Pablo Alborán coge carretera y manta para arrancar la gira en casa

Nada como estar en casa y que haya ganas de reencuentro en la familia. «Pablo, Pablo, Pablo...» eran los ecos de Fuengirola desde las 21.30 horas hasta las 22.06 que el escenario se fundió en negro y las pantallas de los laterales de Marenostrum plasmaban imágenes en blanco y negro del malagueño y su equipo durante los ensayos de la gira. Del murmullo impaciente a que arrancase el concierto al casi silencio de sus fans, expectantes a las primeras notas de los músicos.

Nada como estar en casa y abrir la puerta para saludar los tuyos. Pablo Alborán abrió ayer a lo grande la de Marenostrum. Y lo primero que hizo fue dar un abrazo a sus fans con el tema esperado para el arranque del concierto: 'Carretera y Manta' sentado al piano los primeros segundos. Pero pronto llegó la locura cuando cogió el pie de micro y movió sus caderas para subir la temperatura con sus bailes tan habituales sobre el escenario. «¡Buenas noches, Fuengirola!», gritó durante la canción para hacer levantar las manos de sus fans. Él, como siempre, sin perder la sonrisa ni su poderío sobre las tablas. Decoración sencilla en el escenario, pero es que a Pablo Alborán le hace falta poco para llenarlo.

Nada como estar en casa y escuchar lo que con ganas se deseaba. Ese deseo con el que una fan disfruta por primera vez de su canción favorita en directo: los primeros acordes de 'Tu refugio' y Cristina Alcántara se echaba las manos a la cabeza desde uno de los palcos de Marenostrum. Brillo en los ojos de esta seguidora del malagueño y brillo en los de Pablo Alborán, que nunca falla con la delicadeza de este tema. El cantante acarició cada canción en Fuengirola incluso llegando a romperse él mismo y emocionarse con su voz desgarrada como pasó con 'Si hubieras querido'.

Nada como estar en casa y dedicar bonitas palabras a los que se quiere. Eso hizo Pablo Alborán con los suyos: «Buenas noches, familia. Sólo tengo palabras de gratitud porque para mí es muy importante empezar esta nueva gira en casa con mi tierra, mi familia y la gente que me ha hecho crecer. En esta tierra no me habéis soltado jamás después de 20 años. Gracias, Fuengirola, de todo corazón», dedicó el malagueño en sus primeras palabras del concierto.

Nada como estar en casa y recordar batallitas y anécdotas que jamás se podrán olvidar. Y el malagueño se fue a una esquina del escenario para emocionarse y soltar alguna que otra lágrima rememorando sus inicios en el mismo lugar en el que estaba: «Uno de los primeros conciertos que di fue aquí en una sala de Fuengirola... Recuerdo cómo sacamos desde casa las entradas impresas e intentamos convencer a todos para que vinieran. Desde ese concierto todo cambió y siempre ha sido el público el que me ha llevado hasta aquí escuchando mi música y comprando entradas de conciertos para que pueda seguir dedicándome a lo que más amo y por lo que me dejo el alma. Gracias por hacerlo posible», dedicó Pablo Alborán con la voz entrecortada.

Nada como estar en casa y emocionarse. El malagueño lo hizo pero también hizo que el vello de punta fuera inevitable en muchas ocasiones. Con las míticas 'Por fin', 'Perdóname', 'Saturno' o incluso con esa primera canción que con tanto cariño cantó con su público: 'Solamente tú'. Y con las nuevas como 'Batir las alas', con la que se paseó por el escenario con un canto directo a la libertad: «Le cantaré al amor cuantas veces me dé la gana», interpretó con rabia y fuerza.

Nada como estar en casa y sentir la magia. Y si se escucha la magnitud a la que llega la voz de Pablo Alborán es inevitable sentirla. Llegando al final de este primer concierto de la gira, pasó lo que el malagueño ya prometió en sus redes sociales hace días. Iba a cantar tema exclusivo «que sólo escucharán los que vayan a los conciertos» y así lo hizo: 'Si quisieras', que tiene ritmo fresco e hizo bailar a Fuengirola, que siguió sintiendo fuerte la música de Pablo Alborán hasta que el reloj llegó a la medianoche. El malagueño no quería dejar de cantar. Ni Fuengirola dejar de disfrutar.