Pablo Alborán y Vanesa Martín: la hora de Málaga en los LatinGrammy

Su primera vez tenía 22 años. Solo uno antes había debutado en el Teatro Echegaray de Málaga con la guitarra en la mano y el pañuelo al cuello. «Ha nacido una estrella», se titulaba la premonitoria crónica de aquel concierto en este periódico (11/06/2010). Parecía mentira que tan poco tiempo después estuviera ya en Las Vegas, a punto de cantar a dúo con Demi Lovato y con su nombre impreso en tres categorías de los Latin Grammy. Entre ellas, la de Nuevo Artista. «Es como si estuviera en un sueño, es algo difícil de creer, jamás pensé que iba a pasar», decía emocionado un jovencísimo Pablo Alborán en una entrevista a un medio latino en 2011. Han pasado 12 años. Ahora tiene 34, seis discos de estudio, millones (y millones) de seguidores y 29 nominaciones de la Academia Latina de la Grabación. Pero sigue sin ningún gramófono dorado en casa. De momento.

Pablo Alborán lo tiene todo a favor para tomarse la revancha este 2023 y acabar con esa 'maldición de los Latin Grammy' que le persigue desde sus inicios. «Ya estoy esperando el titular al día siguiente cuando no me lo dan», reconocía con cierta resignación en una entrevista a SUR. El malagueño parte como favorito en la gala que se celebrará este jueves 16 de noviembre en Sevilla, fuera de los Estados Unidos por primera vez en la historia de estos galardones.A su lado estará otra paisana, Vanesa Martín, que debuta con dos candidaturas. Gane o no, ella tiene garantizado subirse al escenario:la suya es una de las actuaciones confirmadas para la Premiere, la gala previa en la que se entregan la mayoría de los reconocimientos.

Alborán es el artista español con más nominaciones, nunca ha tenido tantas opciones: cinco en total, a Grabación del Año ('Carretera y Manta'), Álbum del Año ('La Cuarta Hoja'), Canción del Año ('Amigos'), Mejor Álbum Vocal Pop ('La Cuarta Hoja') y Mejor Canción Pop ('Contigo'). Un palmarés al que acaba de sumar esta semana su cuarta nominación al 'hermano mayor' de estos reconocimientos, los Grammy de la música internacional en la categoría de Mejor Álbum de Pop Latino. No se entendería que otra vez se fuera de vacío, además jugando en casa.

La competencia, no obstante, es dura. Alborán se cuela en el 'top ten' de los candidatos estrella de esta edición, un ránking dominado por goleada por los artistas latinoamericanos, los que hoy controlan en un porcentaje abrumador la industria de la música en español. A la cabeza, los colombianos Shakira, Karol G y Camilo con siete nominaciones. Después, el argentino Bizarrap con seis. Y con cinco, como el malagueño, compiten el puertorriqueño Bad Bunny, la argentina María Becerra, el colombiano Feid y la mexicana Natalia Lafourcade. Eso sí, más allá de las primeras figuras, el nombre que más veces aparece en la lista es el del compositor y productor mexicano Edgar Barrera, con nada menos que 13 menciones.

El Latin Grammy es la guinda que le falta al artista español de más éxito de la última década, uno de los pocos capaz de llenar estadios aquí y allí. De hecho llega a los Grammy Latinos desde Buenos Aires, donde ha triunfado dos noches seguidas, y después le esperan en Guayaquil (Ecuador).

Sus números son rotundos: Pablo Alborán es el chico de oro de la música. Sus ventas superan los 4 millones de álbumes en todo el mundo. Solo en España tiene 49 discos de Platino (se conceden por cada 40.000 unidades), según datos de Promusicae, la patronal nacional de las compañías discográficas. Más de 11,6 millones de personas le escuchan mensualmente en Spotify. Y ojo, el grupo más numeroso de sus oyentes se localiza en estos momentos en México. Su canción más reproducida es 'Saturno', con la friolera de 428 millones de escuchas. Aunque fue el tema que le abrió las puertas de la industria, el ya clásico 'Solamente tú', el que se hizo oír durante más tiempo: 109 semanas se mantuvo en la lista de Promusicae. Un éxito que hacen posible sus seguidores, que en el mundo virtual alcanzan los 22,6 millones, entre los suscriptores a su canal de Youtube y los 'followers' de Instagram, Facebook y Twitter.

'La cuarta hoja', el trabajo con el que aspira a premio, es su sexto disco. El más enérgico, con el que más se ha divertido y del que más satisfecho está. «Y creo que eso no lo he podido decir con ninguno de los discos anteriores», decía a SUR el día de su lanzamiento. Representa una evolución en su sonido, con ritmos electrónicos y bailables, un claro distanciamiento de esa etiqueta de 'cantante de baladas' que le colgaron al principio. Once canciones que hablan de diversión, de vivir el presente y de amor.

