Cuando estas líneas estén siendo enviadas a imprenta o subidas a internet, Matt Bellamy aún no habrá salido al escenario del Big Festival. Habrá que esperar a otras crónicas para desvelar qué diabluras le habrá preparado Paula Meliveo ahora que Muse está en la ciudad de la amiga más famosa de la banda. Pero aunque quede pendiente por desvelar qué ocurre en uno de los conciertos más importantes del siglo en esta provincia, ya es tiempo de asumir que este festival –esperemos– ha venido para quedarse.
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Como cualquier festival en una primera edición, seguro que hay cosas que se pueden mejorar. Entre los corrillos de los festivaleros no ha parado el comentario del drama de Rage Against the Machine. Nadie sabe qué estará haciendo el grupo dentro de un año, pero una buena apuesta sería intentar traerlos una segunda vez, un acercamiento a la redención y un homenaje a los fans de esta ciudad, que casi 48 horas después se seguían lamentando en las esquinas.
Aguardar a Muse mientras un rock tranquilo suena de fondo es lo que muchos decidieron hacer anoche, sobre todo entre aquellos a los que Los Planetas o 091 no les emocionaba. Este compás de espera se tornaba en análisis, y de este análisis podría partir la segunda gran sugerencia para 2023. Parece esencial que los encargados de construir el 'line-up' se planteen el papel de la electrónica, el gran género ausente en este festival salvo algún derivado más o menos aceptable como Glass Animals o Years & Years. Hay que quitarse ya el estigma de que electrónica es sinónimo a traerse un Dj (que tampoco está mal, ojo). A nadie le disgusta un buen rasgueo de guitarra, pero en la diversidad está la virtud, y seguro que hay quién se hubiera apuntado si se hubiera introducido alguna opción de este tipo.
De momento, lo más electrónico que sonará en esta primera edición es el 'Uprising' de Muse, que por cierto se rumoreó que trajeron su propio cocinero y sus propios fogones. También se dijo –esto ya resulta algo más inverosímil– que traían cien invitados y que habían pedido la instalación de un spa en el 'backstage'. Pero más allá de los platos que cocinaran los chicos de Bellamy, este Big Festival será recordado por el conciertazo de Tangana cantando por Quique González, pero también por el 'Despechá' de Vetusta Morla. Un momento inolvidable bajo el cielo de esta ciudad.
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