vida muy difícil. Lo hice para mí, para no caer en el pozo porque me arruiné durante la pandemia después de apostarlo todo para dedicarme a tocar con Los Ejecutivos, mi banda de versiones. También en ese momento estaba de gira por España presentando mi disco y había algunos compromisos muy ilusionantes. No me iba mal, pero los músicos vivimos al día. Se cancelaron todas las fechas, no salían conciertos y en dos meses me comí mis ahorros. Otro hubiera tirado la toalla, yo que soy un cabezón decidí autoproducirme el disco y echarle el poco dinero que entraba a cuentagotas. Pedí muchos favores y afortunadamente a medida que avanzaba el disco todo fue mejorando a nivel profesional y me acompañó la suerte. Dios aprieta, pero no ahoga. Ha sido un camino muy difícil. Para mí sacar este disco ya es un éxito en sí mismo, sea cual sea la repercusión, aunque ojalá a la gente le guste y podamos tocar mucho en vivo.
–Se advierte un toque optimista y gran variedad de estilos en la primera escucha, ¿es su trabajo más diverso?
–No sé qué decir, creo que todos mis discos tienen en común que son diferentes entre sí y diversos en cuanto a estilos musicales, aunque siempre suelen orbitar entre el folk y el rock. Este disco es sin duda el más pop y contemporáneo de mi carrera, con mucha más influencia del sonido británico o de la costa este de EE UU. También hay mucho peso en las melodías y armonías del floclore popular español o latinoamericano pero con esa estética anglo. Puede que sea mi mejor disco, yo al menos sí que lo pienso. Si no fuera así no lo hubiera publicado todavía. Aún así los artistas solemos ser incorformistas natos y siempre nos inundan las dudas en esta era de autogestión. Hay que saber decir stop y pasar al siguiente capítulo. Siempre he sido un músico sin complejos y aunque me gusta mucho el rock entiendo la música de una forma abierta. Me gusta meterme en charcos musicales diferentes y probar cosas nuevas, si nos ponemos muchas barreras estilísticas en mi caso hacer canciones me resultaría muy aburrido. Aunque eso no se debe confundir con no tener líneas rojas. Puede que este disco haya sido el más arriesgado en cuanto a estética de sonido pero tampoco tengo mucho que perder arriesgando ni tampoco se trata de una estrategia de marketing. Es una búsqueda personal y una forma de crecer como músico, y no una forma de intentar jugar en todos los campos. Es importante conservar tu sello propio y tu discurso hagas lo que hagas.
–Las letras trazan un mapa de sus vivencias de los últimos dos años, ¿es un disco autobiográfico?
–Totalmente, siempre hay que acompañar la realidad con algo de ficción y dramatismo, pero suelo escribir de lo que vivo yo y, a veces, de los que están a mi alrededor. Los textos tienen un papel muy importante, al igual que la música. No entiendo una cosa sin la otra. Vivimos una época en la que se descuidan mucho los textos de las canciones y donde la música es un beat para cantar encima... no me gusta el devenir de los tiempos, y aunque hay que adaptarse o morir creo que es importante no doblegarse al discurso dominante en la industria musical. Se pueden contar cosas con la música, con los efectos que usas, con el sonido de tal o cual instrumento... pero estamos educando a la gente para que escuche música para poner en sus stories de Instagram o Tik Tok, no como una obra cultural con significado y sentido.
–¿Cómo ha cambiado su música desde 'Voy solo' y desde aquellos orígenes con Fugitivos del Swing?
–La música es un viaje que no sabes donde va y que te puede llevar a un mismo lugar desde diferentes puntos de partida. Con el tiempo se gana en oficio, arte y técnica, pero al principio se tiene una frescura e inocencia que no se aprende, más bien corre el riesgo de perderse por el camino. Es una lucha constante para volver a ese chaval idealista e inocente que solo quería hacer canciones.
–Usted ha hecho 'basking' tocando en la calle, ¿cómo le ha influido esa experiencia?
–Es una experiencia que viene bien tener, pero hay que restarle romanticismo. Siempre lo he hecho más bien por necesidad que por gusto. La calle es dura e ingrata, la gente piensa que eres un vagabundo, incluso tienes problemas con vecinos, negocios y autoridades constantemente. A veces pasa alguien que te da las gracias por lo que haces, o simplemente te mira tocar con admiración y respeto. ¡Los niños alucinan con la música en vivo! Esas situaciones son las que te sacan una sonrisa y es que la música siempre nos rescata de la oscuridad y nos hace más felices.
–¿Habrá edición en CD o vinilo de su nuevo disco?