Pero hasta llegar aquí ha habido un largo aprendizaje de más de diez años. Todo le ha ido bien, sí. Es un tipo con suerte, también. Pero no siempre ha sido fácil. Su disco 'Terral', en 2014, marcó un antes y un después en su forma de afrontar la música. «Tres años sin un domingo libre es una pasada. Necesitaba desconectar de esa montaña rusa de emociones, volver a mi casa y estar con mi familia», dijo entonces. El repentino éxito de 'Solamente tú' derivó en una espiral de giras, promociones y nuevas canciones que acabó pasándole factura. Ni un año tardó en publicar su segundo álbum 'Tanto', el más vendido de su carrera.

Por eso, después de unos de esos tour imposibles, echó el freno. Solo fueron unos meses de paréntesis, pero suficientes para hacer balance y «asimilar» la locura. Después, Alborán volvió renovado estrenando mánager y discográfica, Warner, con la que hoy sigue. De ella y de todo su equipo se acordó «súper emocionado» el día que se anunciaron las nominaciones. «Gracias por ayudarme a seguir nuestro camino, mantener la pasión intacta y vivir dignamente de lo que más nos apasiona en el mundo, que es la música», dijo.

De padre malagueño –el arquitecto Salvador Moreno Peralta– y madre francesa, Pablo Alborán no ha perdido el contacto con su tierra. En Málaga, en la casa familiar en Benalmádena, pasó el confinamiento y allí, en un estudio instalado en lo que antes había sido el garaje de sus abuelos, dio forma a muchas de las canciones de 'Vértigo'. Y a Málaga vuelve siempre que puede. En lo personal, Alborán mantiene una absoluta discreción sobre su vida privada. Una regla que solo rompió una vez, en junio de 2020, cuando en un vídeo que subió a las redes se sinceraba como nunca antes: «Estoy aquí para contaros que soy homosexual, que no pasa nada, que la vida sigue igual». La revelación se hizo viral en minutos y generó un sinfín de reacciones, pero Alborán dejó claro en cada entrevista e intervención posterior que solo le interesaba hablar de su música, todo lo demás ya estaba dicho.

A través de ella se expresa también con claridad Vanesa Martín. 'He sido', la canción con la que sorprendió este verano en el pregón del Orgullo en Sevilla, se ha convertido en un himno a la libertad de amar: el videoclip que acaba de estrenar esta semana tuvo 97.000 visualizaciones en un solo día.

La malagueña no da un paso atrás. La suya es una carrera de fondo en la que ha ido escalando posiciones con cada disco, con paso lento pero firme, desde aquel memorable concierto en el que estrenó su disco 'Trampas' rodeada de amigos en el Teatro Cervantes. Era el año 2010. Desde entonces, Vanesa Martín siempre ha ido a más, sumando seguidores que llenan estadios, cruzando el charco varias veces y, ahora, tocando el cielo de la música latina.

'Placeres y pecados', su último trabajo, entra en dos categoría de los Latin Grammy: Mejor Álbum Vocal Pop Tradicional (en liza con Manuel Carrasco, Paula Arenas, Camilú y Andrés Cepeda) y Mejor Diseño de Empaque. «El mayor premio es que el público te agarre fuerte y no te suelte, pero que te nominen le da impulso a tu trabajo y trayectoria.Son muchos años ya trabajando para este reconocimiento», decía tras conocer las nominaciones quien empezó acompañada solo de su guitarra en pequeños locales malagueños, como el Onda Pasadena y la Tetería Harén. En este tiempo su estilo ha evolucionado: desde la balada más pura y emocional hasta canciones motivadoras que ponen a saltar al público. Siempre con su voz tan personal y una interpretación a flor de piel.

'Placeres y pecados' es ya disco de Oro, camino al Platino, una certificación que Vanesa Martín ha conquistado con tres de sus títulos anteriores: 'Munay' (2016), 'Siete veces sí' (2020) y 'Todas las mujeres que habitan en mí' (2022). Seis veces ha sido número uno semanal con alguno de ellos. Sus seguidores virtuales se cuentan por miles: 3,1 millones están al tanto de todo lo que hace entre Youtube, Instagram, Facebook y Twitter. Muchos de ellos en Latinoamérica, donde acaba de estar con multitudinarios conciertos en México y Argentina. Lo del próximo jueves en Sevilla marca un hito más en su camino: «Esa noche vamos a celebrar la música y la vida. Yo ya estoy ganada, vamos a por todas».

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