'Ojeando' da un giro de guión y abre su espectro a nuevos ritmos

Así pues, en una de las citas musicales obligadas del verano en la Costa del Sol, este sábado puso el broche de oro a estos dos días de conciertos 'La Plazuela'. Este dúo de fusión entre flamenco, funk, pop y música electrónica formado en 2019, compuesto por los granadinos Manuel Hidalgo Sierra, El Indio, y Luis Abril Martín, El Nitro, fueron el principal reclamo del público. Su primer lanzamiento oficial y disponible en Spotify, titulado Yunque, clavos y alcayatas, se publicó el 25 de octubre de 2019 bajo su propio sello discográfico y, desde entonces, la tónica ha sido crecer más y más. El 16 de septiembre de 2021, sacaron a la luz Tangos de Copera junto a Natural Language, firmado por el sello discográfico Universal Music Spain, S.L.U. Consiguen así uno de los temas con mayor repercusión con más de 1,7 millones de reproducciones en Spotify y cuyo videoclip cuenta con más de 1,6 millones de visualizaciones en Youtube.

En este sentido, los de Granada actuaron en el escenario Patio, espacio que este año contó con una jornada en la que se pudieron escuchar tres agrupaciones y un DJ. Entre aulas y marcas de canchas de baloncesto, también se escuchó la peculiar apuesta por los sonidos latinos, de raíz y urbanos de Queralt Lahoz. El toque indie lo pusieron Los Ciervos y las ganas de bailar, Killmiya.

Ambiente

Desde las 20 horas el pueblo ya estaba animado a la espera de los espectáculos musicales. Los bares y restaurantes estaban a rebosar sirviendo bebidas y comidas y la fuente de la plaza acogía alrededor a un tumulto de gente que guardaba sitio para los primeros compases que comenzaron a las 21:30 horas. Pero esta no era la única ubicación.

A lo largo y ancho del municipio se repartían más puntos de encuentro. Por la mañana una 'pool party ' para refrescar el caluroso día de julio y al caer la tarde otros cuatro enclaves musicales variados.

En otro de los rincones pintorescos de la ciudad un espectáculo circense entretenía a pequeños y mayores. El ambiente en general fue distendido y la multitud de amantes de la música copaban las callejuelas.

Nuevas promesas

Aparte de los grupos consagrados, entre las callejuelas de Ojén se han podido escuchar también nuevas propuestas que van a dar mucho de qué hablar. Muchos de ellos se reunieron en el escenario Plaza. Se asoma a la nueva generación de flamenco Blanca la Almendrita. Tiene garra y duende y lo muestra con sonidos de raíz flamenca y una elegancia callejera. La Flaka sigue esta estela, pero le añade todos los elementos del pop más actual.

El punto de rock andaluz lo puso la mítica banda Alameda, que sigue dando guerra desde 1971, y Garganta Profunda, que hace de las suyas desde 1987. El buen rollo y el flamenco-pop vino de la mano del grupo del Juré y Salistre, quienes alternan creaciones propias y versiones. Fuente de energía rindió homenaje a Estopa cantando sus mejores canciones.

Con esta nueva versión de Ojeando, se apuesta por un festival que cuenta con la integración del pueblo. Durante los dos días que ha durado el evento, las altas temperaturas se refrescaron en el escenario Piscina, donde pinchó Dj Jil Jilala. Este DJ con más de 30 años de experiencia dio una sesión ecléctica y llena de ritmo en uno de los enclaves donde mejor se puede apreciar la belleza de las calles de Ojén.

También escenario El Molino, donde se pudo bailar hasta altas horas. Allí se pudo disfrutar de acordes de reggae, con matices de afro-latin y flamenco; todo ello con una base común: la música electrónica. Los encargados de mover los platos fueron Álvaro Sánchez, Dilio, Blas Factory, Saraika, Saymon Gomez, Junior y Kike Martín.

A pesar de los cambios, el público de Ojeando se mostró fiel y acudió a la cita. El aparcamiento se agotó pronto y había autobuses habilitados para trasladar a la gente hasta Marbella en una cita ineludible del panorama musical de la Costa del Sol.