–No son buenos tiempos para el formato físico. Hace unos años decidí gestionar mi carrera desde un punto de vista más empresarial y basarme menos en la ilusión o las ganas de que algo se haga realidad a cualquier precio. Soy músico, me gano la vida con ello, tocando versiones pero vivo de hacer música. Me encantaría tener mi disco en vinilo, pero el mundo de la música hoy es muy complicado y hay que intentar responder a esas preguntas desde la cabeza y no desde el corazón.
–¿Y cómo va el trabajo con su banda de versiones?
–Los Ejecutivos es mi forma de vida y con lo que me gano el pan a día de hoy. La cosa está así, las versiones son una de las pocas formas que hay de vivir tocando música con una mínima dignidad. Además, me he esforzado mucho en remarcar, a pesar de ser menos comercial, que no somos una orquesta o una banda de pachanga, tampoco de covers al uso o de tributo... hacemos versiones, es decir, canciones de otros pero con nuestro estilo, sin imitar a nadie, intentado que sea de una forma elegante y, sobre todo, haciendo un repertorio de canciones que nos guste cantar y tocar.
–¿Cómo ha sido el verano en cuanto a conciertos?
–Con Los Ejecutivos la verdad es que hemos tenido mucho trabajo, más que nunca, también he de decir que ha sido así después de dos años de sequía de ingresos, sin ayudas ni rescates. Aún así, nos ha servido para sanear nuestras economías y espero que a pesar de los nubarrones sigamos teniendo trabajo y la gente tenga ganas de disfrutar de la música en vivo en bares, chiringuitos o discotecas. En cuanto a mi música no ha habido muchos conciertos, tres o cuatro en todo el año. Ojalá el año que viene podamos anunciar muchas fechas en salas o festivales con mi música. Sería estupendo.
–¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos y a largo plazo?
–Soy músico, por lo tanto vivo al día. Mi objetivo principal a corto plazo es dejar correr estos meses y ver si pasa algo. Vaya bien o vaya mal empezaré a componer nuevas canciones poco a poco. Tengo ya varios bocetos y algún tema acabado. Me gustaría también centrarme a medio plazo en hacer trabajos como productor, una figura inexistente a día de hoy y menos en nuestro país y que a mí me resulta fundamental a la hora de hacer un disco. En unos meses saldrá el primer trabajo en el que hago las veces de productor, siempre he sido mi propio productor, no el de otro artista. Se trata del disco debut de mi chica, Ángela Hoodoo. Van a ser canciones que van desde el country y el folk más tradicional a sonidos más modernos que mezclan jazz y blues con new folk y r & b. Estamos muy satisfechos y ha sido una experiencia superbonita trabajar juntos en este proyecto. Reconozco que me hace mucha ilusión esta nueva faceta y estoy muy agradecido de que ella haya confiado en mí para dar forma a sus canciones. En unos pocos meses podréis disfrutarlo. Por último, también me gustaría volver a hacer radio o un podcast, siempre ha sido algo que me encanta...
–¿Cómo ha sido la acogida del lanzamiento de los tres primeros temas de su nuevo disco 'Todo está en el aire', 'La Balada de Courtney Love' y 'Quiero vivir siempre en un sábado'?
–Vamos poco a poco recogiendo los frutos pero hay que ser realista... son malos tiempos para el r & r. Hay que tener los pies en la tierra. No creo que un disco como el mío pueda convertirse en viral y la industria presta muy poco apoyo a esos proyectos fuera del radar de la escena urbana. No tengo expectativas y hay que diferenciar el deseo con la realidad, pero todas las alegrías que nos traiga serán bienvenidas y celebradas en el Club de los Insomnes, como debe ser.
–En este disco ha colaborado con Gatoperro, El Manin, Ángela Hoodoo, Rafa Toro, Coki Giménez… ¿cómo han sido esos cameos?
–Ha sido un placer y un gustazo contar con todas estas colaboraciones. No ha sido algo premeditado. Ha ido surgiendo de manera natural según me lo iba pidiendo el cuerpo y según las necesidades y restricciones de la pandemia. Aún así, llamándose este álbum 'El club de los insomnes' creo que era de justicia rodearse de tantos amigos y camaradas. He contado con la mayoría de los músicos que grabaron en 'Voy Solo', algunos compañeros de mi banda de versiones, Los Ejecutivos, como Kini, que me ayudó mucho con la grabación de baterías de Coki en su estudio y se encargó también de grabar los bajos, además de aconsejarme en muchos aspectos técnicos. También con Raúl Ranea, de Calmo Records, entre muchos otros. Para los coros y colaboraciones vocales me he rodeado de mi pareja y de mis amigos, esa gente que siempre está ahí para lo que me haga falta y viceversa: Ángela, Rafa, Gatoperro, Fito, Manin y Olga. También, debido a la pandemia, tuve que contar con las casas y locales de ensayo de muchos de esos amigos para grabar instrumentos, ya que no contaba con un espacio en condiciones por entonces.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.